Plantas medicinales a nuestro cuidado
Su utilidad siempre va de la mano con una alimentación saludable y las recomendaciones médicas
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Las plantas medicinales están entre los remedios más conocidos a través de la historia, pues, el ser humano, desde sus inicios en contacto con la naturaleza, fue desarrollando el conocimiento, basándose en experiencias previas por su ingesta y reacciones.
Ya sea para reforzar el sistema inmunitario, tratar alguna inflamación, mejorar la respuesta ante la ansiedad u otras afecciones, las plantas medicinales promueven el pensamiento de que, “a veces, solo debemos dejarnos cuidar por la Madre Tierra”.
El valor nutritivo de las plantas se determina por una cierta cantidad de sustancias necesarias para su crecimiento y producción. Además, se tiene en cuenta su composición química, considerando la especie, la fertilidad del suelo, la época del año y el clima, entre otros factores. Entre uno de tantos beneficios se encuentra su acción, ya que, aunque, en algunos casos, puede ser lenta, no es frecuente la aparición de rebotes o adicciones tóxicas.
Algunas pueden ser conocidas por servir de apoyo ante síntomas y condiciones específicas a pesar de que no son reguladas ni probadas como medicamentos.
Son muchas las plantas medicinales que se pueden cultivar desde la comodidad del hogar, otras, sin embargo, son de fácil acceso en viveros o mercados.
La fitoterapia procura justificar el uso de las plantas medicinales basándose en evidencia científica para que tanto su producción y comercialización sean controladas, asegurando su calidad, su seguridad y su eficacia.
Dentro de algunas plantas medicinales de fácil acceso, se encuentran:
Ashwagandha: Apoya una respuesta saludable del cuerpo ante diversas situaciones de estrés físico, mental y emocional.
Sábila (aloe vera): Además de sus propiedades antibacterianas y antivirales, es destacada por aliviar síntomas crónicos en condiciones, tales como estreñimiento, gastritis y reflujo.
Árnica: Remedio natural para los daños producidos en articulaciones o musculatura. Presente en el mercado como: pomadas, cremas, geles y homeopáticos.
Caléndula: Planta conocida para tratar problemas en la piel tal como: dermatitis, eccema, acné, heridas, quemaduras y hasta ronchas causadas por picaduras por insectos.
Cola de caballo: Utilizada mayormente para tratar la retención de líquidos, las infecciones en el tracto urinario y las menstruaciones abundantes.
Diente de león: Principalmente destacada por sus propiedades diuréticas, laxantes y desintoxicantes.
Echinacea: Remedio ante el refuerzo del sistema inmunitario, ideal para tratar los frecuentes síntomas de gripe y catarro.
Ginkgo biloba: Se conoce por su función a la hora de promover una salud cognitiva saludable y mejorar la memoria, el estado de ánimo, la concentración y el aprendizaje.
Lavanda: Además de sus propiedades calmantes, se ha visto cómo, en diversos casos, puede asistir a la regeneración celular, por sus propiedades antiinflamatorias y cicatrizantes.
Manzanilla: Utilizada para tratar desórdenes nerviosos y digestivos. Además, se conoce sobre sus propiedades antialergénicas.
Ortiga: Conocida en el mundo de la medicina natural por ser un estimulante circulatorio.
Romero: Se conocen sus propiedades para influir en la relajación del músculo liso gastrointestinal y sus efectos diurético, antiinflamatorio y antioxidante.
Uña de gato: Excelente para reforzar el sistema inmunitario y prevenir dolores o molestias en las articulaciones.
Vitex: Utilizado mayormente para reducir síntomas antes o durante la menstruación, dolores de cabeza, infertilidad y hemorragia irregular.
Aunque las plantas medicinales son un remedio de excelencia ante situaciones específicas, cabe destacar que su utilidad siempre va de la mano con una alimentación saludable y recomendaciones médicas.
Es importante acudir a tu proveedor de atención médica: antes, durante y después de ingerir alguna planta como remedio y corroborar que esta no tenga interacción ante ningún medicamento que ya estés ingiriendo.
Por otro lado, las plantas siempre estarán al alcance de cualquier individuo que desee integrarlas en su estilo de vida para promover un mejor cuadro de salud.
La autora es estudiante de Medicina Naturopática de la Universidad Ana G. Méndez, Recinto de Gurabo. Revisado por la doctora Charmaine Alfonso, profesora de la Universidad Ana G. Méndez, Recinto de Gurabo.
Este contenido comercial fue redactado y/o producido por el equipo de GFR Media.