Hidrata y nutre tu piel
Los hábitos de consumo inciden sobre la buena salud del órgano más grande del cuerpo
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La piel responde a todo lo que ingerimos diariamente. Es decir, nuestros hábitos de consumo inciden sobre la buena salud del órgano más grande del cuerpo. Fuera de condiciones dermatológicas particulares que precisan de tratamientos especializados, una buena alimentación y una hidratación adecuada, generalmente, se refleja en la textura, el brillo y el color de la piel. Asimismo, los hábitos de consumo excesivo de alimentos de poco valor nutritivo como grasas saturadas y alimentos procesados aceleran el desarrollo del acné y otras condiciones de la piel.
Según abordó el dermatólogo Edgardo Rodríguez Vallecillo, citando un estudio sobre la alimentación y la piel, “se ha visto que, en poblaciones donde las personas comen más frutas y vegetales, la gente tiende a tener menos acné, mientras que en poblaciones que dependen de dietas altas en azúcares se registran mayores índices de condiciones dermatológicas”, sostuvo. A estos efectos, el médico definió el azúcar, así como el alcohol y los suplementos de proteínas que comúnmente se ingieren en batidas energizantes como detonantes (triggers) para el desarrollo del acné.
Sin embargo, el médico trazó un nexo entre los índices de calor extremo que se experimentan en Puerto Rico -donde hemos visto temperaturas que sobrepasan los 120 grados- y las condiciones de la piel asociadas a las temperaturas altas como el acné, las manchas en la piel y sarpullidos, entre otros. “Las temperaturas altas, combinadas con factores genéticos que pueda enfrentar un paciente, pueden agravar situaciones preexistentes en la piel. Además, la piel se nos reseca cuando nos deshidratamos y, con estas olas [de calor] que estamos viendo, hay que tomar más agua que de costumbre”, amplió Rodríguez Vallecillo, haciendo eco de la necesidad de mantenerse hidratados y permanecer conscientes del efecto del calor extremo como llamado a no exponernos innecesariamente a los exteriores, mientras atravesamos este período.
Por otro lado, la hidratación debe acompañarse del uso de protectores solares y humectantes. Pues, según su criterio y experiencia en la práctica privada, las condiciones de la piel derivadas de la sobreexposición a los rayos del sol usualmente comienzan desde la niñez.
“Cuando eres pequeño, dependes de tus padres para que se encarguen de protegerte adecuadamente del sol… muchos no lo hacen y vemos las consecuencias en la adultez. Aún en Puerto Rico, vemos personas que no se protegen ni han tenido esa cultura de prevención, la cual se debe comenzar desde muy temprano”, abundó el médico.
Para uso diario, Rodríguez Vallecillo recomendó un protector solar resistente al agua para las personas que laboran en espacios bajo techo e interiores, ya que “sea en el carro o para ir a almorzar, a través de la ventana [del carro], directa o indirectamente estamos expuestos a los efectos del sol”, aclaró. Para toda persona que pase una gran parte de su tiempo en el exterior bajo el sol sugirió un protector no menor de 30 SPF, el cual debe reaplicarse continuamente. A manera de prevención, estas prácticas son recomendadas para toda persona, incluso para quienes participan de procedimientos cosméticos de rejuvenecimiento de la piel o anti-aging, ya que, mediante hábitos diarios de limpieza y protección apropiados para el tipo de piel que le ocupa y en respuesta a las temperaturas que arropan a Puerto Rico, se dirige hacia la salud integral de la piel a largo plazo.
Además de exaltar la importancia de proteger y cuidar el rostro, Rodríguez Vallecillo sugirió prestar particular atención a las manos y las uñas, ya que, por motivo del uso de jabones a base de alcohol durante la pandemia del COVID-19, ha visto un alza en personas con problemas de resequedad extrema y en necesidad de tratamientos especializados para humectar y neutralizar el efecto de estos productos abrasivos para la piel.
Por último, para garantizar un cuidado óptimo de la piel, la recomendación profesional es llevar a cabo una limpieza “dos veces al día, preferiblemente una por la mañana y otra por la noche, donde los productos deben ser más densos en cremosidad para una mejor humectación durante el sueño”, aseveró el médico, destacando que, aunque los exfoliantes, los productos a base de retinol y las vitaminas tienen sus ventajas para ciertos tipos de piel y condiciones, “lo más importante de este proceso es encontrar los productos que mejor se relacionen con tu tipo de piel, y que mejor atiendan cualquier condición particular que enfrentes”, finalizó.
La autora es periodista colaboradora de Puerto Rico Saludable.
Este contenido comercial fue redactado y/o producido por el equipo de GFR Media.