La vacunación es una de las intervenciones de prevención más importantes porque puede prevenir enfermedades graves tanto en el recién nacido como en la madre.

El consenso entre las autoridades médicas y de salud pública es que las embarazadas deben ser vacunadas, pues, de esta manera, le ofrecen protección temprana a su bebé, aún antes de nacer. En estos casos, se aplican vacunas inactivadas, las cuales no se consideran peligrosas para la madre o el bebé.

¿Qué vacunas se recomiendan?

De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés), algunas vacunas, como la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola (MMR, en inglés), deben aplicarse al menos un mes antes de quedar embarazada.

La vacuna DTaP (para ayudar a protegerte de la tosferina) debes recibirla durante tu embarazo, entre las entre las 27 y 36 semanas de embarazo.

Otras vacunas, como la vacuna inyectable contra la influenza, se puede aplicar antes o durante el embarazo, dependiendo de si es o no la temporada de influenza cuando estés embarazada.

Recibir vacunas inmediatamente después de dar a luz es seguro para la madre, aun cuando esté amamantando.

Como con cualquier otra decisión de salud, antes de vacunarse, asegúrate de discutir con tu médico la necesidad de cada vacuna y sus riesgos potenciales versus sus beneficios, de acuerdo con tu caso en particular.

Suplemento Vacúnate
Suplemento Vacúnate (Shutterstock)

Bebés en riesgo

Recientemente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó que más de 80 millones de niños en 68 países pueden verse afectados por la interrupción de las campañas de vacunación a raíz de la pandemia por COVID-19, lo cual se convierte en una amenaza a las décadas de avances contra enfermedades graves, pero que pueden prevenirse mediante vacunas.

“Los datos asustan, esta es una situación que no veíamos hace años. Modelos desarrollados por la Escuela de Medicina Tropical de Londres indican que si se quisiera evitar el COVID-19, poniendo fin a la inmunización, por cada muerte por COVID-19 podríamos tener más de cien fallecimientos por enfermedades prevenibles con vacunas”, dijo, por su parte, el director de GAVI, una alianza internacional público-privada que financia la inmunización en países de escasos recursos y que trabaja estrechamente con la OMS, Seth Berkley.

De acuerdo con los datos provistos por la OMS, en los últimos 20 años, el acceso de los países más pobres a las vacunas ha permitido que la cobertura de vacunación pase de 59 % en el año 2000 a más del 80 % actualmente, lo que, a su vez, ha reducido las enfermedades prevenibles en 70 % en el mismo período, lo que ha redundado en la disminución de la mortalidad infantil a la mitad en los países beneficiados.

La inmunización se considera un importante instrumento de salud pública porque una vacuna no solo protege a quien la recibe, sino a todo su entorno, incluyendo a aquellos que no pueden ser vacunados por razones médicas y que dependen de la responsabilidad de otros para no contagiarse con enfermedades que los podrían matar.

Si tu hijo o hija tiene vacunas pendientes, consulta con su pediatra. Si eres un adulto y te hacen falta algunos refuerzos o vacunas de acuerdo con tu edad, consulta con tu médico. Sobre este tema, Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS, instó a no validar información sin base científica sobre la efectividad y la seguridad de las vacunas que pueda poner en riesgo tu salud y la de los tuyos.

Fuentes: Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, Organización Mundial de la Salud y Archivo de GFR Media.