¿Sabías qué?

  • El 61 % de las bancarrotas son por deudas de salud.
  • El costo promedio del tratamiento del cáncer es $150 mil (planes médicos y seguros cubren parte de ellos).
  • El 47 % de las pacientes con cáncer de seno reportan haber dejado de comprar medicinas o tomar tratamientos para usar ese dinero en gastos del hogar.

“Las personas fallecen de cáncer o por falta de tiempo o por falta de dinero”. Esto me lo dijo un profesional de la salud. Quedé perpleja y lo tomé como una invitación para indagar. Aunque nadie está preparado para recibir un diagnóstico de cáncer, estar preparado financieramente puede ser muy beneficioso para la recuperación.

Jessica, identificada como mujer, casada, profesional y sin hijos, fue diagnosticada con cáncer de seno a los 43 años. Jessica tenía un plan médico privado con cobertura débil para el cáncer. Jessica me compartió: “Recibes un diagnóstico catastrófico y, en vez de pensar en tu recuperación, estás pensando en vender la casa, el carro y en qué pasa si dejas de generar ingresos porque pierdes el trabajo. La parte emocional y la financiera del cáncer es muy difícil. Se mete en el camino de recuperarte. Fue mi tercer cáncer y lo perdí básicamente todo”.

Rosa, identificada como mujer y madre soltera, diagnosticada con cáncer de seno a los 45 años: “Yo fui madre soltera. He tenido muchas preocupaciones financieras en mi cabeza. Ganaba poco. Me asustaba mucho que a mi nena le pasara algo y el plan no me lo cubriera. ¿Qué podía hacer? ¿Cómo podía ayudarme? Desde 1997, yo tomé todos los mejores seguros médicos y suplementarios. Por sorpresa, en el 2015 me diagnosticaron con cáncer y mis seguros atendieron mi situación al 100 %. La salud no tiene precio. La clave está en la preparación; en no esperar a lo último, ni escoger lo más barato”.

¿Por qué no nos preparamos financieramente para el cáncer?

Parte del problema es que solemos pensar que “nunca me va a pasar”: ¿Sabes que el 75 % de las pacientes diagnosticadas con cáncer de seno no tienen historial de cáncer en su familia?

“Me preocuparé cuando sea mayor de edad”: ¿Sabes que una vez te diagnostican el cáncer es muy tarde y ya no puedes comprar seguros suplementarios?

“Si algo me pasa, el plan lo cubre”: ¿Sabes que algunos planes médicos no cubren los costos de diagnóstico y tratamiento del cáncer en su totalidad?

Te presentamos unas guías prácticas para ayudarte a prepararte financieramente para el cáncer. Están divididas en dos: antes de recibir un diagnóstico y después de recibir un diagnóstico. Las recomendaciones están presentadas en el orden en que debes tomarlas. Puedes comenzar a prepararte con $15 al mes.

Guía para antes de recibir un diagnóstico:

1. Invierte en un plan médico privado que incluya cubierta de cáncer ($100-$400 mensuales por persona).

Los planes médicos pagan directamente al doctor, al hospital, al laboratorio o a la farmacia por sus servicios. No cubren el 100 % de los costos, pero, mientras más generosos sean los términos, más costos cubrirá. Verifica si tu patrono ofrece beneficios de plan médico y si es posible mejorar la cobertura existente. Si no tienes patrono que ofrezca plan médico, puedes contactar a los planes médicos directamente y comprar el plan a ellos.

2. Compra un seguro de cáncer suplementario (algunas pólizas comienzan en $15 mensuales).

Si no tienes los recursos para invertir en un plan médico privado, sin duda debes comprar un seguro de cáncer suplementario. Si tienes plan médico, comoquiera es recomendable comprar un seguro suplementario. Estos seguros te pagan dinero directamente a ti y directo a tu cuenta de banco. Esto te permite recibir un flujo de efectivo cuando más lo necesitas, que te ayuda a cubrir parte de los gastos diarios que el plan médico no cubre. Los costos de estas pólizas varían entre planes directos o grupales y, en algunos casos, pueden variar según tu edad.

Por ejemplo, un seguro suplementario te pudiera pagar una suma fija de dinero inmediatamente que recibes un diagnóstico de cáncer. Algunos pagan de $100 a $1,000 por radioterapia o quimioterapia que recibas, por días que estés en el hospital o por tiempo que estés sin trabajar, dependiendo de la póliza.

Los seguros suplementarios son de mucha ayuda y de bajo costo. Ojo: solo puedes comprarlos antes de recibir un diagnóstico de cáncer.

Guía para después de recibir un diagnóstico:

  1. Lee todos los documentos de pago antes de firmarlos. Asegúrate de preguntar y entender los términos de pago en las facturas y los contratos de tus proveedores de servicios. Los términos pueden ser confusos y onerosos.
  2. Oriéntate sobre los ofrecimientos de tu plan médico contratado y sobre si eres elegible para la cubierta catastrófica del Plan de Salud del Gobierno de Puerto Rico. Si cumples con los requisitos, esta cubierta complementaria puede cubrir algunos gastos adicionales a los que cubre tu plan médico.
  3. Si no tienes plan médico, verifica si eres elegible para el Plan Vital del Gobierno de Puerto Rico y la cubierta catastrófica. Esta podría cubrir algunos de los costos de diagnóstico y tratamiento del cáncer.
  4. Oriéntate sobre las ayudas que se ofrecen a los pacientes de cáncer de seno en Puerto Rico. Existen múltiples programas de ayuda y apoyo para pacientes durante su tratamiento y recuperación.
  5. Puedes recaudar fondos utilizando plataformas tecnológicas como “Go Fund Me” o con la ayuda de familiares y amistades.
  6. Si tienes deudas previas que no puedes pagar por motivos relacionados a tu diagnóstico de cáncer, es recomendable que notifiques a tus acreedores sobre tu situación. De esta manera, pueden ofrecerte opciones para que tu crédito no se vea afectado.
  7. Si cuentas con ahorros, asegúrate de usarlos para cubrir gastos que los planes médicos, seguros y programas de apoyo no cubren.
  8. Oriéntate sobre otras opciones como préstamos o tarjetas de crédito. Estas deben ser tus últimas opciones, ya que tendrás que repagarlas y en la mayoría de los casos, con intereses altos.

Y recuerda: “La salud no tiene precio. La clave está en la preparación”.

La autora es contadora pública autorizada y educadora.