El 27 de junio se alienta a las personas a hacerse la prueba del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) para que conozcan su estado, y busquen servicio y tratamiento inmediato o se orienten sobre las medidas preventivas disponibles.

El fundador y principal oficial médico del Centro ARARAT, doctor Iván Meléndez Rivera, destacó que las guías de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) establecen que todas las personas entre 13 y 64 años se hagan la prueba del VIH al menos una vez como parte de la atención médica de rutina. Mientras que, las personas con mayor riesgo deben hacerse la prueba al menos una vez al año. No obstante, Meléndez Rivera señaló que, además de las pruebas, se necesita mejorar la disponibilidad de acceso a los tratamientos preventivos.

Los avances en los medicamentos permiten a las personas que viven con VIH prolongar la vida coincidiendo con los años de vida promedio de una persona en Estados Unidos y Puerto Rico. Actualmente, estas opciones son más efectivas, con menos efectos secundarios y con alternativas inyectables de larga duración. Sin embargo, el galeno mencionó que el nuevo modelo por el cual se proveen los medicamentos a los pacientes de la Reforma de Salud, conocido como Programa de Reembolsos de Medicamento bajo Medicare, trastoca el sistema de provisión de medicamentos para las personas que viven con VIH.

Al momento, existe incertidumbre de cómo se pagarán los fondos millonarios para la compra de los antirretrovirales mensuales para los pacientes, ya que no será a través de fondos federales. “Se espera que se pueda garantizar que el flujo de medicamentos esté disponible después del 30 de junio cuando culmine el año fiscal y necesite renovarse con fondos estatales”, sostuvo el doctor especializado en VIH y ETS. Actualmente, está es la preocupación mayor en los pacientes, familiares y proveedores del tratamiento, que acorde con Meléndez, se mantuvo funcionando por los últimos 15 años.

Aumentar la educación y el acceso a la prevención

Según el doctor, cualquier condición prevenible para la cual se crean guías disminuye las complicaciones y los costos a nivel de salud pública. Por ende, señaló que es importante que, así como se tiene un buen acceso para el tratamiento con los antirretrovirales, se ofrezca la misma disponibilidad de medicamentos genéricos existentes para prevenir el VIH. “Los CDC llevan tiempo destacando la importancia del acceso a estos medicamentos para poder disminuir o prevenir los nuevos contagios. Desde el pasado año, la profilaxis de preexposición (mejor conocida como PrEP) se puede acceder a través del formulario de ACES que cubre el medicamento, sin embargo, al igual que otros medicamentos de pacientes de la reforma, se necesita la aprobación del médico primario”, informó.

Por tanto, para el oficial médico de ARARAT, el que esté disponible no es igual accesible, porque si el médico primario no está adiestrado o capacitado sobre PrEP y no ofrece la alternativa, la persona no tiene acceso, ya que la farmacia no puede despacharles el medicamento, aun cuando se lo prescriba otro profesional.

A tales efectos, para Meléndez Rivera es crucial viabilizar está alternativa preventiva ajustando la cubierta del plan médico del gobierno para eliminar el requisito de la firma del médico primario. “Al igual que, acorde con las guías, se enfatiza en la realización de la prueba de VIH desde los 13 años como medida preventiva; deben incluirse la educación y el acceso a las demás herramientas de prevención viables”, sostuvo.

Por otro lado, el galeno hizo alusión a la Ley 81 de 1983 que establece todo lo relacionado con la Prevención de Enfermedades o Infecciones de Transmisión Sexual en Puerto Rico. Anteriormente, estaba dirigida solo a población adulta, no obstante, en el 2008 se enmendó el artículo diez de la Ley, para relevar la responsabilidad del médico que eduque, examine, ordene pruebas u ofrezca tratamiento a un menor de 21 años o incapacitado mental. En la actualidad, toda persona de 13 años en adelante puede asistir a hacerse una prueba diagnóstica o recibir tratamiento para alguna condición sexual sin la aprobación de sus padres.

El doctor explicó que, a veces, no tienen la confianza suficiente con sus padres o tutores para educarse y orientarse sobre las herramientas preventivas cuando están sexualmente activos y eso puede desencadenar en condiciones viviendo en el cuerpo de la persona sin diagnósticos o tratamientos, lo que genera más problemas futuros. “Lo idóneo sería una enmienda que incluya tratamiento médico o preventivo a un menor de 21 años o incapacitado mental, para que, de esta manera, los menores puedan tener acceso preventivo, ya que mientras no hay diagnóstico la ley no les aplica. Mi caso más reciente tenía 17 años, fue justo antes de la pandemia, sabía que existía la PreEP, pero, al ser menor, no se atrevió a buscar alternativas para evitar una condición. Definitivamente, es necesario que podamos prevenir, no queremos diagnósticos nuevos, queremos erradicar el VIH”, puntualizó.

La consigna de disminución del VIH pretende reducir el 75 % de casos nuevos para 2025 y el 90 % para el 2030. San Juan se encuentra entre las 50 ciudades de mayor incidencia de VIH, cuando se compara la cantidad de infecciones con el número de personas que utiliza PrEP el número es muy bajo, quiere decir, que la necesidad es alta. “Mientras se mantengan las barreras que interfieren en que el medicamento preventivo llegue a la población no vamos a llegar a la meta”, sostuvo.