1. Utiliza fuentes confiables. El Centro Nacional de Huracanes es la autoridad en la información meteorológica. Otra opción son las aplicaciones de celulares que ya trazan la trayectoria del fenómeno.

2. Para ubicar el fenómeno en un mapa, debes saber encontrar puntos en un plano. Los mapas tradicionales tienen latitudes y longitudes. La latitud es el punto en la X y la longitud es el punto en la Y. El Centro Nacional de Huracanes ofrece esta información en latitud norte y longitud oeste.

3. Identifica el movimiento de traslación que es hacia donde se mueve el fenómeno.

4. Define el fenómeno de acuerdo a la velocidad del viento, que es la máxima sostenida. Si es depresión, los vientos son de 38 millas por hora o menos; de 39 a 73 es tormenta y 74 millas por hora o más es huracán.

5. Reconoce los daños de acuerdo con la categoría del huracán. La categoría 1 es de 74 a 95 millas por hora y se estiman daños asociados a árboles y techos débiles; categoría 2 es de 96 a 110 millas por hora y los daños pueden incluir a ventanas y puertas; ya en 111 a 129 millas por hora es categoría 3 y los daños son más extensos en los hogares y hay inundaciones; ya de 130 a 156 millas por hora es categoría 4 y se esperan daños catastróficos; en 157 millas o más es categoría 5 y los daños incluyen la infraestructura eléctrica e inundaciones mayores.

6. Los mapas se actualizan cada seis horas, pero si hay un aviso o vigilancia, se actualizan cada tres horas. Vigilancia es cuando se espera una tormenta o huracán en 36 horas o menos, un aviso es cuando se esperan condiciones de tormenta o huracán en 24 horas o menos.