Forman parte de lo que se conoce la primera línea de defensa. Junto al resto del personal de la salud, estar expuestos a todos los riesgos de contagiarse con el nuevo coronavirus SARS-CoV-2, que causa la enfermedad COVID-19, es parte de la faena diaria de los profesionales de enfermería.

No solo en momentos de pandemia, el personal de la enfermería siempre ha sido pieza fundamental en la salud. Se trata de una profesión que, por los últimos años en Puerto Rico ha sufrido la fuga de enfermeros y enfermeras en busca de mejores salarios y oportunidades de trabajo.

No obstante, cabe destacar que ha habido una evolución de la profesión y el alcance de la práctica responde a la necesidad de proveer al público cuidados de salud óptimos con enfoques en cuidados primarios, de prevención, promoción y mantenimiento de la salud.

“Las nuevas especialidades, roles, competencias y niveles de preparación académica en enfermería han surgido en respuesta a los cambios en las características de la sociedad y en el enfoque de la prestación de servicios para el cuidado de la salud”, explicó la doctora Nancy Dávila Ortiz, quien es catedrática y decana asociada a Asuntos Académicos de la Escuela de Enfermería, del Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la Universidad de Puerto Rico.

Alcanzar altos niveles de educación y adiestramiento, así como ejercer de acuerdo con el alcance de la educación académica recibida es parte los retos que enfrenta la profesión de la enfermería, de acuerdo con Dávila Ortiz. Asimismo, añadió los siguientes: darles el reconocimiento y respeto del profesional en diferentes niveles: gubernamentales, empleadores y comunidad; tener una mejor escala salarial, lograr que haya un patrón de promover la seguridad del paciente, al igual que actualizar y estandarizar las regulaciones de la práctica para maximizar la contribución de estos profesionales como parte del equipo de salud. “Lograr más participación en política pública y en el rediseño del sistema de salud es otro de los grandes desafíos”, indicó la catedrática.

“El campo laboral para los profesionales de la enfermería es amplio. Incluye desde instituciones hospitalarias, y educativas, dependiendo del grado académico, planes médicos, servicios de salud en el hogar, servicios especializados, como infusiones, cuidado y manejo de la piel, laboratorios, entre otros”, informó la doctora Aixa M. Flores, vicepresidenta de Enfermería de National University College, quien también destacó que la mayor demanda del profesional es en las instituciones hospitalarias con todas sus áreas de especialidad y los envejecientes, el grupo poblacional que más lo necesitan.

¿Cuáles son las competencias relevantes para la profesión?

  • Conocimiento en materia de ciencias naturales, ciencias psicosociales y humanistas.
  • Conocimiento de la disciplina: el proceso de enfermería como herramienta para ofrecer el cuidado, salud-enfermedad.
  • Destrezas de pensamiento crítico y juicio clínico para tomar decisiones y solucionar problemas.
  • Destrezas técnicas: procedimientos de examen físico, tomar historial de salud, administración de medicamentos, etc.
  • Conocimiento y destrezas de liderazgo.
  • Destrezas de investigación: desde el acceso y análisis de literatura científica válida y confiable, aplicar y hasta generar una investigación para aumentar el conocimiento y fundamentar la práctica en la mejor evidencia disponible.
  • Sensibilidad cultural y ética.
  • Tecnologías en el cuidado del paciente y sistemas de manejo de información.
  • Trabajo interprofesional colaborativo

Enfermería y sus especializaciones

Dávila Ortiz compartió las categorías de la profesión, según reconocidas por la Ley #254:

  1. Enfermera(o) Práctica(o): Posee un diploma de Enfermería Práctica. Provee cuidados a individuos de acuerdo con su preparación de enfermería, trabaja bajo supervisión.
  2. Enfermera(o) Asociada(o): Posee un grado asociado en Enfermería. Colabora y participa en el cuidado directo de enfermería al individuo, trabaja bajo supervisión.
  3. Enfermera(o) Generalista: Posee un grado de bachillerato en Enfermería. Provee cuidado de enfermería profesional a individuos, familia y comunidad. Ejercen funciones de liderazgo y gerencia en diferentes escenarios. Pueden funcionar de manera independiente y tener práctica privada.
  4. Enfermera(o) Especialista: Posee un grado de maestría o doctorado en Enfermería. Posee conocimientos sustanciales en enfermería con relación al área de especialidad en que se desempeña (ejemplo: salud mental, cuidado crítico, pediatría, etc.). Dirige, colabora y asesora a los miembros del equipo de salud.Este profesional puede ejercer de forma independiente y ejercer práctica privada.
  5. Enfermera(o) de Práctica Avanzada: Posee una maestría o doctorado en Enfermería con enfoque en práctica avanzada. Está capacitado para ofrecer cuidado de enfermería experto en una de las siguientes especialidades: especialista clínico, obstetricia-partería, anestesia y nurse practitioner. Puede ejercer de forma independiente y ejercer práctica privada. Algunas funciones las realiza en colaboración con el médico del paciente.
  6. Doctor en Práctica de Enfermería (DNP, por sus siglas en inglés): Este profesional está preparado con las competencias para efectuar cambios organizacionales, fiscales, mejoramiento de la calidad, desarrollar política pública, a su vez ofrece cuidado clínico experto a la persona, a la familia y las poblaciones basado en evidencia científica. Posee conocimiento y análisis clínico experto para mejorar los estándares y desarrollar guías de cuidado en enfermería. Este profesional puede ejercer de forma independiente y ejercer práctica privada.
  7. Enfermería Oncológica: Esta enfermería que se especializa en el tratamiento y el cuidado de las personas que padecen de cáncer, es un área altamente especializada y compleja que requiere un nivel elevado de entrenamiento y educación, con el objetivo de ofrecer un cuidado seguro, de calidad y basado en la evidencia tanto al paciente, familia y cuidador.

En términos de preparación académica, esta es un área de especialidad clínica que varía desde una certificación, un grado de maestría en dicha especialidad y como una subespecialidad de la práctica avanzada. La certificación en área de cuidado se obtiene luego de tener un mínimo de bachillerato y comprende de un año de estudios (360 horas en total, divididas en componente teórico y práctico). Si es a nivel de maestría, puede fluctuar entre 2 a 3 años, dependiendo el programa.

De acuerdo con Dávila Ortiz, existe una variedad de competencias generales que debe poseer este profesional y que están basadas en las competencias de enfermería previamente adquiridas, entiéndase en grados previos:

  1. Trabajo en equipo
  2. Desarrollo profesional continuo.
  3. Abogar por el acceso del paciente a un cuidado de calidad, identificar barreras y soluciones potenciales

Asimismo, la catedrática resalta algunas de las competencias de cuidado clínico:

  1. Entender la biología del cáncer y su relación con el cuidado del paciente.
  2. Ofrecer un cuidado holístico que atienda las necesidades físicas, psicosociales y espirituales de las personas con cáncer y sus cuidadores.
  3. Aplicar guías y protocolos de cuidado basados en evidencia y herramientas para manejar los síntomas asociados a los tratamientos.
  4. Conocer las diferentes modalidades de tratamiento disponibles.
  5. Demostrar el conocimiento y utilización de medidas protectoras para el paciente comprometido inmunológicamente.
  6. Demostrar conocimiento de las intervenciones asociadas a los procedimientos de diagnóstico del cáncer.
  7. Proveer educación que atienda las necesidades del paciente y cuidadores.
  8. Identificar y manejar emergencias oncológicas basado en la evidencia.
  9. Integrar en el plan de cuidado intervenciones culturalmente sensibles.
  10. Conocer estrategias efectivas para atender situaciones éticas relacionadas al cuidado de las personas con cáncer.
  11. Conocer las medidas de prevención primaria, secundaria y terciaria relacionadas al cáncer y su tratamiento.

“Existen una variedad de certificaciones dentro de la enfermería oncológica, como por ejemplo: Hematología Pediátrica, Oncología Pediátrica, Trasplante de Médula Ósea, Cáncer de Seno. Estas certificaciones entiendo que no se ofrecen en Puerto Rico, pero existen en Estados Unidos. En la Escuela de Enfermería del RCM se ofrece una certificación general en Oncología”, informó la también decana asociada a Asuntos Académicos de la Escuela de Enfermería.