El COVID-19 es una enfermedad que, aun dos años después de su llegada, continúa afectando nuestras vidas. Las nuevas variantes tienen la capacidad de propagarse con más rapidez de persona a persona.

Se sabe que los pacientes con cáncer, los ancianos y las personas con enfermedades crónicas del corazón y del pulmón están a mayor riesgo de tener una forma más severa de COVID-19 y sus complicaciones. Los pacientes en tratamiento activo de quimioterapia o radioterapia son más vulnerables a contraer COVID-19, pues tienen las defensas bajas, debido al cáncer y al mismo tratamiento. Un análisis presentado en la reunión oncológica de ASCO 2020 reportó que los pacientes con cáncer activo y en tratamiento tenían cinco veces más riesgo de morir que pacientes en remisión de cáncer. Por esto, los pacientes con cáncer activo deben tener precauciones adicionales para evitar contagiarse con este virus.

Como la población general, los pacientes con cáncer deben lavarse las manos frecuentemente, y evitar tocarse la cara y estar cerca de personas enfermas. Los pacientes con cáncer activo deben permanecer en su casa y salir solo si es necesario; también deben evitar las fiestas y compartir con personas fuera de su núcleo familiar. Es importante que usen mascarillas al salir de la casa, en la oficina médica y durante la quimioterapia. Tampoco deben faltar a sus citas médicas de seguimiento y, en las salas de espera, deben guardar el distanciamiento social. Es importante que continúen su tratamiento, a pesar de la pandemia. Caminar o hacer ejercicios al aire libre es aconsejable.

Si eres un paciente con cáncer y ya tienes las tres vacunas requeridas, es importante que, al cumplir los seis meses de tu última vacuna, te apliques el booster o refuerzo. El segundo refuerzo también está indicado para los pacientes de 50 años o más. Recuerda que los pacientes con cáncer activo o que han recibido tratamiento durante la pandemia no son capaces de desarrollar los anticuerpos contra el COVID-19 igual que la población en general, por lo tanto están más a riesgo de contraer el virus y de terminar hospitalizado por este.

¿Puedo continuar mi tratamiento contra el cáncer si tengo COVID-19?

Si tienes una prueba positiva de COVID-19 (casera o de laboratorio), notifica a tu oncólogo y a tu médico primario de inmediato. Debes esperar diez días en aislamiento y vigilar por síntomas de fatiga y falta de aire. Si los síntomas son leves, puedes permanecer en la casa y medicarte con medicinas over-the-counter. También puedes tomar medicamentos antivirales contra el COVID-19 como el paxlovid, sin que esto afecte tu tratamiento. Si desarrollas falta de aire o tos incontrolable, ve al hospital y notifica que eres paciente de cáncer. Una vez te recuperes y pasen diez días de tu prueba inicial, podrás reincorporarte a tu tratamiento de quimioterapia o radioterapia. Algunos tratamientos, como los medicamentos hormonales para el cáncer de seno (anastrazole, tamoxifeno), se podrán continuar, aunque la mujer esté contagiada con COVID-19.

La autora es oncóloga del Centro de Cáncer de la Mujer, en Ponce. Para información, consulta con tu médico primario, farmacéutico o comunícate con Voces Coalición de Inmunización y Promoción de la Salud, escribiendo a informacion@vocespr.org. También puedes acceder a accediendo a https://www.vocespr.org.