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La menopausia ocurre cuando los ovarios dejan de producir estrógeno y se detienen los períodos menstruales. El estrógeno es una hormona que se produce con las ovulaciones y con la menopausia finalizan los años reproductivos. La edad promedio a la que las mujeres pasan por la menopausia es a los 51 años.
Durante los primeros años después de la menopausia, varios tejidos y órganos pueden debilitarse debido a la disminución del estrógeno. Uno de los problemas más serios de la menopausia es la pérdida de masa ósea, aumentando el riesgo de osteoporosis y fracturas.
El estrógeno producido por los ovarios de la mujer antes de la menopausia, protege contra ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. Al tener menos estrógeno después de la menopausia, las mujeres pierden gran parte de esta protección. Estos factores, combinados con la edad, aumentan el riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares en las mujeres menopáusicas.
La terapia hormonal puede ayudar a aliviar los síntomas de la menopausia tales como los sofocones y la resequedad vaginal. Estos tratamientos deben utilizarse dentro de los primeros diez años de la menopausia. “Terapia hormonal” significa tomar estrógeno y, si aún tienes útero, debes añadir progesterona. El estrógeno con progesterona a veces se denomina “terapia hormonal combinada”. La progesterona ayuda a reducir el riesgo de cáncer de útero que se produce cuando se usa estrógeno solo. Si no tienes útero, se administra estrógeno sin progesterona.
Se ha demostrado que la terapia con estrógenos sistémicos (con o sin progesterona), por ejemplo, en pastillas, son el mejor tratamiento para el alivio de los sofocones y los sudores nocturnos. Tanto los estrógenos sistémicos como las cremas tópicas de estrógeno sirven para aliviar la resequedad vaginal. El estrógeno sistémico protege contra la pérdida de hueso que ocurre al principio de la menopausia y ayuda a prevenir fracturas de cadera y columna. La terapia combinada de estrógeno y progesterona puede reducir el riesgo de cáncer de colon.
Debemos recordar que las terapias hormonales pueden aumentar el riesgo de ciertas condiciones:
- La terapia con estrógenos solos hace que el revestimiento del útero crezca y puede aumentar el riesgo de cáncer de útero.
- La terapia hormonal combinada se asocia con un pequeño aumento del riesgo de ataque cardíaco.
- La terapia hormonal combinada y la terapia con estrógenos solos se asocian con un pequeño aumento del riesgo de accidentes cerebrovasculares y trombosis venosa profunda. Las formas de terapia que no se toman por vía oral (parches, aerosoles y anillos) pueden tener menos riesgo de causar trombosis venosa.
- La terapia hormonal combinada se asocia con un pequeño aumento del riesgo de cáncer de seno.
- Existe un pequeño aumento en el riesgo de enfermedad de la vesícula asociada con la terapia oral con estrógenos con o sin progesterona.
Hay varios medicamentos no hormonales que se pueden utilizar para tratar los síntomas de la menopausia. Por ejemplo, algunos antidepresivos pueden ayudar con los sofocones. La gabapentina, un medicamento para las convulsiones; y la clonidina, un medicamento para la hipertensión, pueden reducir los sofocones y aliviar los problemas de sueño asociados con la menopausia. Los moduladores selectivos del receptor de estrógeno (SERM) actúan sobre los tejidos que dependen del estrógeno. Los SERM pueden aliviar los sofocones y el dolor durante el coito causado por la resequedad vaginal.
Los “pellets”
Escuchamos hablar mucho acerca de las hormonas bioidénticas y los pellets como opciones terapéuticas en la menopausia. Las hormonas bioidénticas provienen de fuentes vegetales e incluyen productos disponibles comercialmente y preparaciones compuestas en farmacia. Las hormonas bioidénticas compuestas son elaboradas por un farmacéutico según la receta de un médico. Los medicamentos compuestos no están regulados por la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA, en inglés).
Las farmacias de compuestos deben tener licencia, pero no tienen que demostrar la seguridad, la eficacia y el control de calidad que la FDA exige a los fabricantes de medicamentos tradicionales. El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG, en inglés) recomienda las terapias hormonales aprobadas por la FDA sobre las terapias hormonales compuestas.
El autor es especialista en endocrinología reproductiva e infertilidad, director médico de GENES fertility institute, tesorero de ACOG Distrito IV EE. UU. y presidente de PROGyn, Inc. Para información, llama al 787-767-2220.
Este contenido comercial fue redactado y/o producido por el equipo de GFR Media.