Ver crecer a sus pacientes y ser testigo del salto de niña a mujer fue la chispa que motivó a la doctora Helen Oquendo del Toro a continuar una subespecialidad en ginecología pediátrica y de adolescentes. “Las niñas y adolescentes no son mujeres en un cuerpo pequeño. La fisiología y la anatomía en esta etapa son propias de un cuerpo en desarrollo. Es por esto que surge mi subespecialidad”.

Como joven madre, esposa y profesional, relató que “la vida de una mujer que desea alcanzar metas familiares, profesionales y sociales es compleja, pero, con metas claras y el apoyo de aquellos que nos rodean, todo es posible”.

Helen Oquendo del Toro, MD, FACOG, es ginecóloga pediátrica y de adolescentes; y catedrática auxiliar del Departamento de Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Puerto Rico.
Helen Oquendo del Toro, MD, FACOG, es ginecóloga pediátrica y de adolescentes; y catedrática auxiliar del Departamento de Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Puerto Rico. (Jaime Rivera)

Su carrera ha sido un gran reto, pues existen menos de 50 subespecialistas de su tipo en la nación americana. “Ser parte de una rama relativamente nueva en la ginecología tiene grandes recompensas. Día a día contribuyo al cambio en percepción sobre la importancia del cuidado ginecológico en etapas tempranas de la vida. Esto me permite crear una relación única con mis pacientes”, afirmó la doctora.

La también catedrática auxiliar del Recinto de Ciencias Médicas expresó que “la academia siempre ha sido mi pasión. Es gratificante ver el impacto de esta subespecialidad en la formación de mis residentes. Durante el entrenamiento típico de ginecología y obstetricia, la exposición a pacientes jóvenes solía ser limitada. Esto ha evolucionado y cada vez son más las madres y padres que buscan a un especialista con entrenamiento en niñas y adolescentes”.

Entre las edades de 18 a 34 años se suele cimentar la relación con el ginecólogo, quien se convierte en el médico primario de muchas pacientes. Durante la visita típica, se deben atender preguntas sobre ansiedad, depresión, alimentación adecuada, uso de cigarrillo, y uso de alcohol y sustancias controladas. En esta etapa, resulta indispensable para muchas pacientes la orientación y el uso de contracepción. Se discuten temas acerca de violencia doméstica o entre parejas, riesgo de exposición a enfermedades de transmisión sexual y prácticas sexuales seguras. El examen de senos y el examen vaginal se convierten más rutinarios para la mayor parte de los pacientes. A partir de los 21 años, se recomienda que se lleve a cabo la prueba de Papanicolaou. También es importante estar al día en las vacunas que te corresponden, incluyendo la vacuna contra el VPH y la de influenza.

Para más información, escribe a pedigynpuertorico@gmail.com o llama al 787-478-7334.