Históricamente, se ha hablado mucho acerca del acoso escolar, conocido coloquialmente como bullying. Para algunos padres de familia, e incluso miembros de la comunidad educativa, se trata de una situación normal que ayuda a formar el carácter de los niños o jóvenes, que tiene una fase transitoria y no tiene repercusiones, que los terceros o espectadores no deben involucrarse, entre otros mitos e imaginarios sesgados al respecto.

Según Natalia Cárdenas, Psicóloga especializada en acoso escolar, tanto el bullying, aquel acoso físico o psicológico reiterado que sufren personas por cuenta de sus pares, como el denominado cyberbullying, que involucra el uso de información y tecnologías de la comunicación para apoyar intencional y repetitivamente el comportamiento hostil de un individuo o grupo para herir a otros, tienen consecuencias graves.

De hecho, en la investigación ’'Intimidación Escolar, Prevención e Intervención’', liderada por la psicóloga Cárdenas, se establece que el bullying es un tipo de violencia extrema que va aumentando con el tiempo si no es atendido por las autoridades institucionales.

“Reconocer los síntomas del bullying a tiempo, puede evitar futuros escenarios de violencia, enfermedades físicas y psicológicas e incluso desenlaces trágicos”, aseguró Cárdenas.

Agregó que, si bien esta problemática ha afectado a muchas generaciones, tanto en escuelas como fuera de estas, la expectativa del regreso presencial a clases o bajo un modelo de alternancia, a causa de la contingencia sanitaria generada por los nuevos picos de contagio del COVID-19, ha hecho que muchos estudiantes (niños y jóvenes), puedan estar preocupados no solo por normalizar su dinámica de estudio y minimizar cualquier impacto en su aprendizaje, sino también ante la posibilidad de volver a ser intimidados.

Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), los niños expresan temor de volver a las escuelas por cuenta de este fenómeno y, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la tercera parte de los niños en el mundo sufre de acoso escolar. Los casos aumentan entre quinto y noveno grado y la prevalencia en niños es del 32%, mientras que en las niñas es del 28%.

Por ello, hay que estar atento a si el niño o la niña se rehúsan a volver a la escuela y, además, padecen de depresión, baja autoestima, dolor de cabeza o de estómago, cansancio, malos hábitos alimenticios, dificultad para conciliar el sueño o agresividad, ya que estos son signos que denotan que pueden estar siendo víctimas de acoso escolar o bullying. Según expertos, estos síntomas pueden surgir desde los tres años y pueden afectar las diferentes etapas de vida de las personas, sobre todo la adolescencia, por lo que es importante buscar ayuda de un profesional de la salud.

De otra parte, si el niño se siente intimidado por prender la cámara o el micrófono cuando está tomando sus clases virtuales, debe dársele seguimiento a este comportamiento y estimular la confianza del niño. Recuerda que la responsabilidad comienza en casa y, si detectas que el niño busca espacios para estar solo frente a sus dispositivos electrónicos y se ve nervioso o alterado cuando recibe un nuevo mensaje, debes tomar una postura reflexiva frente a la situación y generar vínculos de confianza que le permitan al niño expresarse fluidamente y sin temor. Igualmente, si percibes que el niño está perdiendo habilidades comunicativas y participativas entre su núcleo de amigos, debes fomentar actividades y herramientas de diálogo que aumenten la confianza y la aceptación de sí mismo.

Según expertos de la salud, es esencial reconocer los síntomas del bullying y el niño no debe lidiar con esto solo, sino que debe estar acompañado por sus padres, profesores y psicólogos encargados, evitando futuros escenarios de violencia, enfermedades físicas y psicológicas e incluso desenlaces trágicos.

Asimismo, es importante recordar que el bullying es una problemática que no solo le compete a los más pequeños y a sus padres, sino que también las escuelas son responsables de tomar medidas frente a los diferentes actores que se identifican en escenarios de intimidación escolar, como: el bully (que ejerce intimación sobre otro), el intimidado de bullying y los espectadores.

“Tal vez, tu hijo no está siendo intimidado por otros niños, pero sí puede estar presenciando estos hechos, pero guarda silencio frente a lo que hay que responder con empoderamiento e inspiración para que tu hijo se convierta en un líder del cambio en el ahora, desde la virtualidad”, afirmó Cárdenas, al agregar que existen iniciativas como #BullyingPorLoving, de la marca Nosotras, que “invita a los intimidados de acoso escolar a aceptarse, empoderarse y amarse tal y como son, a los intimidadores a sensibilizarse y cambiar el acoso por el apoyo y la empatía, y a los espectadores, familiares y demás actores del ecosistema educativo (profesores, coordinadores de convivencia, rectores, autoridades, entre otros) a reflexionar sobre su rol e influencia para erradicar esta problemática”.

Al recalcar la necesidad de estar conscientes del malestar que les genera a los niños padecer de bullying, la campaña #BullyingPorLoving” presenta mensajes de amor para ayudarles a sentir que no están solos, forjando su carácter y evitando que estos comportamientos tengan repercusiones negativas en su futuro. Ellos son el futuro de nuestro país, el llamado es a apoyarlos y a ser parte de su crecimiento con responsabilidad. De esta manera, emprende esta problemática desde una perspectiva integral, es decir, involucrando no solo a intimidado e intimidador, sino también a los espectadores, padres de familia de las partes, profesores y demás actores del entorno escolar, quienes tienen un rol definitivo para permitir o frenar conductas de acoso escolar.

Por más de cuatro años, la iniciativa Bullying Por Loving que, a la fecha, ha impactado a más de 60 millones de mujeres y visitado más de 3,600 escuelas públicas y privadas, ha entregado más de 1 millón 500 mil elementos simbólicos para reforzar sus mensajes centrales, creando lazos de seguridad y confianza en niños, niñas y adolescentes en toda la región. Además, reconociendo que los niños y los jóvenes están expuestos a internet la mayor parte del tiempo, también crearon un canal de YouTube con un lenguaje dinámico y cercano para ellos y una página web en la que pueden informarse y consultar con psicólogos expertos que están dispuestos a brindarles la mejor atención.

Para información, accede al consultorio Nosotras en https://www.nosotrasonline.com.pr/entre-nosotras/consultorios/loving y busca los vídeos en https://www.youtube.com/user/videosNosotras.