Se relacionan la obesidad infantil y la osteoartritis
Con la obesidad pediátrica ahora de proporciones epidémicas en Puerto Rico cada vez se diagnostica la osteoartritis en personas más jóvenes
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La osteoartritis (OA) es la forma más común de artritis y una de las causas mayores de incapacidad en Puerto Rico. Varios estudios en niños han demostrado que los cambios de osteoartritis comienzan desde la niñez, con problemas de control de peso.
La obesidad se determina calculando el índice de masa corporal del niño con relación a su peso y estatura para luego compararlo con las gráficas de crecimiento los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés). Esta afecta a más del 30 % de los niños en Puerto Rico, convirtiéndose en la enfermedad crónica más común de la niñez. Lo más preocupante es que la población de jóvenes obesos está más propensa a convertirse en adultos obesos, aumentando la incidencia de enfermedades crónicas que afectan su calidad de vida e inclusive alguna de ellas causando muerte prematura. Una de estas condiciones es la osteoartritis.
Sabemos que la obesidad aumenta el estrés mecánico en una articulación que soporta peso. Se ha relacionado fuertemente con la osteoartritis de las rodillas y, en menor medida, de las caderas. También, estudios han demostrado que hay una asociación significativa entre la obesidad y el dolor de espalda baja debido a cambios biomecánicos en la espina lumbar y las extremidades inferiores.
Además de sus efectos mecánicos, la obesidad puede ser un factor de riesgo inflamatorio para la osteoartritis. Se ha asociado un aumento en los niveles de ciertas sustancias inflamatorias que se producen en la grasa promoviendo la inflamación crónica de bajo grado en las articulaciones.
Se estima que la razón por la que atravesamos una epidemia de obesidad es la falta de una dieta balanceada y la disminución de actividad física. En nuestra experiencia, la ausencia de conocimiento de parte de los padres y la falta de prevención permiten que el problema se perpetúe.
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¿Qué podemos hacer?
La Academia Americana de Pediatría (AAP) recomienda medidas que se pueden tomar como familia, como por ejemplo, comer más saludable. Otras medidas son:
Comprar menos bebidas azucaradas, bocadillos altos en calorías y dulces. Si quieres tener estos alimentos para una celebración especial, se deben comprar poco antes del evento y eliminarlos inmediatamente después.
Los alimentos y las bebidas saludables (agua, jugos de arándanos, vegetales y otros refrigerios bajos en calorías), deben estar fácilmente disponibles y a la vista en la mesa de la cocina, la alacena o en la parte delantera de las tablillas del refrigerador.
Los alimentos con alto contenido calórico deben ser menos visibles, estar envueltos en papel de aluminio en lugar de una envoltura transparente y colocados en la parte posterior de la nevera o la alacena.
La AAP también recomienda reducir los comportamientos sedentarios. Una forma de lograrlo es tener menos televisores en la casa y quitar el televisor y otros medios de la habitación y la cocina. Se debe limitar en tiempo de pantalla. También, hay que asegurarse de que los niños duerman las horas adecuadas para su edad. Por lo general, los niños que duermen menos de 9 horas por noche tienen más probabilidades de tener sobrepeso u obesidad.
Además de las modificaciones en la dieta y la reducción del tiempo de pantalla, las familias pueden disfrutar de actividades físicas juntas para cumplir con los 60 minutos de actividad de moderada a rigurosa recomendados al día. Esto puede incluir: deportes de equipo, ir a un parque o a senderos para caminar/andar en bicicleta, jugar a los bolos, caminar a las mascotas, usar las escaleras o caminar a un destino en lugar de conducir.
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Factor modificable
Con la obesidad pediátrica ahora de proporciones epidémicas en Puerto Rico cada vez se diagnostica la osteoartritis en personas más jóvenes.
La obesidad es una situación de salud pública sumamente alarmante por lo que se le debe dar la importancia meritoria y ser abordada como la enfermedad que es. Lo positivo es que un factor de riesgo modificable por lo que, manteniendo una dieta balanceada, e incorporando por lo menos 60 minutos de actividad física en la rutina diaria del niño, podemos prevenir la obesidad infantil y la osteoartritis prematura.
La autora es miembro de la Junta Directiva de la Fundación Puertorriqueña de Enfermedades Reumáticas, Inc. (FER) y Board Certified en Reumatología Pediátrica, Pediatría y Medicina de Obesidad en el Hospital HIMA San Pablo Caguas (787-653-2224) y Bayamón (787-620-4307).
Este contenido comercial fue redactado y/o producido por el equipo de GFR Media.