Dolor articular, entumecimiento, hinchazón y pesadez son algunos de los síntomas principales de una enfermedad reumática.

El presidente de la Fundación Puertorriqueña de Enfermedades Reumáticas (FER), doctor Oscar Soto-Raíces, definió a las enfermedades reumáticas como un conjunto de condiciones que abarcan más de 200 tipos de condiciones y que, en su mayoría, afectan al sistema musculoesquelético.

“Afectan las articulaciones y las estructuras que la rodean los tejidos, ligamentos, músculos y el tejido conectivo. De ahí, vamos definiendo las condiciones, dependiendo de lo que esté afectado y cómo esté afectado”, informó Soto-Raíces. Además, explicó que si lo más afectado son las articulaciones, se entra en el grupo que llaman “artritis” y que hay más de 100 condiciones de artritis descritas.

Además de la artritis, están las enfermedades de tejido conectivo y otras enfermedades autoinmunes que son sistemáticas (afectan varios sistemas del cuerpo), crónicas e inflamatorias que afectan muchos tejidos. “En su mayoría, son enfermedades crónicas, que no tienen cura, pero sí tenemos cómo controlarlas y cómo poner la condición en remisión”, reconoció el reumatólogo.

Soto-Raíces describió la osteoartritis el tipo de enfermedad reumática más común en Puerto Rico y el resto del mundo. “Es el tipo de artritis que todos, en algún momento, podemos padecer, porque es la consecuencia del desgaste usual de las articulaciones con el tiempo; se asocia a la edad”, informó.

De acuerdo con el presidente de la Fundación FER, la osteoartritis puede comenzar después de los 30 a 40 años, cuando las articulaciones empiezan a degenerarse, pero los síntomas pueden presentarse después de los 50 años.

“No todo el mundo tiene síntomas de osteoartritis, pero todos padecemos eventualmente de algún tipo de desgaste, especialmente de cartílago que es lo que está entre un hueso y otro en la articulación. Lo que hace que una persona tenga síntomas o no depende de cuánta inflamación o cuánto daño tenga esa articulación”, aseveró.

Entre los factores de riesgo que mencionó el especialista están: la genética, el uso y abuso de la articulación, un trauma en la articulación y el sobrepeso, que puede causar desgaste en rodillas, caderas y espalda baja.

El segundo tipo de artritis, que se mantiene bajo alerta en la isla, es la artritis reumatoide. Es una condición crónica, autoinmune, inflamatoria y sistémica que puede afectar a niños y envejecientes, pero es más común en las personas de mediana edad.

“Es el tipo de artritis donde la inflamación en la articulación puede llevar a una rápida destrucción de los tejidos, por lo tanto, se puede dañar esa articulación, causar deformidad, que implica perdida de movimiento y que se puede traducir en discapacidad”, especificó Soto-Raíces.

El reumatólogo alertó sobre la importancia de lograr un diagnóstico a tiempo que permita el tratamiento correcto para detener el progreso de la enfermedad, evitar la deformidad, el daño a la articulación o que se incapacite. “Hoy en día, el paciente con artritis reumatoide o inflamatoria, si se trata a tiempo y logramos conseguir el tratamiento efectivo, puede vivir una vida completamente normal, como si no tuviera artritis”, puntualizó.

De igual forma, en Puerto Rico se le presta importancia a la artritis psoriásica. Debido a que las personas que la padecen [a veces] no saben que el dolor en las articulaciones está asociado a la psoriasis, ya que no es solo una condición de piel, sino también una condición sistémica, que puede causar daño permanente a la articulación o discapacidad.

Además, el doctor mencionó el lupus como otra condición de prioridad, ya que el factor genético predispone a los latinos. “En Puerto Rico hay una alta incidencia y si las personas no se tratan pueden tener consecuencias fatales, porque puede afectar casi todos los sistemas en el cuerpo. El lupus tiende aparecer en personas jóvenes, especialmente en la adolescencia”, advirtió el reumatólogo.

Consistentes los avances tecnológicos

Según el presidente de la Fundación FER, las últimas dos décadas se logró un crecimiento continuo y positivo en el conocimiento de lo que ocurre en el sistema inmune y cómo controlarlo, lo que representa un avance para la artritis reumatoide y psoriásica. “Cada día salen más medicamentos que son bien específicos y tratan de regular o bloquear el sistema inmune para controlar la inflamación y la condición”, informó.

En el caso del lupus, el doctor mencionó que, aunque es más complicado, porque afecta más sistemas en el cuerpo, también se lograron avances. “Estamos empezando hablar de cómo modificar la condición, para que no haya daño permanente, lo que no ocurría años atrás. Encontramos medicamentos biológicos y no biológicos para tratar ya sea el riñón, el pulmón, la articulación o la piel”, aseguró.

“Hay estudios nuevos que nos hablan de esas células o receptores específicos en el sistema inmune que están alterados y eso nos abre la puerta para encontrar algo que pueda bloquear esa célula y se pueda controlar la condición”, afirmó Soto-Raíces. Incluso, anunció que hay muchas investigaciones en proceso y que estudian múltiples compuestos para tratar de controlar mejor estas condiciones. Entre los medicamentos que se utilizan actualmente, el reumatólogo mencionó:

  • Medicamentos antinflamatorios, no esteroidales
  • Medicamentos modificadores de la condición convencionales
  • Biológicos, que son hechos de celulas vivas y son inyectables
  • Inmunomoduladores sintéticos o comprimidos específicos en tabletas con efectos similares a los biológicos, que pueden bloquear una célula particular

“Todos buscan poner la condición a remisión, porque si logramos remisión el paciente se siente como si no tuviera la condición, siempre que siga su tratamiento”, especificó. Esta búsqueda responde a que no todos los pacientes, aunque tengan la misma condición, presentan los mismos síntomas ni responden a los mismos medicamentos. “Por eso siempre estamos buscando distintas terapias y cómo combinarlas”, explicó.