Mitos y realidades de la alimentación saludable
No todo lo que se repite está avalado por la ciencia
PUBLICIDAD
Alimentarse saludablemente no es un acto que pueda limitarse a dos o tres recomendaciones básicas ni resumirse en unos cuantos estándares. Es un concepto que atraviesa las dimensiones del ser humano y sus circunstancias de vida. Sin duda, repercuten múltiples factores —como los socioculturales y los económicos— propios de cada persona, cada comunidad y cada país.
A raíz de la investigación científica y el desarrollo de la ciencia de la nutrición, ciertas creencias que se han repetido como certezas a través del tiempo han sido expuestas como falacias o verdades a medias. En otros casos, diversos estudios muestran hallazgos contradictorios entre sí.
“El campo de la nutrición es una ciencia fascinante que cambia de forma acelerada, por lo que estudiar e interpretar tanta información científica en un contexto integral es un reto para todos los profesionales de la salud”, sostuvo la directora del Programa Coordinado de Nutrición de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico, licenciada Vivian Rodríguez Mori.
Así, mencionó algunas de las suposiciones y explicó qué dice la ciencia al respecto.
Asociación de las enfermedades cardiovasculares con el consumo de grasas: “La realidad es que no depende tanto del consumo de grasas, sino del tipo de grasa”, comunicó. “Decir que la grasa en su totalidad es mala para la salud es un mito”, aseveró. Las grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas son consideradas saludables. No obstante, la entrevistada apuntó que esto no quiere decir que no se puedan ingerir grasas saturadas, sino que hay que limitar su consumo.
“Los alimentos no son buenos ni malos. ¿Qué dentro de un grupo de alimentos hay mejores alternativas que otras?, sí”, puntualizó.
Es conveniente seleccionar alimentos libres de gluten: De acuerdo con la licenciada Rodríguez Mori, investigaciones científicas revelan que las personas que no tienen enfermedad celíaca no deben eliminar el gluten de su dieta porque pueden ocurrir efectos perjudiciales para la salud a largo plazo.
El control de peso se trata exclusivamente de las calorías que consumes versus las calorías que puedes quemar: “Mantener un peso saludable depende de múltiples factores como la etapa de vida, factores hormonales, genéticos y condiciones de salud, entre otros”, señaló.
Los jugos verdes son buenos para mantener la salud y el control de peso: Los jugos verdes no son una solución a largo plazo para el control de peso ni deben ser una sustitución de la comida. Al exprimir, la fibra de las frutas y los vegetales se pierde. Además, el proceso de masticación es importante para el proceso digestivo, contribuye a la sensación de saciedad y reduce la ansiedad. Por el contrario, los smoothies o los batidos en los que las frutas y los vegetales se echan completos en la licuadora sí mantienen la fibra.
Los trastornos alimentarios solo afectan a las mujeres: Aunque hay una mayor prevalencia en mujeres, los hombres también padecen trastornos alimentarios, entre los que se encuentran la anorexia, la bulimia y el trastorno por atracón. Las estadísticas muestran una tasa alta de trastornos de la alimentación en adolescentes y jóvenes adultos de la comunidad LGBTQIA+.
Los carbohidratos son causantes del aumento en peso y las enfermedades cardiovasculares: Es un error creer que no son buenos para la salud. Entre los carbohidratos se encuentran, por ejemplo, frutas, verduras y legumbres. “Dentro de este grupo [de alimentos], hay almidones refinados que, si se consumen en cantidades excesivas, pueden ser un factor de sobrepeso, obesidad y problemas de salud. Pero, los carbohidratos no son malos; decir eso confunde”, aclaró.
Es necesario contar las calorías para perder peso: Aunque puede ser útil para algunas personas, Rodríguez Mori indicó que no es conveniente enfocarse de manera excesiva en contar las calorías, ya que puede provocar [permarexia u obsesión] en ciertas personas con trastornos alimentarios.
Una dieta vegana o vegetariana no es una dieta balanceada: Sí, pueden ser balanceadas. “En general, la dieta vegana y la vegetariana bien planificadas pueden contribuir a un estado óptimo de salud”, expresó Rodríguez Mori y añadió que este tipo de dieta cobra importancia para la sostenibilidad, la seguridad alimentaria y la protección del medioambiente.
Debemos vigilar las porciones, seguir horarios estáticos y estructuras: Actualmente, el enfoque es un consumo de alimentos intuitivo, de acuerdo con la entrevistada. Entre los principios del planteamiento intuitivo se encuentran: honrar y respetar nuestro cuerpo, y saber cómo responder a lo que necesita, hacer las paces con la comida y lidiar adecuadamente con las emociones asociadas al acto de comer.
Por otro lado, es necesario que, para establecer cuál debe ser la dieta diaria de una persona, se tomen en cuenta el historial médico, los medicamentos recetados y no recetados que utiliza, la edad, las medidas antropométricas (como la estatura y el peso), análisis de laboratorio, los aspectos culturales, el poder adquisitivo, la accesibilidad a los alimentos, las creencias, los gustos y las preferencias, entre otros elementos.
“Las recomendaciones generales sobre nutrición y la conducta alimentaria deben ser ofrecidas dentro de una visión holística que tome en consideración la realidad de la población a la que servimos”, afirmó Rodríguez Mori.
La experta en nutrición afirmó que “el balance, la moderación, la variedad y la adecuacidad en el consumo de alimentos (nutrientes) deben ser los pilares para una alimentación sana que promueva la salud y ayude a prevenir las enfermedades degenerativas”.
La autora es periodista colaboradora de Puerto Rico Saludable.
Este contenido comercial fue redactado y/o producido por el equipo de GFR Media.