El diagnóstico de lupus eritematoso sistémico (LES) es uno que siempre asusta. Cuando los pacientes llegan a mi oficina, por primera vez, porque sospechan tener lupus, vienen con temores, ansiedad, confusión y hasta depresión. Hoy día, todavía hay mucho desconocimiento sobre esta enfermedad. Las personas piensan que es cáncer y que se van a morir.

¿Cuáles son las realidades de esta temida enfermedad?

El lupus eritematoso sistémico se le conoce como el gran imitador, porque sus síntomas imitan otras enfermedades. El LES es una enfermedad autoinmune e inflamatoria crónica que afecta las articulaciones, los riñones, médula ósea, pulmones y la piel, y, no tratarlo, puede causar la muerte. El lupus es difícil de diagnosticar porque sus síntomas aparecen y desaparecen.

La Fundación Americana de Lupus ha revelado que, en promedio, puede tomar tres o cuatro años y visitar a más de tres médicos para hacer el diagnóstico. El lupus es una enfermedad que afecta más a las mujeres entre la segunda y la cuarta década, es más común en personas de la raza negra y en asiáticos.

Lo primero que puedes notar son síntomas de cansancio y malestar general, aun después de haber dormido y descansado. También puedes tener erupciones en la piel, caída de cabello, úlceras orales o nasales, dolor articular o dolor de pecho cuando respiras profundo.

No sabemos qué causa esta enfermedad, sin embargo, sí se ha descubierto qué factores genéticos, hormonales y ambientales (virus, rayos del sol, alergias y medicamentos) interactúan entre sí para causar anomalías en el sistema inmunológico.

El sistema inmunológico es nuestro sistema de defensas, nos protege de infecciones produciendo anticuerpos. En los pacientes de lupus, el sistema inmunológico, en lugar de producir anticuerpos que nos protejan, produce anticuerpos que atacan los órganos del paciente y causan la enfermedad. Es un tipo de desregulación del sistema de defensas que ataca nuestros propios órganos.

Ya mencioné que el diagnóstico de LES es difícil. Para hacerlo, necesitamos hacer un buen historial médico, examen físico, historial de la familia y pruebas de laboratorios. No podemos hacer el diagnóstico de lupus con base en una sola prueba de laboratorio. Con frecuencia, llegan pacientes a la oficina pensando que tienen lupus porque tienen un ANA Test positivo, sin embargo, esta prueba no es exclusiva de lupus.

Los síntomas de lupus son variados e incluyen fiebre, cansancio, artritis, erupciones en la cara en forma de mariposa, erupciones en áreas de piel expuestas al sol, caída de cabello, úlceras orales o nasales, fiebre, convulsiones, problemas de coagulación, abortos, disminución de hemoglobina, plaquetas y proteínas y sangre en orina. Una gran gama de síntomas. Se necesita un alto grado de sospecha clínica y unos hallazgos de laboratorios específicos para hacer este diagnóstico.

El tratamiento es individualizado de acuerdo con los síntomas que tenga el paciente. No es posible discutir cada uno de ellos en detalle en este espacio, pero sí te diré que solo tu reumatólogo puede recomendarte el tratamiento más adecuado, de acuerdo con tu cuadro clínico, pues es él quien mejor te conoce y quien más conocimiento tiene sobre la enfermedad.

Hay una gran gama de posibles terapias, que van desde antiinflamatorios no esteroideos (ibuprofeno, naproxeno), hasta agentes antimaláricos como la hidroxicloroquina. En los pacientes más graves que tienen daño al riñón, pulmón, cerebro o corazón se recomienda terapias más agresivas como los esteroides (cortisona) y otros medicamentos como azatioprina y ciclofosfamida. El mofetil micofenolato es utilizado en casos de daño renal por lupus. En los últimos años, y, por primera vez en mucho tiempo, se han aprobado nuevas terapias diseñadas específicamente para lupus: Belimumab y Anifrolumab. Ambas son utilizadas en pacientes con manifestaciones sistémicas y afectación renal y han probado ser efectivos en controlar dicha condición.

Actualmente, hay muchos productos bajo investigación que prometen aportar de manera favorable a mejorar la calidad de vida del paciente con LES.

Los medicamentos son solo un aspecto del tratamiento para el lupus. Otros aspectos importantes son evitar la exposición al sol, tener un estilo de vida saludable: hacer ejercicio, no fumar, alimentarse de manera adecuada, observando siempre tus niveles de colesterol y triglicéridos, y disminuir el estrés. Si eres una mujer joven y quieres embarazarte, debes discutirlo con tu obstetra y con tu reumatólogo.

La educación es parte crucial de tu tratamiento, pues, entre más sepas de tu condición, podrás participar activamente y de manera informada en las decisiones de tu tratamiento. Además, podrías ayudar a tu médico identificando síntomas que sugieran posibles complicaciones o activación de tu enfermedad.

No pierdas la esperanza; hoy día, el lupus es una enfermedad tratable y, con un cuidado adecuado, la mayoría de los pacientes pueden llevar una vida productiva y placentera.

Para más información sobre estudios de investigación en lupus sistémico eritematoso te puedes comunicar con CRC Research, llamando al 787-554-8465.

La autora es reumatóloga e investigadora principal de CRC Research.