Lo que necesitas saber sobre la tercera dosis de la vacuna contra el COVID-19
A finales de septiembre, se podría ampliar la población elegible para recibirla
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Los proveedores de atención médica ya pueden ofrecer una tercera dosis de las vacunas de Pfizer-BioNTech y Moderna contra el COVID-19 a ciertas personas inmunocomprometidas, según recomendaciones de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), el Comité Asesor sobre Usos de Inmunización (ACIP) y el Grupo de Trabajo de Evaluación de Seguridad Científica de los Estados del Oeste.
“En estas últimas dos semanas, se les está poniendo (la tercera dosis) a personas con el sistema inmunodeprimido o personas que tengan algún agente inmunosupresor: cáncer, trasplante de órgano, personas con VIH y pacientes en quimioterapia”, explicó el infectólogo Jorge Santana Bagur, sobre el proceso de administración de la tercera dosis de la vacuna en Puerto Rico.
A pesar de que las vacunas autorizadas han comprobado tener una eficacia de más del 90% para proteger a las personas de la mayoría de las variantes, las investigaciones actuales apuntan a que quienes tienen un sistema inmune comprometido, sea moderado o grave, no desarrollan el mismo nivel de inmunidad que el resto de la población que no están inmunocomprometidas, de acuerdo con el Departamento de Salud del Estado de Washington.
Por lo tanto, la tercera dosis no se considera una dosis de refuerzo, sino una dosis adicional para las personas que no desarrollaron inmunidad adecuada con las dos dosis iniciales.
Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) estas son personas que cumplen con los requisitos para recibir la tercera dosis:
- Quienes hayan estado recibiendo tratamiento activo contra el cáncer para tumores o cáncer de sangre.
- Recibieron un trasplante de órgano y están tomando medicamentos para inhibir el sistema inmunológico.
- Las personas que cuentan con un trasplante de células madre en los últimos dos años o están tomando medicamentos para inhibir el sistema inmunológico.
- Tienen inmunodeficiencia primaria moderada o grave (como el síndrome de DiGeorge o de Wiskott-Aldrich).
- Quienes viven con VIH en etapa avanzada o no tratado.
- Las personas que reciben tratamiento activo con corticosteroides en dosis altas u otros medicamentos que pueden inhibir su respuesta inmunitaria.
“Posteriormente, se espera [que] para el 20 de septiembre, haya una reunión del comité asesor de la FDA para ver si esto se va a extender para los trabajadores de la salud en riesgos, como paramédicos, enfermeros y para personas de edad avanzada. Esto todavía no se ha decidido del todo porque hay algunos expertos que entienden que todavía no es el momento”, sostuvo Santana Bagur, director de la Unidad de Investigación Clínica sobre SIDA del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico.
Aunque es probable que la vacuna aumente la protección, las personas inmunocomprometidas deben continuar utilizando mascarilla, mantener los seis pies de distanciamiento social, evitar estar en lugares con aglomeramiento de personas y en espacios interiores mal ventilados para protegerse.
Asimismo, se exhorta a las personas que mantienen contacto con gente inmunocomprometida a vacunarse contra el COVID-19 para ayudar a generar una burbuja de protección alrededor de los más vulnerables, indicó el CDC.
Este contenido comercial fue redactado y/o producido por el equipo de GFR Media.