“¡Tanto ejercicio que hago!”, “¡Tantos regímenes alimenticios que hago y no bajo de peso!”… Muchas personas transforman su vida en momentos en los que se dan cuenta que bajar de peso no es un asunto de imagen, sino una cuestión de mejorar su salud. Cada organismo es distinto y, por tanto, los resultados esperados no siempre son los que se desean.

Para bajar de peso, existe una tendencia conocida como la dieta de la cetosis. “La cetosis se puede definir como el proceso que ocurre cuando el cuerpo utiliza la grasa en vez de glucosa (azúcar) como principal fuente de energía, produciéndose cetonas. Este proceso ocurre como resultado de una alimentación muy baja en carbohidratos”, comentó la licenciada Luz Aidyl Pérez Rodríguez, nutricionista dietista en el Centro de Diabetes.

Pérez indicó que las características principales que puede experimentar una persona que este tipo de régimen, síntomas asociados a lo que se conoce como la “gripe citogénica”. Estos incluyen: fatiga, dolor de cabeza, irritabilidad, náuseas, mareos, estreñimiento, mal aliento y calambres, entro otros. La experta en nutrición aseguró que llegar a la cetosis debe ser guiado por profesionales de la salud que puedan evaluar las cetonas en el cuerpo, ya que estas pueden llegar ser contradictorias para la salud.

Por otra parte, explicó que existen estudios en donde se demuestra que las dietas cetogénicas pueden ser de gran beneficio para pacientes con epilepsia, ya que ayudan a prevenir las convulsiones.

En la actualidad, este tipo de dieta se ha vuelto muy popular en las redes sociales.

“Las personas buscan ver cambios o resultados rápidos. Este tipo de dieta es alta en grasas, moderada en proteínas y baja en carbohidratos. Estos cambios alimentarios son sumamente restrictivos y les prometen a las personas ver resultados en corto tiempo. De ahí a que logren un gran auge entre sus seguidores”, explicó Pérez.

Igualmente, la licenciada considera que uno de los aspectos importantes es que las personas piensan que, eliminando ciertos grupos de alimentos, van a reflejar cambios en peso y en valores de laboratorios, pero, sin embargo, dejan de lado realizar modificaciones en estilos de vida, que son los que, en realidad ,garantizaran cambios a largo plazo.

Restricciones que provocan este tipo de dieta:

  • Problemas gastrointestinales- bajo consumo de fibra que se logra a través de frutas, vegetales y alimentos de grano integro como las legumbres, pastas, panes y arroz integral.
  • Deficiencias en vitaminas y minerales
  • Alteración en valores de colesterol

“Hay que tener en perspectiva que el sobrepeso y la obesidad son una enfermedad multifactorial. La genética, edad, el ambiente, los factores de estrés, la falta de sueño, y los hábitos culturales y de alimentación afectan el peso. Por esta razón, se debe consultar al profesional adecuado, adiestrado y con las credenciales para que la evaluación se haga de forma certera, adaptándose a las necesidades del individuo”, mencionó.

La mejor exhortación que ofreció la nutricionista es que las personas modifiquen su conducta. Que no vean la acción de bajar de peso como algo que pueden resolver a corto plazo con las dietas de modas.

No hay una dieta perfecta o un plan de alimentación único. Esto es algo individualizado. La combinación en cambios de estilos de vida, una mejor selección de alimentos, actividad física, manejo de estrés y sacar tiempo para hacer actividades de entretenimiento ayudan a crear un balance saludable”, concluyó.