“Una de las enfermedades más tristes que veo”, es la impresión que le ha dejado la enfermedad de Alzheimer al neurólogo de adultos Alexis Duprey Colón, en sus 20 años de práctica profesional.

No es para menos. Este padecimiento, el tipo de demencia más común, según expertos médicos, degenera progresivamente las neuronas hasta que interrumpe las capacidades para debilitar intensamente el funcionamiento físico y social. Tiene tratamiento, pero no tiene cura. Es, además, una enfermedad con un período preclínico largo.

“La destrucción neuronal comienza 20 años antes que los síntomas”, explicó el doctor.

Según datos del Departamento de Salud (DS) para el 2017, el alzhéimer era la cuarta causa de muerte en Puerto Rico. En un informe de esta agencia, con información recopilada hasta diciembre de 2019, 65% de los pacientes eran mujeres. Es una enfermedad que se diagnostica por el cuadro clínico y, por lo general, estos pacientes presentan otros padecimientos, como: hipertensión, diabetes, enfermedad cardiovascular, neurológicas, tiroidea y cerebrovascular; depresión, colesterol alto, asma y obesidad, según el Boletín trimestral del Registro de Alzheimer de Puerto Rico. Duprey Colón estima que debe haber entre 45 mil y 55 mil personas con alzhéimer en Puerto Rico.

Las tres etapas o estadios del alzhéimer: síntomas y acompañamientos de cuidadores

La mayoría de los pacientes que visitan a un médico para confirmar o descartar un diagnóstico, van acompañados de algún familiar. Al ser una enfermedad de desarrollo lento, pero progresivo, los allegados deben estar alertas a señales preocupantes o conductas de riesgo.

1. Primera etapa

En esta primera etapa, que puede durar desde un año hasta siete, comienzan los olvidos de eventos o asuntos recientes y la desorganización en las tareas rutinarias, como las domésticas o laborales. Duprey Colón describe esta etapa como “sutil”. Las personas allegadas a un potencial deben estar alertas a la frecuencia y tipos de olvidos de sus seres queridos, y a cambios en conductas, por más leves que parezcan. Muchas veces, se atribuyen estos cambios a la edad y no necesariamente es así. En el momento en que algo nos preocupa, debemos hacer una cita de evaluación.

2. Segunda etapa

En la experiencia de Duprey Colón, la mayoría de los pacientes están en esta etapa cuando son diagnosticados. Es un estadio que puede durar entre siete y nueve años. En este momento, recalca el doctor, “el olvido está bien marcado” y ya hay señales claras de los síntomas. Las personas se preguntan lo mismo varias veces en un mismo día; hay desorientación de tiempo y espacio; surgen problemas con prestar atención a conversaciones y se dificulta la acción de resolver problemas que antes eran rutinarios, como perderse al transitar por el vecindario o no saber cómo manejar el dinero en una transacción sencilla. También, pueden comenzar alucinaciones.

Es importante que allegados y familiares sigan las recomendaciones médicas sobre medicamentos y actividades que beneficien al paciente. Nutrirse de literatura sobre el tema, siempre y cuando tenga el aval de un profesional de la salud, puede servir de guía para el acompañamiento.

3. Tercera etapa

Este estadio es el más intenso, pues la persona que padece de alzhéimer necesita ayuda en todo. Duprey Colón explicó que, en esta etapa, la última en el progreso degenerativo de la enfermedad, “el aspecto social desaparece” de la conducta del paciente. Por ejemplo, las personas pueden dejar de comer, de bañarse, hacer sus necesidades fisiológicas en cualquier lugar y se desarrollan problemas nuevos con el lenguaje y la manera de expresarse. Esta etapa dura poco y lleva a problemas motores serios que resultan en que la persona esté encamada. Los allegados a estos pacientes deben tenerlos bajo servicios profesionales de cuidado especializado.

La Asociación de Alzheimer de Puerto Rico ha publicado unas guías generales para aclarar dudas de las personas que se ocupan del cuidado de estos pacientes. Se aconseja que los cuidadores sean empáticos, flexibles y creativos en sus atenciones. También, es importante que no se ridiculicen los cambios de conductas de los pacientes y que eviten aislarlos de actividades recreativas que puedan aportar al buen ánimo, disfrute y concentración.

Otra consideración importante que deben tener los cuidadores y pacientes es el gasto económico que esta enfermedad significa. Según la experiencia de Duprey Colón, en promedio, atender el alzhéimer tiene un costo de más de $30 mil al año. Es un padecimiento que requiere mucha planificación familiar, tanto para el aspecto médico, como en las agendas y los recursos económicos personales.