La clave en la vida de la carismática presentadora de televisión Kimberly Santiago Olmo es el balance en todos los aspectos de su vida. Su salud física y emocional juegan un papel importante, pero es el aspecto espiritual el que le da un significado especial a su existencia, pues canaliza y ordena todas las áreas necesarias para sentirse plena, saludable y en bienestar.

La joven periodista de 27 años, quien hoy día es talento de la cadena Teleonce y se destaca en el programa Jugando Pelota Dura, afirmó tener plena conciencia en la importancia de cultivar su espiritualidad primero que todo, para así lograr un balance en su vida.

Para la periodista Kimberly Santiago Olmo, el bienestar se traduce en “llenarse” de cosas positivas y edificantes que luego le permiten compartirlas con sus seres queridos y con el público que la ve a través de la pantalla.
Para la periodista Kimberly Santiago Olmo, el bienestar se traduce en “llenarse” de cosas positivas y edificantes que luego le permiten compartirlas con sus seres queridos y con el público que la ve a través de la pantalla. (BrandStudio)

“Para mí, es muy importante, primero, tener salud porque, si no tenemos salud, no podemos realizar nada en la vida. Así que veo como una prioridad tomarme siempre unos ratitos para estar bien conmigo misma, tanto física como mental y espiritualmente. Hay mucha gente que piensa que solamente hay que mantener el cuerpo, físicamente hablando, o tomarse sus vitaminas, pero yo creo que también hay que alimentar el espíritu. Para mí, es bien importante cuidarme en todos los aspectos”, expresó la joven oriunda del pueblo de Barceloneta y quien ha laborado en programas como América TV, Borinqueando, Primetime ABC y PR En Vivo.

Parte de su bienestar se traduce en “llenarse” de cosas positivas y edificantes que luego le permiten compartirlas con sus seres queridos y con el público que la ve a través de la pantalla.

“Bienestar es uno estar bien consigo mismo para poder conectar con los demás y poder llenarlos de alguna manera. Pero, no puedes compartir absolutamente nada si estás vacío. En esta industria en la que estoy envuelta, somos comunicadores, somos personas que queremos inspirar, ayudar, servir y no podemos hacerlo si, lamentablemente, no estamos llenos. Así que, yo siempre procuro trabajar en mí, tener un balance y cultivar las tres cosas: cuerpo, alma y espíritu. Estar bien conmigo misma para, entonces, poder ayudar a los demás y servir de una u otra manera”, expuso la comunicadora.

Kimberly agradece a Dios el poder gozar de una buena salud, pero reveló que no siempre fue así, ya que, de niña, presentó problemas a causa de un hemangioma con el que nació.

“Gracias a Dios, he sido muy saludable, pero muy pocas personas conocen que yo nací con un hemangioma en la boca. Esto es un lunar que te deforma el lugar donde está. Nací con el labio un poquito diferente”, detalló.

“Para mí, crecer fue bien difícil porque, constantemente, tenía que estar en los médicos, evaluándome para ver cómo se iba comportando y que no siguiera creciendo. Me tenían que inyectar muchos medicamentos y eso, en la adolescencia, me trajo muchas contraindicaciones; aumenté muchísimo de peso y tenía colesterol alto”, confesó la comunicadora, quien fue operada cuando cursaba el segundo grado y, desde entonces, no tiene rastros ni secuelas de su cirugía.

Pero, así como su salud, en algún momento, se vio afectada, su bienestar también ha estado en juego y, recientemente, la periodista tomó la decisión de culminar su trabajo en el programa PR En Vivo, el cual disfrutaba al máximo, precisamente, velando por su bienestar tanto físico como emocional.

“Temprano en este año, tomé la decisión de salir de ese proyecto que amaba y era por eso, para poder tener un poco más de bienestar, de calidad de vida, porque descubrí que me estaba enfermando emocionalmente”, confesó la presentadora.

Sucedió que, debido a la carga de trabajo, Kimberly pasaba doce horas en el canal, más dos horas viajando porque reside en el pueblo de Barceloneta. Así que, prácticamente, vivía para trabajar.

“Tomé esa determinación porque no veía a mi esposo (Alexander Cáceres), también para poder compartir con mis padres (Nayda Olmo y Edwin Santiago), ya que soy hija única y también quería hacer otras cosas, diversificarme. Me quedé con Jugando Pelota Dura, entro a las 11:00 de la mañana y ahí tengo esas horitas que me han ayudado a poder mejorar mi relación con Dios, tener conciencia de todo lo que estoy consumiendo, y planificar bien lo que quiero hacer en el día”, explicó la joven, quien aseguró que aprendió una gran lección de ese proceso.

“Hay un versículo bíblico que dice que: “Donde está tu tesoro, ahí está tu corazón”, eso me confrontó porque yo decía: “¿dónde está mi tesoro?”. El tesoro puede ser muchas cosas; puede ser dinero, tus hijos, tu esposo, tus padres, tu perro, tus bienes materiales, tu trabajo. ¡Cuán poderoso es esto! Para ese entonces, mi tesoro estaba en mi trabajo, porque me apasiona, pero llegó a un punto en que me estaba consumiendo, entonces, no me había dado cuenta de que estaba trabajando demasiado y descuidé otras cosas. Hay que tener ese balance. Eso fue como un despertar para mí”, reconoció.

Estas vivencias han hecho que Kimberly siempre tenga en mente la importancia de cuidar de su bienestar y su salud en todos los aspectos. La joven reafirmó que se cuida muchísimo, sobre todo, sacando tiempo para conectarse con Dios, compartiendo con sus seres queridos, velando por su alimentación, manteniendo una vida activa, tomando sus vitaminas y haciendo todo lo que la hace feliz.

Segura de que “la plenitud está en Dios”, Kimberly compartió los aspectos más importantes de su rutina que le permiten estar bien y saludable.

1. Conectarse con Dios

Siempre busco un espacio durante el día para poder conectar primero con Dios, que, para mí, es lo más importante. Hay mucha gente que le llama meditar, pero a mí no me gusta llamarle meditar porque no estoy hablando conmigo misma, sino que estoy hablando con alguien más grande que yo, que es Dios.

Siempre tengo mi rutina de dar gracias y le presento todos mis planes, mis proyectos, todo lo que voy a hacer en el día y eso, créanme, hace una gran diferencia.

2. Leer y escuchar pódcast que instruyan

De lunes a viernes siempre tengo mi rutina de lectura, trato de bajar las revoluciones. Cuando voy guiando, escucho un pódcast que me enseñe o predicaciones que me edifiquen. Trato de que esas dos horas que paso guiando sean como una universidad ambulante.

3. Velar la alimentación

Trato de comer mis tres comidas. Soy bien juiciosa con eso y en mi dieta no consumo carnes rojas, no fumo y no bebo. El desayuno es muy importante para mí. Cuando tengo prisa, pongo un huevito en la sartén, le pongo un jamoncito y un queso, y los coloco en una plantilla de espinaca, hago un burrito y ese es mi desayuno on the go.

También, cuido mi consumo de azúcar porque está ligada con el cáncer y las enfermedades crónicas. En mi caso, trato de no consumir mucha azúcar negra, consumo el monk fruit y trato de buscar las opciones más saludables, aunque uno siempre se da su gustito.

Para el almuerzo, no como en fast foods, trato de comer en lugares criollos y como fuerte porque salgo del trabajo a las 8:00 de la noche y ya a esa hora no como pesado.

4. Suplementarse con vitaminas

Tomo omega-3, dos pastillas de vitamina C y dos de vitamina D. También me tomo unas pastillas de citrato de magnesio, que han hecho una gran diferencia en mi vida. Eso es una manera natural de poder controlar el estrés y todo tu sistema.

5. Mantenerse activa y utilizar su rutina diaria para ejercitarse

Trato de hacer ejercicios, por lo menos, dos veces a la semana. A veces, por el mismo ajetreo, no tengo la posibilidad de hacerlo todos los días, pero aprendí en un pódcast que todos tenemos la habilidad de crear un entorno saludable en nuestro trabajo. Empecé a implementarlo y nunca me vas a ver cogiendo un ascensor, porque lo veo como un trabajo que estoy haciendo en mí. Además, como reportera, siempre estoy en la calle y uno siempre está por ahí en movimiento, mi vida no es sedentaria. Así, voy tratando de implementar cositas que me van ayudando en el trabajo para poder mantenerme y eso me ha funcionado.

6. Permitirse hacer aquello que le apasiona

Algo que yo amo y necesito hacer es ir al mar. El mar es mi segunda pasión, después de Dios. Trato de buscar espacios de respiro en el mar. Por lo menos, una o dos veces al mes, trato de ir a la playa o correr jet ski. Así, cuando llegas al trabajo, luego de haber tenido ese espacio donde haces algo que te guste, eso te va a ayudar a sentirte plena o pleno con lo que haces.

7. Planificar metas diarias y aprovechar bien el tiempo

¿Saben cuántas horas perdemos viendo las redes y viendo TV, cuando pudiéramos estar escuchando un pódcast o leyendo un libro que nos ayude a crecer?

Distribuir el tiempo lo aprendí de mi esposo, porque soy aficionada de las películas y las series, pero estaba notando que eso me estaba consumiendo mucho tiempo. Hay que hacer cosas que aporten a tu vida, distribuir bien el tiempo. Esa fue otra de las cosas que transformé. He tratado de limitar el tiempo que invierto en redes sociales y en las plataformas de streaming.

Además, tienes que ponerte metas diarias, y esto bien importante porque uno se siente satisfecho y en bienestar cuando hace una lista de cosas que quieres hacer en el día y, al final, ves que lograste culminarla y te sientes productiva.

8. Consumir solo lo que no te daña

Para mi bienestar, yo cuido todo lo que consumo, todo lo que veo, con la gente que comparto y lo que escucho, porque, hoy día, estamos muy expuestos a contenido explícito.

No veo películas de misterio, hay programas de TV y series que no los puedo ver, todo lo que no me edifique no lo apoyo y no lo consumo. Tienes que ser cuidadoso con todo lo que entra en tu corazón. La biblia también dice: “Todo me es lícito, más no todo me conviene”.

La autora es periodista colaboradora de Puerto Rico Saludable.

Créditos:

Fotos: BrandStudio/Zuania Muñiz

Stylist: Claudia Madrid

Asistente: Isabel Madrid

Trajes de baño y cover ups: Marechia Swimwear

Vestido: Never Overdressed

Accesorios: Paola Baella

Hair & makeup stylist: Marlyn Cruz

Lugar: Fairmont El San Juan Hotel, Isla Verde