Inflamación cardíaca: una amenaza oculta para la salud cardiovascular
El dolor de pecho puede ser síntoma de un infarto, pero también puede reflejar que nuestro corazón está inflamado

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Tener un corazón saludable es vital para el buen funcionamiento de todo nuestro cuerpo. Por eso, cuando este se enferma, existen grandes riesgos para nuestra salud, sobre todo cuando se trata de la inflamación.
De seguro has escuchado que el dolor de pecho puede ser síntoma de un infarto. Sin embargo, este síntoma tan temible también puede reflejar que nuestro corazón está inflamado.
“Cuando hay inflamación, se presenta dolor de pecho que simula un infarto agudo al corazón, que se puede irradiar a la mandíbula y al brazo. El paciente también puede sufrir falta de aire, inflamación en las piernas, arritmias cardiacas y pérdida de conocimiento súbita porque, al tener inflamado el pericardio y el miocardio, el miocardio genera arritmias que pueden ser fatales”, explicó el doctor Damián E. Grovas-Abad, cardiólogo intervencional del Centro Cardiovascular de Puerto Rico y del Caribe (CCPRC).
Cuando el paciente presenta esa sintomatología y llega a la sala de emergencias, se comienza a descartar la posibilidad de un infarto al corazón.
“Se le realiza un electrocardiograma y un ecocardiograma. Se evalúan los factores de riesgo, o sea, que el paciente no tenga diabetes, hipertensión, hábitos de fumar ni colesterol alto, porque, entonces, el dolor de pecho podría tener otro origen, que podría ser que el corazón tenga las arterias tapadas. Cuando descartamos que la causa del dolor de pecho y de los cambios electrocardiográficos no están relacionadas con las arterias tapadas en el corazón, se diagnostica una miopericarditis”, detalló el cardiólogo.
Esta inflamación, que se detecta a través de un MRI (imagen de resonancia magnética), ocurre cuando el corazón, que tiene tres capas —el pericardio, el miocardio y el endocardio—, presenta inflamación de las capas y del músculo cardiaco.
La enfermedad puede ser leve, moderada o tan severa que “puede rodear el corazón de agua, causando que deje de contraerse adecuadamente; un problema conocido como tamponada cardiaca”, explicó.
Una vez se evalúa al paciente y se determina qué área del corazón está inflamada, se procede al tratamiento.
“Al paciente hay que darle antiinflamatorios como colchicina, ibuprofeno, naproxeno, indometacina, incluso, aspirina en altas dosis. Es importante que el paciente no puede hacer ejercicio por un periodo de tiempo prudente —entre 3 a 6 meses— porque hasta que no recupere bien su función, está propenso a tener arritmias. Además, el paciente tiene que dejar cualquier tipo de irritantes, ya sea alcohol o cualquier tipo de drogas”, señaló el cardiólogo.
La intervención es requerida en aquellos pacientes que tienen obstrucción pericárdica. “Esto es cuando tienen una gran cantidad de líquido en las capas que cubren el corazón. Eso hay que drenarlo y darle antiinflamatorios”, afirmó el doctor, quien advirtió la importancia de que estos pacientes se realicen sus chequeos constantes desde que son diagnosticados con la enfermedad.
“Es importante darles seguimiento porque corren el riesgo de desarrollar una pericarditis constrictiva. O, el proceso puede ser crónico, razón por la que habría que hacer una pericardiectomía total, es decir, una cirugía de corazón abierto para quitarle el pericardio; y eso es muy complicado”, alertó el cardiólogo intervencional, quien, además, afirmó que si el paciente llega a recibir atención médica a tiempo “la enfermedad puede ser reversible”, puntualizó el doctor Grovas-Abad.
Cabe mencionar que, aunque la miopericarditis es una inflamación peligrosa y no hay forma de prevenirla. Existen medidas sumamente sencillas para reducir el riesgo de contraerla; estas son:
- mantener una buena higiene con un lavado de manos con frecuencia;
- evitar la exposición a virus como la gripe;
- y cubrirse la boca al toser o estornudar.
Pero ¿qué la ocasiona?
“La miopericarditis puede responder a diferentes etiologías o causas. La gran mayoría se debe a procesos virales; incluso, se dio con la vacuna anti-COVID-19. Pero no solo puede ser viral; puede ser bacteriana o por hongos. Cualquiera de estos agentes puede inflamar las capas del miocardio y el pericardio”, dijo.
“También puede ser causada por la quimioterapia, sobre todo, en pacientes de cáncer de mama. Estas quimioterapias pueden ser nocivas para el corazón porque lo inflaman y, al inflamarlo, puede disminuir su función o afectar su capacidad de contraerse adecuadamente, igualmente, impactando su función”, especificó el galeno.
La autora es periodista colaboradora de Puerto Rico Saludable.

Este contenido comercial fue redactado y/o producido por el equipo de GFR Media.