La colocación de electrodos en el cerebro para lograr una estimulación profunda en pacientes en estados avanzados de párkinson, así como la administración directa de medicamentos a través de infusiones, representan algunos de los avances más novedosos en el tratamiento de la enfermedad. Esto ya que, a medida que el trastorno neurodegenerativo va progresando, los síntomas son más difíciles de tratar, en una afección que impacta, aproximadamente, a unos 30,000 puertorriqueños, según estimados del Departamento de Salud de Puerto Rico.

De hecho, aunque los síntomas principales de la enfermedad son temblor en reposo, rigidez muscular, movimientos lentos y problemas de equilibrio y coordinación, la comunidad médica advierte que existe una sintomatología autonómica que se puede presentar hasta una década antes del diagnóstico.

Así lo estableció la neuróloga Carmen Serrano, subespecialista en trastornos de movimiento, al explicar que “este paciente no solo tiene síntomas motores, sino que tiene síntomas no motores que se pueden presentar, aun antes, hasta una década o más, antes de desarrollar los síntomas motores”.

“Algunos de los síntomas autonómicos que se presentan son el estreñimiento, síntomas de conducta como ansiedad o depresión, alteración en el olfato y esto puede ir dando unas guías de que este paciente está un poco más a riesgo, especialmente si hay un historial familiar de pacientes de párkinson”, advirtió.

No obstante, reveló que “para diagnosticar el párkinson, la lentitud de movimiento siempre debe estar presente”.

“Interesantemente, no todos los pacientes de párkinson tienen el temblor en reposo, a pesar de que es el síntoma que más asociamos con la enfermedad. Tenemos que evaluar bien al paciente porque puede tener algunos de estos otros síntomas que nos indican que el paciente padece de la enfermedad”, sostuvo.

“A lo largo de la enfermedad, van a aparecer otros síntomas más asociados como problemas de sueño, problemas urinarios, de tragado, entre otros. Debemos recordar que no únicamente vamos a manejar los síntomas motores, sino también los síntomas no motores que pueden afectar la calidad de vida de nuestros pacientes”, recalcó.

Avances en el tratamiento

Según la neuróloga, el tratamiento con medicamentos para manejar el párkinson ha ido progresando de manera vertiginosa “en las últimas dos o tres décadas”.

“En el pasado solo contábamos con dos o tres medicamentos, todos eran orales. En este momento, eso ha cambiado y tenemos un arsenal de tratamientos que se le puede ofrecer a los pacientes. Aquellos medicamentos en donde hay un químico deficiente, la dopamina, utilizamos una medicina que se llama levodopa, que es el tratamiento más eficaz”, mencionó.

“La ventaja que tenemos en este momento es que, ya no solamente hay preparaciones orales, sino que contamos con otras preparaciones que se pueden, dentro de las orales, que son de acción prolongada o extendida”, agregó la también catedrática del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico.

En pacientes más avanzados, se utilizan infusiones en donde “se puede administrar el medicamento directamente al intestino o, más recientemente, contamos con un medicamento en donde se administra por vía subcutánea en una infusión. Eso ha sido un gran avance en términos del manejo de párkinson”, dijo.

La doctora explicó que, a medida que la enfermedad va progresando, “llega un punto, para algunos pacientes, en donde los medicamentos que le estamos dando por boca no le funcionan, igual porque comienzan a desarrollar fluctuaciones. Es decir que, el medicamento antes estaba en una dosis, ya esa dosis no les dura lo suficiente y comienzan a tener períodos en los que están más lentos, más parkinsonianos, más frecuentemente. Si luego de administrar y ajustar las dosis de las medicinas esto no mejora, estas son opciones un poco más avanzadas”, manifestó.

Sin embargo, aseguró que, “no las vamos a utilizar en el paciente que se acaba de diagnosticar. Pero al administrarlo de esta manera, la absorción es más efectiva y la respuesta es mejor”.

Mientras tanto, las personas un poco más afectadas por la enfermedad pueden recibir tratamientos quirúrgicos, entre estos, la estimulación cerebral profunda, un procedimiento que se ofrece en Puerto Rico.

Asimismo, otros pacientes podrían ser sometidos a una cirugía llamada ultrasonido focalizado, la cual se realiza en Estados Unidos. Se trata de “una lesión pequeña que se hace de ultrasonido, utilizando resonancia magnética para establecer el punto exacto donde se hará la lesión”.

Finalmente, la doctora reveló que, “hemos avanzado bastante en el manejo del paciente de párkinson y ya se están explorando otras alternativas de tratamiento, con la idea de proteger el cerebro tan pronto se diagnostica la enfermedad”.

“Es importante que las personas sepan que hay mucha investigación en el campo del párkinson. El uso de inteligencia artificial, probablemente, nos ayude a estos propósitos, tanto en investigación como en diagnóstico del paciente. Tenemos un futuro que se augura positivo para estos pacientes y cómo lo vamos a tratar”, concluyó.

La autora es periodista colaboradora de Puerto Rico Saludable.