Es un hecho que la palabra “cáncer” despierta los sentimientos más diversos en las personas, y el miedo, la confusión y, a veces, la incertidumbre suelen acompañar al paciente a lo largo del proceso. Pero ¿qué ocurre cuando ya superada esa etapa, el cáncer regresa?

“La palabra ‘cáncer’ da miedo, pues, para muchos, significa una sentencia de muerte. No obstante, si es detectado a tiempo, una recurrencia (recidiva) está muy lejos de la realidad, si se siguen los protocolos de tratamientos”, explicó la doctora Anna Di Marco, oncóloga del Centro de Cáncer de la Mujer, en Ponce, quien recalcó la importancia de entender que la célula de cáncer es “inmortal” y que si no se elimina con cirugía, quimioterapia, radioterapia o inmunoterapia, pudiera ocurrir una recurrencia (cuando el cáncer vuelve después de un período libre de enfermedad luego del diagnóstico inicial) o metástasis (recurrencia a distancia o cuando el tumor ha invadido otro tejido lejos del tumor inicial, o sea, que se desarrolló otro tumor a distancia, ya sea en el hueso, el pulmón, el hígado, los ganglios linfáticos o el cerebro).

¿Cómo se diagnostica una recurrencia?

Luego de un diagnóstico de cáncer y después de culminar el tratamiento de cáncer, el seguimiento con el oncólogo es esencial y ayudará a identificar las recurrencias o metástasis más rápidamente.

“Muchos pacientes piensan que después de la quimioterapia o la radioterapia no tienen que ver más a su oncólogo y no es así. El seguimiento de cada 3 a 6 meses es de suma importancia para detectar hallazgos inusuales que puedan sugerir que el cáncer volvió”, destacó la doctora Di Marco, al agregar que, la mayor parte de las veces, los médicos envían a hacer imágenes como CT Scan o placas para ver los órganos internos.

“También, a través de la sangre, se pueden hacer pruebas de marcadores tumorales, ya que cada tumor tiene su marcador tumoral específico, el cual el médico debe seguir por sangre cada 3 a 6 meses”, especificó la oncóloga, al mencionar que un ejemplo bastante conocido es en el caso del cáncer de próstata cuyo marcador es el antígeno prostático específico o PSA. Según el Instituto Nacional del Cáncer, adscrito a los Institutos Nacionales de la Salud (NIH), el PSA es una proteína producida por las células normales, así como por las células malignas de la glándula prostática. El análisis del PSA mide la concentración del PSA en la sangre de un hombre.

“Si el PSA si sube, su valor le dará la sospecha al médico de que algo no anda bien y enviará a hacer imágenes pertinentes para descartar una recurrencia”, abundó la especialista, e indicó que, en el caso del cáncer del útero u ovario el CA125 será el marcador tumor que seguir. Otros marcadores tumorales que el médico evalúa son:

  • CEA - colon
  • CA125 - útero, cérvix, ovario
  • CA19-9 - páncreas y sistema biliar
  • AFP - hígado

¿Qué más puedes hacer?

La Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO, por sus siglas en inglés) ofrece los siguientes consejos para manejar el diagnóstico de cáncer:

  • Si bien es normal sentirse angustiado al padecer cáncer, es importante buscar ayuda cuando la angustia se prolonga por mucho tiempo y afecta tu capacidad de hacer frente a la vida diaria. Busca el apoyo y el asesoramiento para:
  • Conocer formas de enfrentar un diagnóstico de cáncer y sentirte menos abrumado y más en control.
  • Analizar qué significa para ti la experiencia del cáncer.
  • Manejar la depresión y la ansiedad.
  • Aprender a comunicarte de manera efectiva con el equipo de atención médica.
  • Abordar cuestiones sobre las relaciones con familiares y amigos.
  • Considerar cuestiones relacionadas con el lugar de trabajo y estrategias para manejarlas.
  • Conversar sobre tus inquietudes acerca de lo que sucede después de finalizar el tratamiento.
  • Aprender sobre cómo ayudar a su familia a comprender y adaptarse a los cambios de rutina.
  • Analizar inquietudes en cuanto a la intimidad y la sexualidad.

¿Quién puede ayudarte?

Psiquiatras, psicólogos, trabajadores sociales, terapeutas de pareja y familia y asesores pastorales.

¿Cómo se trata la recurrencia?

“Es importante saber que, si la recurrencia es local, probablemente sea curable. Muchas veces, con los avances actuales en la oncología, si tenemos metástasis, podemos achicar el tumor y mejorar la calidad de vida, aunque haya que tomar tratamiento por un tiempo indefinido”, dijo la doctora Di Marco, mientras detalló que, dependiendo del sitio de la recurrencia, será el tratamiento indicado.

“La mayor parte de las veces se empieza el paciente en quimioterapia o inmunoterapia. La selección será específica al tumor original. No hay una quimioterapia única para todo cáncer y si la recurrencia es en hueso, usualmente, también se ofrecerá radioterapia”, enfatizó.

¿Cómo manejar la recurrencia?

Para la doctora Di Marco, el manejo de la recurrencia del cáncer debe comenzar con la educación.

“¡Infórmate! Mientras más sepas y más orientado estés, mejores decisiones tomarás con tu doctor”, destacó la oncóloga, quien aseveró que el cáncer no es una sentencia de muerte y que con los adelantos actuales en la medicina y el tratamiento adecuado se pueden vivir muchos años con cáncer metastásico y una buena calidad de vida.

“También es importante que tengas un buen apoyo familiar, pues esto te ayudará a manejar la ansiedad que te cause la noticia de la recurrencia; busca un centro oncológico que, además de tratamiento, te brinde ayuda emocional; expresa tus sentimientos con tu doctor y tomen las decisiones juntos sobre cuál será el mejor tratamiento para ti; y sé partícipe de tu enfermedad y tu tratamiento, ya que esto ayudará a manejar mejor la situación”, concluyó la doctora Di Marco.

¿Cómo se maneja la recurrencia?

  • Cáncer de pulmón: Usualmente, la recurrencia es local. Se debe empezar quimioterapia en combinación con inmunoterapia, considerada uno de los avances más importantes en la oncología moderna. La terapia de elección dependerá de los receptores que exprese el tumor original -EGFR (factor de crecimiento epidérmico), PDL (ligando de muerte programada), ALK (cinasa del linfoma anaplásico).
  • Cáncer de seno: Si la recurrencia es local, usualmente, se lleva a la paciente a cirugía a extraer el nuevo tumor. Si la recurrencia es a distancia, se empezará tratamiento. Podría ser en pastillas o quimioterapia intravenosa, todo dependerá de los receptores estrógeno, progesterona y HER2 (Receptor-2 del factor de crecimiento epidérmico humano) del tumor.
  • Cáncer de colon: Si la recurrencia es local, se optará por extraerlo a través de una cirugía. Si la recurrencia es a hígado o pulmón (metástasis), el paciente deberá tomar quimioterapia cada dos semanas indefinidamente. La selección de la quimioterapia dependerá de las características originales de tumor y si expresa o no algunas mutaciones, como: MSI (inestabilidad de microsatélites), KRAS (oncogén del sarcoma de la rata Kirsten), HER2 (Receptor-2 del factor de crecimiento epidérmico humano).