La detección temprana es esencial en el tratamiento de cualquier tipo de cáncer. En el caso del melanoma -cáncer de piel que tiene una gran posibilidad de curación, si se detecta y se trata en sus primeras etapas-, además de la revisión médica por el especialista en dermatología, es recomendable que autoexamines tu piel.

“Si se diagnostica en etapas tempranas, puede ser hasta un 90 % curable”, apuntó la vicepresidenta de Control de Cáncer de la Sociedad Americana contra el Cáncer de Puerto Rico, María Cristy.

Por su parte, la presidenta de la Sociedad Dermatológica de Puerto Rico, doctora Amarylis Rosado, apuntó que debes realizar el autoexamen, por lo menos, una vez al mes. Para hacerlo, la especialista aconsejó que escojas un espacio bien iluminado, te pares frente a un espejo y, de ser posible, cuentes con la ayuda de otra persona para revisar áreas como la espalda. Tomar fotos podría facilitar la identificación de alteraciones entre autoexámenes.

A su vez, la Clínica Mayo recomienda que, durante el autoexamen, revises la cara, el pecho, el vientre, las axilas, los brazos, las manos, las uñas y debajo de ellas, la zona genital, los muslos, las espinillas, los pies y entre los dedos. Igualmente, sugiere que utilices un peine para revisar el cuero cabelludo, de espaldas al espejo. Usa un espejo de mano y un espejo de cuerpo entero detrás de ti. También, examina el cuello, la espalda y las nalgas. Si observas algo sospechoso, acude a tu médico.

“Debes visitar al especialista para realizar un examen completo y enseñarte cómo hacer el autoexamen”, dijo Rosado. Generalmente, las visitas al especialista en dermatología deberían hacerse cada seis a doce meses. No obstante, las personas con historial familiar de cáncer de piel o que lo hayan tenido previamente deben hacerlo cada tres a cuatro meses.

De acuerdo con el Registro Central de Cáncer de Puerto Rico, adscrito al Centro Comprensivo de Cáncer de la Universidad de Puerto Rico, hubo un aumento significativo en las tasas de incidencia de melanoma en el período de 1987 a 2014; 2.9 % por año en hombres y 1.7 % en mujeres. La incidencia de melanoma entre el 2016 y el 2020 fue de 674 personas, y la tasa de mortalidad de 122.

“A nivel mundial, se ve un aumento en el diagnóstico de cáncer de piel en personas de 25 a 29 años”, comentó Cristy, quien había señalado que, comúnmente, la mayoría de las personas diagnosticadas se encuentra entre los 40 y los 70 años.

¿Qué se considera sospechoso?

Cuando realices el autoexamen, la doctora Rosado indicó que debes prestar atención a cualquier cambio que notes en tu piel, como, por ejemplo, un lunar que haya aumentado su tamaño.

Si notas que la lesión (zona de la piel que es diferente a la piel que le rodea), es asimétrica, tiene bordes irregulares, el contorno es borroso, el pigmento se extiende a la piel circundante, el color no es parejo y/o ha cambiado en las últimas semanas o meses, debes notificarlo a tu médico.

Según la publicación Cualquier persona puede padecer cáncer de piel, del Instituto Nacional del Cáncer (NCI, por sus siglas en inglés), el cáncer de piel puede parecer una cicatriz gruesa e irregular, tener el aspecto de una protuberancia lisa y cerosa, o de un bulto sólido y rojizo, tener el aspecto de una mancha oscura en la palma de la mano o en la planta del pie, o puede verse como una franja oscura debajo de la uña. La apariencia de cada tipo de cáncer de piel es diferente.

Igualmente, el NCI comparte cómo identificar lunares comunes y nevos displásicos en la publicación Lunares comunes, nevos displásicos y el riesgo de melanoma:

  • Lunar común- Generalmente, es de menos de 5 milímetros de ancho, redondo u ovalado, con superficie lisa y borde definido, y forma de cúpula, y un color uniforme que es rosado, marrón claro u oscuro.
  • Nevo displásico- Aunque es raro que se convierta en melanoma, es un factor de riesgo. Puede ser más grande que un lunar común, y el color, la superficie y el borde son diferentes. Comúnmente, tiene más de 5 milímetros de ancho y puede tener una mezcla de varios colores, que van de rosado a marrón oscuro. Suele ser plano, con una superficie ligeramente escamosa o granulosa, su borde es irregular y es posible que se funda con la piel que lo rodea.
  • Melanoma- La mayoría de los melanomas tienen todas las características de ABCDE (asimetría, borde irregular, color desigual, diámetro que cambia y evolución a lo largo de semanas o meses).

Si tienes un nevo displásico que ha cambiado de color, tamaño, forma o textura, o la piel en la superficie del nevo está seca o escamosa, el nevo se endurece o se siente abultado, causa picazón, sangra o supura, consulta al especialista en dermatología. “Muchos médicos recomiendan que las personas con nevos displásicos se revisen la piel una vez al mes”, expone el NCI.

Ante un diagnóstico de melanoma, la doctora Rosado informó que se remueve completamente mediante cirugía, si es superficial. “Si el melanoma es profundo, hay que hacer otros estudios”, afirmó.

Por ejemplo, el mapeo de ganglios linfáticos y biopsia de ganglio linfático centinela permiten identificar si el cáncer se ha diseminado por el sistema linfático, que es parte del sistema inmunitario. “La cirugía es el tratamiento estándar para el melanoma, así como de otros cánceres de la piel. Sin embargo, si el cáncer se ha extendido a otras partes del cuerpo, los médicos pueden utilizar otros tratamientos como quimioterapia, inmunoterapia, radioterapia o una combinación de estos métodos”, informa el Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano.

Cuando hay un diagnóstico de melanoma

Sin duda, tener un diagnóstico de cáncer puede ocasionar un sinfín de emociones y reacciones como temor, negación, enojo, tristeza y estrés, entre otras. Altera las circunstancias personales y familiares, y requiere la consolidación de una red de apoyo.

El NCI recomienda que hagas una lista de preguntas y la lleves contigo a tu cita médica para aclarar todas las dudas sobre la enfermedad y las opciones de tratamiento.

En Puerto Rico, existen diversas entidades que brindan apoyo y servicios a personas diagnosticadas con cáncer. Por ejemplo, la Sociedad Americana Contra el Cáncer de Puerto Rico cuenta, entre otros servicios, con un programa de asistencia económica y tiene un albergue temporero con 33 habitaciones para pacientes que reciben tratamiento en la zona metropolitana, pero que residen fuera de ella.

Asimismo, la organización -que tiene oficinas en Arecibo, Ponce, Caguas, Mayagüez y San Juan- desarrolla el programa educativo Yo puedo para pacientes y cuidadores. También, brinda el servicio de navegación que procura el apoyo, la ayuda y el acompañamiento en el proceso de acceder a los servicios, así como la búsqueda de recursos de financiación para tratamientos, entre otros.

La autora es periodista colaboradora de Puerto Rico Saludable.