En tiempos donde la educación se ha diversificado para satisfacer las necesidades de una matrícula con múltiples responsabilidades, las opciones para las personas adultas con interés en cursar un grado académico son muchas.

Según la plataforma de educación en línea, Mundana, la educación para adultos se refiere a la enseñanza y el aprendizaje destinados a todas aquellas personas que han superado la etapa de educación obligatoria y desean seguir adquiriendo conocimientos en diferentes áreas de interés a lo largo de su vida. Por lo que la formación académica para adultos puede servir de puente para crear nuevas oportunidades profesionales.

Una de las características principales de la formación para adultos, según menciona la publicación, es que se adapta a las necesidades y circunstancias de las personas, para brindarles la oportunidad de ampliar sus horizontes académicos y profesionales, sin importar su edad o trayectoria previa.

La plataforma resalta que esto se debe a que la educación para personas adultas brinda una serie de beneficios y oportunidades que contribuyen al desarrollo integral, ya que le permite al alumno alcanzar metas que podría haber aplazado, aportando beneficios para la salud, la autoestima y últimamente, mejorando su calidad de vida.

A estos efectos, la plataforma destaca cinco beneficios relacionados con la educación en la adultez entre los cuales nombra la ampliación de conocimientos, en la capacidad de que esto pueda contribuir al enriquecimiento personal y a un mayor desempeño en el quehacer diario. También exalta la mejora de habilidades, despuntando el valor de la producción de programas educativos para adultos, a través de los cuales se pueden desarrollar habilidades prácticas y competencias que favorecen la adaptabilidad en el empleo.

Otro beneficio es el aumento de la confianza y la autoestima que puede surgir del aprendizaje y futuro dominio de las destrezas pertinentes al empleo, lo que contribuye positivamente a la vida personal y laboral del individuo. Además, se destaca como beneficio, la reducción del riesgo de enfermedades degenerativas del cerebro. Pues, según reza la publicación “al practicar actividades didácticas, se favorece la plasticidad de tu cerebro y se reduce la posibilidad de sufrir enfermedades como el alzhéimer, gracias a que ejercitas habilidades como: la concentración, la memoria y el razonamiento”.

Por último, se enumera que fomenta la participación social aludiendo que “los centros de educación para adultos ofrecen oportunidades para participar en actividades comunitarias, grupos de estudio y proyectos colaborativos, lo que promueve la inclusión social y el sentido de pertenencia”. De esta manera, subraya que los programas de educación de adultos y de formación continua permiten que las personas se mantengan proactivas y actualizadas en un mercado laboral cada vez más competitivo y en constante evolución.

Para facilitar este acceso, la metodología utilizada en la educación de adultos está diseñada con diversos sistemas que viabilizan la inscripción y el abordaje del proceso educativo de una forma sencilla, según dispone la publicación española. Pues, una de las ventajas propias de emprender un grado académico en la adultez es que estas pueden adaptarse a las necesidades y los intereses del alumno, ya sea a través de centros de educación de adultos, formación a distancia o enseñanzas para personas mayores, que incluyen una variedad de grados conforme a las metas individuales de cada estudiante. Algunas direcciones académicas pueden incluir tutorías personalizadas, así como material de apoyo, para un mejor acompañamiento y una mejor disposición de las herramientas necesarias con la finalidad de alcanzar un título graduado.

Por lo que toda persona con interés en perseguir un grado en la adultez, debe observar los beneficios como impulso para realizar esa matrícula de cara a los objetivos y planes a futuro. Asumir este reto, según afirma la publicación, puede combatir la exclusión social y generar “una ciudadanía activa y comprometida, capaz de aportar soluciones a los desafíos de la sociedad”, sostiene.

La autora es periodista colaboradora de Suplementos.