Las investigaciones científicas que se llevan a cabo en las instituciones universitarias forman parte integral del desarrollo de profesores y estudiantes expertos en diversas ramas. Pero, no podemos obviar el hecho de que estos trabajos representan una oportunidad para encontrar respuestas y soluciones a problemas de la sociedad y, por ende, aportan a los logros que tenemos como país.

Es por eso que divulgar los descubrimientos que, muchas veces, demoran años en conseguirse, es de suma relevancia para aumentar el conocimiento de la población general, encontrar vías alternas a problemas existentes y promover el desarrollo de más investigaciones científicas en las universidades locales.

Según Miriam Pabón González, decana de la Escuela Graduada de la Universidad Politécnica de Puerto Rico (UPPR), la mayoría de las instituciones en Puerto Rico trabajan en investigaciones científicas, aunque no todas con la misma intensidad.

“Hay diferentes tipos de universidades y todas estamos dentro de nuestra misión de enseñar, pero hay universidades que, además, hacen investigaciones. En Puerto Rico, todas las universidades hacen sus pininos de investigaciones, unas más, otras menos, pero todas estamos enfocadas. Si la universidad tiene programas graduados, va a haber algo de investigación, y si los programas son a nivel doctoral tiene que haber, definitivamente, esa contribución novedosa”, explicó la decana.

Es por medio de las investigaciones científicas, que las instituciones y sus individuos logran compartir datos y encontrar respuestas a favor del país.

“La investigación científica es la forma que nosotros, como facultad, tenemos para entablar conversación con otros colegas de otros países. Nos gusta conversar porque descubrimos y, en el descubrimiento, cambiamos el país y el mundo. Al final, eso es lo importante; que buscamos avances dentro de las disciplinas que nos gustan”, aceptó la investigadora.

Así también, aquellas universidades que se involucran en el aspecto investigativo y crean sus centros especializados, captan más la atención de futuros prospectos interesados en esas áreas de investigación. Esto redunda en la preparación de profesionales más capacitados, lo que, definitivamente, beneficia al país.

“Cuando investigas, ese investigador se convierte en una persona reconocida en otros ambientes universitarios, y eso atrae posibles estudiantes graduados que quieren hacer investigaciones aquí. Eso nos beneficia porque, si atraemos estudiantes talentosos, en esos centros, podemos enseñarles a esos nuevos profesionales lo que ya conocemos, de manera que compartimos el conocimiento. Lo que queremos es que se dé una continuidad; que esto [el conocimiento] no se acabe. Así, contribuimos al país y a la nación”, afirmó la decana de la Politécnica, quien, de paso, admitió que uno de los principales retos de las universidades es encontrar los fondos para investigar.

No obstante, una vez se consigue el personal capacitado para realizar la investigación y se logran los anhelados fondos, se atraviesa el proceso investigativo, donde tiene que reinar la calma, en la espera de realizar un exhaustivo trabajo de investigación para hallar los resultados.

Es, entonces, cuando se hace imprescindible la divulgación de la información recopilada para alcanzar el propósito.

Pabón González estableció que la divulgación científica se da siempre en los entornos técnicos correspondientes.

“Presentamos investigaciones en los foros técnicos, damos conferencias y hasta lo hacemos en journals. Nosotros, como investigadores, competimos en ese entorno. Por ejemplo, si mi investigación está relacionada con la Ingeniería Civil, se busca el entorno especializado para presentar los hallazgos”, dijo la experta, quien admitió que no siempre ganan la oportunidad de presentar sus investigaciones en esos foros especializados.

Sin embargo, reconoció que esa divulgación debe ir más allá de ese entorno específico.

“Ahí es donde, quizás, fallamos. Creo que, en la medida en que tenemos la oportunidad de divulgar en periódicos, televisión y radio, en la medida en que vamos más allá, nos hace protagonistas como país. Muchas veces, se divulga, pero solo en ese entorno especifico”, dijo.

“Cuando llegas al público y le presentas la investigación, estamos educando a un país y, un país educado, es un país de progreso”, sostuvo Pabón, quien también resaltó el reto de conseguir el tiempo necesario para presentar las investigaciones en los diversos medios.

De igual manera, la sociedad debe tener acceso a estas investigaciones, por lo que llevar el mensaje de la manera más sencilla posible, de modo que todos entiendan las aportaciones científicas que hacen nuestras universidades, es otro de los retos que tienen las instituciones.

“Definitivamente, tenemos que saber divulgar la información con un vocabulario que el público general nos entienda. Hay investigaciones que son importantes para la sociedad, y hay veces que hasta se necesitan sujetos para poder llevarlas a cabo”, indicó.

“El público puede participar de forma gratuita, es voluntario y están participando de una investigación, y hay veces que esa investigación les trae un bien de forma gratuita, pero es necesario que entiendan el propósito de la investigación y sus resultados”, sostuvo Pabón.

A su vez, a la hora de llevar el mensaje, cuando se exponen esos resultados, la decana sostuvo que debe hacerse de manera responsable y con la única finalidad de educar a la población.

“No podemos utilizar la investigación para crear pánico, sino para educar. Nosotros somos cuidadosos en eso. Tenemos que saberlo manejar. Un buen educador sabe manejarlo para poder expresarlo sin crear pánico pero educando”, puntualizó la profesional.

La autora es periodista colaboradora de Suplementos.