No es un secreto que, según pasa el tiempo, la piel experimenta muchos cambios. Por ello, aunque la exposición indiscriminada al sol también puede causar arrugas y manchas oscuras, puedes cuidar la piel de tu rostro de los efectos del paso del tiempo.

A continuación, los consejos de la doctora Abigail Waldman, dermatóloga del Brigham and Women’s Hospital, afiliado a la Universidad de Harvard, quien sugiere una rutina de tres pasos para el cuidado de la piel.

Paso 1: lávate la cara y el cuello

Es recomendable lavarse la cara y el cuello al menos una vez al día, si tu piel tiende a estar seca, y dos veces al día si es más grasosa. Evita usar el jabón en barra común, ya que despoja la piel de su capa exterior, lo cual hace que sea más difícil mantener la humedad.

Elige un limpiador suave para pieles sensibles y evita los exfoliantes faciales con partículas pequeñas, ya que pueden irritar la piel y causar erupciones, sequedad o pigmentación irregular.

Al lavar tu piel, masajea una cantidad del tamaño de un guisante del limpiador en tu rostro y cuello húmedos durante unos 20 segundos, y luego enjuágate con agua tibia.

Paso 2: hidrata

Después del lavado, aplica una loción o crema humectante apropiado para tu tipo de piel. La hidratación recrea la barrera exterior de la piel para evitar que la humedad se escape y que entren sustancias extrañas.

Escoge lociones o cremas que contengan menos de diez ingredientes o que estén etiquetadas para pieles sensibles. Mientras menos ingredientes tenga el producto, menos químicos o aditivos que pudieran irritar la piel sensible contiene.

Ingredientes como: ácido hialurónico, niacinamida, ácido glicólico y escualeno ayudan a mantener la piel hidratada. La vitamina C o el ácido azelaico pueden ayudar específicamente con las manchas.

También debes hidratar la piel de todo el cuerpo para evitar la resequedad, la picazón y las erupciones. Huméctate después del baño, cuando tu piel aún esté húmeda.

Paso 3: aplica protector solar

Finalmente, aplica protector solar en tu cara, especialmente alrededor de los ojos, así como en el cuello y las orejas. El protector solar protege contra el cáncer de la piel y los efectos del fotoenvejecimiento. Además, ayuda a prevenir las manchas oscuras y evita que las existentes empeoren.

Usa protector solar con al menos 30 SPF (factor de protección solar). No uses los protectores solares en aerosol, pues contienen alcohol.

Una nota sobre la vitamina A

Otra forma de ayudar a restaurar la piel es usar lociones o cremas con un retinoide, que es un compuesto derivado de la vitamina A, que aumenta el colágeno y ayuda a fortalecer la piel y a reducir las arrugas y las manchas. Elige productos con retinol o adapaleno como ingredientes activos antes de acostarte. No olvides usar protector solar durante el día.