Angel Díaz: complicidad llena de amor y diversión con su hija
Ser padre de Isabel es el rol más importante de su vida
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“Puede que las palabras se te pierdan para describir lo positivo y forjador que es ser padre y para mí se siente más cuando se es padre de una niña. Yo conocía el amor, pero los niveles astrales de amor con la experiencia de ser padre no encontrarían cómo medirlos”, expresa Angel Luis Díaz Ortiz, diseñador gráfico. Él lo resume como algo que no es lo mismo escucharlo que vivirlo y explica cómo ha sido la mejor experiencia que le ha tocado vivir.
“Es como una aventura de la que llevas escuchando por otras personas y que al encontrarte en ella es que lo asimilas”, resume Angel, quien es creyente de que el rol de los padres en la crianza de los hijos ha cambiado. Entiende que los padres se están integrando mucho más en su rol y están mucho más presentes en la crianza.
“Para mí, en estos tiempos, es más difícil, comparado con lo que fue crecer en los años 80. Hay muchos detalles que, si no estás atento a la película de la vida y a lo que está pasando en su entorno, tendrán acceso a una serie de cosas que no son el momento para tenerlas”, reacciona, al comentar sobre el gran acceso a información que tienen los niños en la actualidad. Por eso, recalca que hay que hablar mucho con los hijos y tratar de anticiparse a las posibles situaciones.
La relación con su hija Isabel, o con su grillita, como cariñosamente la llama, refleja la química de cómo se comunican. Destaca que esta comunicación está basada en una complicidad llena de amor y diversión.
“Tenemos una relación bien dinámica y hacemos muchas cosas; yo entiendo que un niño puede estar en la constante búsqueda de lo que le gusta, no encajonarlo en algo, y mientras busca, pues hacemos de todo hasta que identifique una actividad que se convierta en su favorita”, explica.
Igualmente, expresa que lo más importante para forjar a un hijo es enseñarle los valores, pues, definitivamente, para Angel, la crianza de Isabel ha reflejado los valores que él recibió de sus padres y cuyos pilares son la empatía, el respeto y el amor hacia los demás.
“De la misma forma, le digo a los padres que hay que tener mucha paciencia también. Uno puede entrar en un debate con ellos, como si estuvieras con personas de tu oficina, sin embargo, hay que ponerse en el lugar de ellos y comprenderlos”, resalta.
Angel considera que la pandemia ha modificado su rutina, para lograr la efectividad y mantener un balance entre el trabajo y los deberes escolares de la niña. Para esto, tuvo que montar dos estaciones, una para él y otra para Isabel.
“Desde el día uno, estoy trabajando remoto y eso me dio la ventaja de poder trabajar mano a mano con nuestra hija porque la educación virtual, con sus troubleshootings, es algo heavy, y más para ella, que no había tenido contacto con ese tipo de plataformas”.
Admite que el reto mayor de la pandemia fue estar de lleno con las labores escolares, pues, antes, era rara la vez que tenía que ayudar con esta tarea, debido a su horario de trabajo. Sin embargo, enfatiza que, si bien el proceso educativo es fuerte, también los ha acercado mucho como padre e hija.
“He tenido que hacer de payaso, peliculero y ser espontáneo, con tal de que el encierro sea más ameno y tenga un poco de color. Tratar de soslayar un poco el factor de que están socialmente apartados y convertirme en su compañero de juegos.
Angel define su rol de padre como uno de los más importantes de su vida. Enamorado de su chica, considera que “la labor de forjar a esa personita y prepararla para lo complicado que es vivir es importante. Quiero que aprenda a disfrutar la vida, sin olvidar sus valores y sus raíces. Quiero seguir siendo su maestro y mentor lo más que pueda; y enseñarle a que tenga criterio propio, que elija por sí misma sus cosas”.
Este contenido comercial fue redactado y/o producido por el equipo de GFR Media.