Desde 1902, la misión del colegio Robinson School ha sido desarrollar el potencial de cada uno de sus estudiantes, tanto en el aspecto académico y espiritual, como en el físico y el emocional. Por eso, la institución se ha dedicado a empoderar a sus estudiantes a través de varios programas académicos y actividades extracurriculares.

Por ejemplo, la escuela elemental ofrece el Programa de Bachillerato Internacional (International Baccalaureate Programme) que para los grados elementales se conoce como el Programa de Escuela Primaria (PYP, por sus siglas en inglés), donde se refuerzan las destrezas de pensamiento crítico.

“El objetivo de la escuela elemental es desarrollar un niño pensador e inquisitivo con una conciencia internacional y una curiosidad innata para aprender. El enfoque del salón no es solo la enseñanza que imparte el maestro, sino el convertir al niño en un ser activo de su propio aprendizaje. Se busca desarrollar en ellos el deseo de preguntar, de investigar, de que busquen la razón por la que están en el salón, aprendiendo sobre alguna materia en particular. Entendemos que este enfoque de desarrollo de pensamiento crítico es lo que prepara a los niños para lo que se está buscando en el siglo XXI, tanto en las universidades como en los centros de trabajo, que es esta persona que no solo tiene los conocimientos, sino que los puede aplicar, que puede ser efectivo a la hora de solucionar problemas”, explicó Mari Tere Larrieu, principal de la escuela elemental.

Además de graduar estudiantes completamente bilingües, otro aspecto que distingue a Robinson School es la educación globalizada que ofrece.

“La conciencia internacional comienza con que los niños se conozcan a sí mismos. Primero, dejamos que esos estudiantes se conozcan como personas, conozcan su cultura, para luego presentarles otras culturas y otros idiomas. Un niño con mente internacional desarrolla empatía hacia los problemas de otras naciones. Tienen la capacidad de ponerse en la posición de otras personas. Aquí, la conciencia internacional va más allá de un traje o una comida típica. Son niños con la capacidad de escuchar otros puntos de vista y trabajar en conjunto para lograr un consenso”, agregó Larrieu.

Un colegio con enfoque en STEAM

Reconociendo el rol tan importante que ocupan las materias de ciencia, tecnología, ingeniería, arte y matemáticas (STEAM, por sus siglas en inglés), otra de las prioridades de este colegio es que los estudiantes se expongan a participar de competencias tanto locales como internacionales en ciencia, matemática y robótica.

“Nuestro colegio cuenta con un curso de STEAM que busca integrar el conocimiento adquirido en las clases de ciencia, tecnología, arte y matemática para proveer experiencias donde los estudiantes trabajan activamente buscando soluciones innovadoras a problemas en la escuela, en sus comunidades, y luego globales, mientras aplican el pensamiento crítico y creativo. Analizar e identificar problemas, y entender cómo la tecnología puede ser una herramienta para la solución de estos son destrezas que fomentamos en estas experiencias. En cuanto a las actividades extracurriculares, nuestros estudiantes participan en competencias de matemáticas de ligas locales e internacionales, y también, por ejemplo, en competencias de la NASA, donde los estudiantes desarrollan simulaciones de misiones, y diseñan y programan robots, entre otras cosas, para sugerir soluciones para el diseño de futuras misiones de exploración espacial”, indicó Bradly Rivera, coordinador del programa STEAM y principal auxiliar de la escuela elemental.

Un preescolar de calidad

Robinson School también cuenta con un programa preescolar certificado por el Departamento de Educación de Puerto Rico y reconocido por la Middle States Association por su excelencia en satisfacer las necesidades de desarrollo de los niños en edad preescolar.

“Nuestro colegio ofrece un ambiente acogedor, dinámico y atractivo que es esencial para el desarrollo infantil. Nuestro programa preescolar incluye artes del lenguaje, matemáticas, ciencias, estudios sociales, educación física, música, arte y vida espiritual”, mencionó Carolyn Sheehan, coordinadora del programa preescolar.