Las métricas: un instrumento de transparencia
Medir y comparar son los primeros pasos para poder administrar una transformación que resulte en un sistema energético más robusto
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El debate público sobre las métricas de desempeño de LUMA y de la Autoridad de Energía Eléctrica es la mejor evidencia del nivel de transparencia que el Negociado de Energía ha inyectado en el sistema eléctrico.
Previo a ello, es un hecho que muy poca información sobre el desempeño de la Autoridad, incluyendo la frecuencia y duración de las interrupciones, era pública. Hoy, con un regulador independiente y altamente especializado en la materia, estamos fiscalizando continuamente la gestión de los operadores de las plantas y de las líneas de transmisión y distribución. Aunque siempre hay espacio para mejorar, lo cierto es que medir y comparar son los primeros pasos para poder administrar una transformación que resulte en un sistema más robusto.
Explicación de las métricas
Hay tres conceptos que debemos entender. Las métricas históricas, o baselines, son el comportamiento pasado de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) en cuanto a un parámetro específico y son el punto de partida para cualquier mejoría. Las métricas de referencia, o benchmarks, son las comparables, en otras palabras, el nivel de desempeño de utilidades que, por su localización geográfica, tamaño y otras características, nos sirven para comparar a la Autoridad con sus pares. Finalmente, están las metas de desempeño. Estas pueden ser superiores a las métricas de referencia. Dicho de otra forma, es posible que el Negociado entienda que, aun cuando empresas comparables tienen cierto nivel de desempeño, Puerto Rico debe ponerse como meta superar esa estadística.
Comparación de las métricas
Primero, en el 2021, el Negociado completó el proceso de definir las métricas que se usan para medir a LUMA y la Autoridad, y fijó las métricas históricas y las de referencia contra las cuales se evalúa el desempeño de estas empresas.
Segundo, tanto LUMA como la Autoridad de Energía Eléctrica ya han radicado ante el Negociado de Energía más de dos años de estadísticas, en entregas trimestrales, las cuales nos permiten ver la tendencia en cuanto al desempeño de ambas entidades. El 18 de agosto de 2022 el Negociado de Energía emitió una Resolución y Orden presentando el resumen de dichas métricas de junio 2021 hasta mayo 2022. El 31 de octubre de 2023, LUMA presentó la actualización de las métricas para los 12 meses del año fiscal 2023. En estos momentos el Negociado de Energía está completando su análisis para presentar al público el resumen de las métricas para dicho periodo.
Tercero y último, con estos datos, el Negociado toma diversas medidas. En el momento en que entre en vigor el contrato final con LUMA, algunas de las métricas se usarán para bonificar a la empresa únicamente cuando cumpla o supere las metas que establezca el Negociado. El Negociado también puede multar a LUMA y a la Autoridad, independiente de lo que estipule el contrato, en caso de que empeore el servicio. El Negociado también tiene la autoridad para auditar los datos que suplan LUMA y la AEE, entidades que se exponen a serias sanciones, en caso de suministrar datos falsos o erróneos al regulador.
En fin, todo este esquema de regulación, le permite a los ciudadanos, por primera vez en la historia, exigir de los que les proveen el servicio eléctrico un cambio en un sistema que por mucho tiempo ha estado en franco deterioro, y que le ha costado demasiado a la economía de cada puertorriqueño, de cada empresa y de todo nuestro país.
El autor es el presidente del Negociado de Energía y la Junta Reglamentadora de Servicio Público.
Este contenido comercial fue redactado y/o producido por el equipo de GFR Media.