La Navidad es época de reuniones, decoraciones y mucha actividad en el hogar, pero también puede presentar situaciones difíciles para los adultos mayores, quienes tienen un alto riesgo de sufrir caídas o problemas de balance.

De acuerdo con estadísticas del Instituto Nacional de la Salud, las caídas relacionadas con un desbalance causan casi la mitad de las muertes accidentales en las personas mayores de 65 años. Se estima que ocurren unas 300,000 fracturas de cadera al año. Mientras que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC en inglés) presentaron que cerca de tres millones de adultos mayores terminan en salas de emergencias anualmente como resultado de una caída y alrededor de un millón son hospitalizados.

“Alrededor del 20 % de las caídas causan lesiones graves, como fracturas [incluyendo fracturas de cadera] o un traumatismo craneal. Las personas de edad avanzada son más propensas a sufrir fracturas en las caídas debido a que muchas tienen los huesos porosos y frágiles [un trastorno denominado osteoporosis]”, explicó la licenciada Sandra Sevillano, RPT, CLT, VRC.

Para concienciar sobre la prevención y lograr la educación tanto de pacientes como de cuidadores, existen iniciativas conocidas como Programas de Prevención de Caídas. Para la licenciada, quien es terapista físico, un programa de caídas es lo que se establece para identificar factores que aumenten el riesgo o la predisposición a ellas y ofrece acciones preventivas. “Es importante, ya que una caída podría producir una rotura de huesos, lo que podría causar una discapacidad a largo plazo o, en ocasiones, podría costarnos la vida”.

Existen estrategias que pueden ayudar a prevenir caídas y que, dentro de estos programas, ofrecen las herramientas necesarias para la prevención. Entre las estrategias más efectivas se encuentran:

  • Hacer ejercicio: Practicar ejercicios de movilidad, balance y fortalecimiento.
  • Revisar la vista y la audición: La pérdida de visión y de audición puede aumentar el riesgo de caídas, así como el aumento en el impacto al sistema vestibular o de balance.
  • Verificar los medicamentos: Algunos medicamentos pueden causar sueño o mareos, lo que aumenta el riesgo de caídas.
  • Dormir lo suficiente: No dormir bien o suficiente aumenta el riesgo de caídas.
  • Limitar el alcohol: El consumo excesivo de alcohol aumenta el riesgo de caídas.
  • Mejorar la iluminación en el hogar: La iluminación adecuada es importante en pasillos, baños o en cualquier lugar del hogar en donde la visibilidad se torna difícil.
  • Retirar peligros de tropiezo: Eliminar cables o cuerdas sueltas, alfombras sueltas. Las mascotas también pueden aumentar el riesgo de caídas.
  • Usar equipo de asistencia: De ser necesario, la persona debe utilizar equipo como son los bastones o andadores para lograr una mayor estabilidad al caminar.
  • Usar calzado adecuado: Utilizar zapatos que no resbalen.
  • Instalar barras de seguridad: Instalar barras en pasillos, escaleras y baños para brindar soporte adicional.
  • Instalar dispositivos de alerta y monitoreo: Dispositivos como pulseras o collares, en donde se pueda guardar información importante sobre la persona, permiten pedir ayuda de inmediato en caso de una caída o emergencia.

“Además de trabajar con estas estrategias, las evaluaciones para identificar el nivel de riesgo se convierten en una pieza importante dentro del tratamiento. Una evaluación de riesgo de caídas debe incluir el historial de caídas previas, revisión de los medicamentos, examen físico focalizado, evaluación funcional y evaluación ambiental”, explicó Sevillano, quien también es directora del Programa de Terapia Física y precursora del Programa de Prevención de Caídas en Precision Health Centers.

Junto con la terapia física, los programas de prevención de caídas trabajan mano a mano con el fisioterapeuta. Sevillano resaltó cómo, en fisioterapia, la escala de equilibrio de Berg es un instrumento que permite medir el riesgo de caída en adultos mayores que tienen problemas de balance. De otra parte, el índice Downtown ofrece un valor a los antecedentes de caídas, como los medicamentos que está utilizando la persona, posibles déficits sensoriales, el estado mental y su equilibrio.

El ejercicio es parte clave para mejorar el equilibrio y la fuerza para prevenir las caídas. En este caso, no se trata de ejercicios de alto impacto, pero sí de disciplinas más relajadas como el yoga, los pilates, el taichí, caminar o hacer rutinas simples en una piscina.

Como se detalló anteriormente, la instalación de barras de seguridad, por ejemplo, en el baño, es un gran elemento para evitar caídas. “Este aspecto es vital para que la prevención continúe. El hogar se debe convertir en un fuerte seguro para proteger la salud. Por esto, es importante prepararlo adecuadamente. El portal MedlinePlus ofrece varias alternativas, como retirar cables o cuerdas sueltas en las áreas por donde se suele pasar, retirar alfombras sueltas o que no estén bien instaladas, no tener mascotas pequeñas con las cuales se pueda tropezar, emparejar desniveles entre los pisos, como en las puertas, y tener una buena iluminación, especialmente en el recorrido desde la habitación hacia el baño.

Para Sevillano, las caídas tienen un efecto negativo en la salud mental de las personas, ya que, luego de una caída, pueden sentir temor a que se repita el suceso, perdiendo así su independencia y hasta llegando a la depresión. “La calidad de vida de estos pacientes se ve afectada, trayendo consigo más gastos [médicos, en cuidadores y alimentación] para el individuo y sus familiares”.

A veces, surge la pregunta de si se puede detectar si seremos más propensos a caernos al llegar a cierta edad. Lo cierto es que se deben ir monitoreando los cambios en el cuerpo anualmente. “Algunas de estas medidas de monitoreo son el manejo de enfermedades crónicas, vigilar los problemas de visión, identificar problemas auditivos o en la sensación de los pies, problemas de movilidad, debilidad muscular, situaciones con el balance, mareos o vértigos”, destacó Sevillano.

Los programas de prevención de caídas pueden mejorar la salud con una de las armas más importantes: la prevención. “Las caídas pueden provocar lesiones como fracturas de huesos o traumatismos craneales, esto, sin contar el costo emocional que conllevan, por lo que buscar ayuda de expertos que puedan trabajar con su médico primario, como son los terapistas físicos y fisiatras es la mejor alternativa para mantener una buena calidad de vida. Hay que evaluar los cambios que con el pasar de años afectan y mantener estilos de vida saludables.

La prueba que te puede ayudar a lograr la prevención de caídas

Investigadores de Mayo Clinic han identificado un tipo de prueba que puede lanzar un panorama sobre tu salud para prevenir las caídas. Con tan solo pararse en una sola pierna y hacer balance sobre ella se pueden medir los cambios que trae la edad y los patrones al caminar. Para esto, utilizaron un grupo de 40 personas sobre la edad de 50 años y realizaron varias pruebas. Primero, se pararon sobre sus dos piernas con los ojos abiertos, luego se pararon en sus dos piernas con los ojos cerrados. Después se pararon en su pierna dominante solamente con los ojos abiertos y luego se pararon solo con su pierna no dominante, todo esto en un término de 30 segundos. Con esto se pudo determinar que, con el pasar de los años, hay un deterioro en el balance de las personas.

Al realizar esta prueba en tu hogar, puedes comenzar a identificar si estás teniendo problemas de balance, sin olvidar que el revisar tu salud y consultar a tu terapista físico es vital para mantener tu calidad de vida.

La autora es periodista colaboradora de Puerto Rico Saludable.