El uso de tabaco es una de las principales causas prevenibles de muerte a nivel mundial y responsable de millones de vidas perdidas cada año.

Según datos del Sistema de Vigilancia de Factores de Riesgo del Comportamiento (BRFSS, por sus siglas en inglés), aproximadamente 1 de cada 10 adultos fuma tabaco regular (8.7 %; 231,083). El BRFSS es un proyecto colaborativo de los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades, los Estados Unidos, Puerto Rico, Islas Vírgenes y Guam, diseñado para medir los factores de riesgo en la población mayor de 18 años, para el año 2023.

El tabaquismo representa un riesgo significativo para enfermedades como el cáncer, las afecciones pulmonares y cardíacas, y tiene un gran impacto económico y social. A pesar de conocer estos riesgos, muchas personas tienen retos para dejar de fumar y no saben por dónde comenzar.

La siguiente guía incluye los primeros pasos prácticos para comenzar un año saludable y una vida libre de tabaco:

  • El primer paso para dejar de fumar es tomar la decisión de hacerlo y reflexionar sobre las razones personales que pueden impulsarte a continuar con ese objetivo. Hacer una lista de tus motivaciones y mantenerlas siempre visibles puede ayudarte en el proceso. Entre las razones más comunes para tomar esta determinación se encuentran:
  1. Mejorar la salud, ya que dejar de fumar reduce el riesgo de enfermedades y mejora la energía y calidad de vida.
  2. Ahorrar dinero, destinando a otras necesidades, lo que antes invertías en productos derivados del tabaco.
  3. Proteger a tus seres queridos, ya que reducir el humo de segunda y tercera mano cuida la salud de tu familia, especialmente la de los niños y las personas vulnerables.
  4. Coloca tus motivaciones en lugares visibles, como la nevera o tu espacio de trabajo, para mantenerte enfocado.
  • Selecciona una fecha específica que marque el inicio de tu cambio, como tu cumpleaños, un día festivo o el comienzo de un nuevo año. Informar a tus seres queridos de tu decisión, te permitirá contar con su apoyo durante este proceso. Tener una fecha definida ayuda a preparar mentalmente el camino y evita retrasar la decisión.
  • Reconoce las tentaciones para evitar recaídas. Como en todo cambio retador que se inicia, las ocasiones para volver atrás no estarán ausentes. Se trata de las tentaciones o desencadenantes, que son situaciones, emociones o hábitos que asocias con fumar, como beber café o socializar en grupos en los cuales se fuma, o momentos de estrés.
  • Evita exponerte a situaciones que te inciten a fumar, como reuniones sociales con personas que fuman, y busca actividades alternativas. Sustituye fumar al tomar café, si sueles hacerlo, por té o agua con limón. Lleva contigo chicles o una bolita de estrés para mantener tus manos ocupadas. Además, reorganiza tus espacios mediante la eliminación de productos relacionados con el tabaco y la limpieza o modificación de las áreas donde solías fumar. De este modo, crearás un entorno que fomente el cambio. Dejar de fumar puede ser un desafío, pero implementar estrategias prácticas puede ayudarte a lograrlo con éxito.
  • Considera este cambio como un paso hacia una vida más saludable y sé compasivo contigo mismo en el camino. Busca apoyo; únete a programas como la Línea de Cesación ¡Déjalo Ya! o a comunidades que compartan tu meta. Prepárate para afrontar los síntomas de abstinencia, como irritabilidad, estrés y hambre, y consulta a un profesional sobre las terapias de reemplazo de nicotina, como parches o chicles. Mantente ocupado con actividades como hacer ejercicio, leer o participar en hobbies que te distraigan y refuercen tu compromiso.
  • Celebra tus logros y reconoce cada paso que des hacia una vida sin tabaco. Incluso si enfrentas recaídas, vuelve a intentarlo. Cada día es un triunfo que mejora tu vida y la de tus seres queridos.

La autora es educadora en Salud Pública, Unidad Control de Tabaco, Sección de Prevención y Control de Enfermedades Crónicas, Secretaría Auxiliar de Servicios para la Salud Integral del Departamento de Salud de Puerto Rico.