Inmunoterapia: avance contra el cáncer de piel
El desarrollo de tratamientos para promover que el sistema inmunitario batalle contra esta enfermedad es un gran avance, pero protegerse del sol es la primera línea de acción
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¡Yo vivo donde tú vienes de vacaciones! Este dicho se ha popularizado, para describir el paraíso tropical que es la isla de Puerto Rico, un lugar con playas cristalinas y donde todo el año, se podría decir, que es verano. Sin embargo, los rayos del sol son sumamente dañinos para el órgano más grande del ser humano: la piel.
Como explicó el dermatólogo Omar Torres Lozada, este tipo de cáncer sucede cuando las células que componen la piel se descontrolan y comienzan a crecer más rápido de lo normal. De acuerdo con el especialista, existen tres tipos: basocelular, espinocelular y melanoma.
“El cáncer en la piel es algo que, muchas veces, las personas dejan en un último plano. El cáncer basocelular, aunque es uno de los más comunes, en su gran mayoría se opera y se cura. En Estados Unidos, alrededor de 3.6 millones de personas padecen de este tipo de cáncer. Por otra parte, el espinocelular o escamoso es más agresivo. Atiendo pacientes que no toman a tiempo la condición y vienen con cánceres que se han regado o metastatizado. Pero, si las personas llegan a tiempo para recibir atención, normalmente son cánceres que se operan y se curan”, mencionó el doctor Torres Lozada.
El dermatólogo Board Certified y especialista en cirugía MOHS, explicó que, muchas veces, las personas tienen nociones erradas sobre quién está más expuesto a padecer de cáncer de piel.
“Más que nada, los latinos tienen la creencia de que esta es una condición que les pasa a las personas de raza blanca. De mi práctica en Nueva York tengo muchos pacientes afroamericanos que han tenido algún tipo de cáncer en la piel; de hecho, tengo melanomas en mujeres y hombres. Si bien es menos común, no significa que estén exentos. Vivimos en una isla en donde estamos expuestos a los rayos del sol todo el tiempo. En la población puertorriqueña, vemos muchos cánceres de piel, más que nada porque no se protegen”, añadió.
Para el también profesor en la Universidad de Columbia, en Nueva York, una de las conductas que ponen más a riesgo a las personas es el uso de las camas solares o de bronceado.
“La Organización Mundial de la Salud catalogó tan carcinogénico este tipo de equipo para el bronceado de forma artificial como es fumar. También, la exposición intermitente al sol. El daño solar en la piel es acumulativo [cinco horas hoy, cinco mañana o el sol que da por la ventana, tienen su efecto]. Los pacientes me comentan, ‘¡no, pero doctor, yo no voy a la playa!’. Ahí es que está lo interesante, es que no es ir solo a la playa; el daño se continúa acumulando y cuando sumas todos esos minutos son horas y horas acumuladas de exposición al sol”, alertó.
De acuerdo con Torres Lozada, las señales más comunes de cáncer de piel son:
- un lunar que está cambiando o que le pica,
- un lunar que sangra, o
- una úlcera que no sana.
Si el paciente nota que tiene un golpe que no sana, esa es una de las mayores señales de alerta. Igualmente, monitorear los cambios de color, tamaño o de forma en algún lunar. El especialista de la piel recalcó que no se supone que a una persona le salgan lunares nuevos luego de la adolescencia; si nota alguno, debe ir a chequearse con su médico.
En cuanto a los tratamientos, agregó que en el mercado ya hay varios medicamentos que pueden ayudar a combatir este tipo de cáncer. Uno de los más recientes es el cemiplimab, un medicamento que, según el Instituto Nacional del Cáncer, se une a la proteína PD-1 para ayudar al sistema inmunitario a destruir más células cancerosas, y que se usa para el tratamiento de diferentes tipos de cáncer. Se usa para tratar ciertos tipos de carcinoma de células basales y carcinoma de células escamosas cutáneo localmente avanzados o que se diseminaron a otras partes del cuerpo. También se usa para el tratamiento del cáncer de pulmón de células no pequeñas localmente avanzado o que se diseminó a otras partes del cuerpo y que tiene la proteína PD-1, pero no tiene una mutación (cambio) en los genes EGFR, ALK o ROS1. Asimismo, está en estudio para el tratamiento de otros tipos de cáncer. Es posible que bloquee el PD-1 y ayude al sistema inmunitario a destruir células cancerosas. Es un tipo de anticuerpo monoclonal e inhibidor de puntos de control inmunitario.
De acuerdo con la Clínica Mayo, los medicamentos con anticuerpos monoclonales son tratamientos oncológicos que utilizan el sistema inmunitario natural para combatir el cáncer. Este tipo de anticuerpo son moléculas producidas en laboratorio y diseñadas para hacer mímica de los anticuerpos que pueden restablecer, mejorar o imitar el ataque del sistema inmunitario a las células cancerosas.
Igualmente, con la cirugía tipo Mohs, se puede quitar lo menos que se pueda de piel que no esté comprometida con cáncer. El también cirujano la describe como un procedimiento en donde se revisan los tejidos de forma inmediata bajo un microscopio, el profesional los observa e identifica que las células afectadas no tengan raíces, eliminando el tejido afectado por completo. Esta técnica es 99% efectiva para combatir el cáncer. También se utiliza radiación.
Entre las recomendaciones ofrecidas por el médico lo más efectivo es utilizar bloqueador solar de amplio espectro con un SPF de 30 o más. Además, protegerse contra los rayos ultravioletas tanto A como B.
“¡Todos los días llueve, truene o ventee, hay que usar bloqueador solar! Este debe aplicarse cada dos horas, en especial si estás en la playa. También puedes utilizar camisas de manga larga como los rash guards, que también vienen con protección solar. Pero, sobre todo, hacer una cita con tu dermatólogo para un chequeo de rutina una vez al año, en especial si tienes historial familiar con esta condición. La vida está hecha para disfrutarla, pero con moderación”, concluyó.
Este contenido comercial fue redactado y/o producido por el equipo de GFR Media.