“Para mí, ser parte de la Cruz Roja Americana ha sido una gran oportunidad. A través de mi trabajo, puedo impactar vidas y ayudar a las comunidades más desventajadas en nuestra isla”. Así se expresó Lee Vanessa Feliciano quien es la ejecutiva regional de la Cruz Roja Americana, Capítulo de Puerto Rico.

Para Feliciano, quien está a cargo de una de las organizaciones comunitarias con más alcance en el mundo, su labor se resume en cumplir la misión de la entidad “prevenir y aliviar el sufrimiento humano a través del apoyo que nos brindan los voluntarios, así como a la gran generosidad de las personas que ofrecen donativos a la Cruz Roja”.

Con once años en la organización, la ejecutiva regional confiesa que es un gran reto y responsabilidad, el cual le sería totalmente imposible de llevar a cabo si no contara con un equipo de trabajo compuesto por empleados y voluntarios con un gran compromiso de servicio. Personas que todos los días salen a hacer la diferencia a través de todo Puerto Rico.

Pertenecer a una organización en donde la mujer cumple un papel importante es uno de los privilegios que le ha otorgado la Cruz Roja. “Dentro de nuestra organización, hay un legado importante a seguir, ya que la Cruz Roja fue fundada por Clara Barton, una mujer muy tenaz e innovadora. Asimismo, ese legado de liderato ha continuado y al momento, nuestra presidenta y CEO es Gail McGovern y la presidenta de la Junta Gobernadores es Bonnie McElveen-Hunter”, mencionó con orgullo.

Bajo su incumbencia, Feliciano ha logrado trabajar acuerdos de colaboración con distintas organizaciones con el propósito de servir y acercar los servicios a las comunidades puertorriqueñas. “Para mí es importante que haya representación de todas las comunidades en nuestro voluntariado, porque solo así podremos servir de forma sensible las necesidades de todas las comunidades”, enfatizó.

La Cruz Roja impacta todas las áreas de la sociedad. Su trabajo va dirigido a las personas que sufren por desastres, a los militares y sus familias en momentos de emergencia, a los veteranos y a los jóvenes. “Con nuestro Programa Juventud, estamos en escuelas, colegios y universidades. Igualmente, impactamos a la población en general a través de los servicios biomédicos y los cursos de primeros auxilios, reanimación cardiopulmonar, salvavidas, entre otros”, explicó.

Uno de los mayores retos, según la ejecutiva regional, fue el operativo de respuesta y recuperación durante el huracán María. Dijo que ese tipo de operación ha sido uno de los más largos y con más inversión de la entidad a nivel nacional. Mencionó cómo la respuesta tuvo una duración de ocho meses y los proyectos de recuperación a largo plazo una duración de tres años. “La inversión total en la isla fue de 109 millones de dólares y, gracias al apoyo recibido, pudimos hacer la diferencia en momentos críticos para Puerto Rico”, indicó.

Para Feliciano, lo más importante es dar continuidad a la labor voluntaria apoyando a la ciudadanía para que continúe con su apoyo a la Cruz Roja Americana, porque es la única entidad que ayuda a las familias en momentos de desastres. Desde su fundación hace 129 años, ha brindado servicios para ayudar a los puertorriqueños en momentos de necesidad.

En el tiempo que lleva frente a la organización, ha logrado integrar a alrededor de 900 voluntarios activos. Recientemente, luego de las inundaciones ocurridas en el norte de la isla, estos voluntarios brindaron ayuda de forma inmediata a las comunidades afectadas en las zonas de Cataño, Toa Baja, Vega Baja, Dorado, Vega Alta, Toa Alta y Maunabo.

“Exhortamos a la ciudadanía a que conozca más sobre la Cruz Roja y todo lo que hacemos en Puerto Rico a través de nuestras cinco líneas de servicio y cómo tocamos vidas. En cada área hay oportunidades para las personas unirse como voluntarios y ser solidarios con nuestra misión”, concluyó.