Necesario el plan de emergencias personalizado para adultos mayores
Aspectos médicos, de movilidad y accesibilidad, así como la configuración de la red de apoyo, son decisivos para crear un plan individualizado
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El cambio poblacional es evidente. A nivel mundial, se estima que, para el 2050, el porcentaje de las personas de 60 años o más casi se duplicará y pasará del 12 al 22 %, según la Organización Mundial de la Salud.
En Puerto Rico, la cantidad de personas de 60 años o más aumentó de 760,075 en 2010 a 888,786 en 2019, de acuerdo con el Departamento de Salud, que expone, a su vez, que el 90 % de la población adulta mayor tiene, al menos, una enfermedad crónica. De igual forma, en 2019, el 17 % informó tener problemas auditivos, el 24 % problemas visuales, el 22 % tenía dificultad para concentrarse o recordar, el 43 % dificultades para caminar o subir escaleras y el 28 % para realizar encargos solos.
“Cada plan es individual y único”, comentó la directora de Enlace Comunitario del Fideicomiso de Salud Pública de Puerto Rico, Gabriela Algarín Zayas, quien destacó la importancia de considerar aspectos como las necesidades médicas y la vulnerabilidad del lugar donde reside.
Asimismo, el promotor de salud comunitaria del Fideicomiso de Salud, Israel Román, indicó que el plan debe tomar en cuenta si la persona tiene limitaciones funcionales, así como identificar a las personas que actuarán como red de contacto y apoyo, y cómo accederá a información legítima y actualizada. Igualmente, deberá determinarse el plan de acción a seguir si es una persona encamada y es necesario un traslado.
De igual forma, Román enfatizó cuán importante es asegurarse de tener la cantidad adecuada de suministros para pasar la emergencia y los días posteriores -de dos semanas a un mes-, así como artículos de higiene, medicamentos, fuentes de energía, como baterías y generador eléctrico, para la utilización de los equipos de asistencia médica, y cualquier otro artículo de primera necesidad.
“Los vecinos salvan a los vecinos. El apoyo mutuo es el que salvó vidas en el huracán María”, expresó Algarín Zayas.
El Plan de preparación ante emergencias: cuaderno de actividades para el antes, durante y después de una emergencia -elaborado por el Fideicomiso y que está disponible para descargar libre de costo- presta especial atención a las personas con enfermedades crónicas, desde un enfoque que atiende los determinantes sociales de la salud o las circunstancias que repercuten en la vida y la salud de cada ser.
Trabajado desde el respeto por la inclusión y la diversidad, el plan también estará disponible en varios formatos como el de audio y audiovisual, con lenguaje de señas, subtítulos en inglés y audio descriptivo.
Además, Algarín Zayas comentó que la entidad ha preparado unos materiales para contribuir a cerrar la brecha digital en los adultos mayores, como el Manual de uso de celulares.
Entre las acciones generales que detalla el plan elaborado por el Fideicomiso están:
- Preparar la mochila de emergencias con la información médica y personal, que incluya recetas, medicamentos, información de dosis por medicamento, teléfono de farmacia y médico primario, copia de identificación con foto y plan médico. La mochila debe colocarse en un lugar seguro, accesible y lejos del sol.
- Preguntar al médico primario sobre alternativas de medicamentos, en caso de no tener disponible el medicamento actual, y cómo mantenerlos en la temperatura correcta.
- Coordinar con una persona de confianza para la ayuda durante el desalojo, en caso de tener dificultades de movilidad.
- De antemano, coordinar los servicios para el suministro de los medicamentos, recursos de apoyo económico y servicios de transportación y traslado, por ejemplo.
- Otras consideraciones que la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias y Listo.gov incorporan en la Guía de preparación para desastres para adultos mayores son:
- Personas con discapacidad: ¿Qué acomodos específicos o dispositivos de asistencia necesito durante una emergencia? ¿He identificado una ruta de desalojo y un refugio accesible? ¿Mis cuidadores conocen mis planes para emergencias y mis necesidades? ¿Cuáles ayudas para la vida cotidiana necesitaré, si estoy desplazado por más tiempo de lo esperado?
- Adultos mayores con recursos limitados: ¿A cuáles recursos ya tengo acceso para poder usarlos durante una emergencia o si tengo que desalojar?
- Personas que viven en áreas rurales: ¿Cuáles recursos comunitarios están disponibles antes de una emergencia? ¿Cuál es mi plan de comunicaciones, si se interrumpe el acceso a la telefonía celular o internet? ¿Tengo medios de transporte en los cuales puedo confiar en caso de que sea necesario desalojar? ¿Adónde voy ahora para apoyo o asistencia? ¿Podré obtener apoyo allí durante una emergencia? ¿He explorado los recursos comunitarios que me pueden ayudar durante emergencias?
Ante la trascendencia de la labor comunitaria en los esfuerzos de preparación y respuesta ante emergencias, Román hizo hincapié en que cada comunidad y sus líderes deben identificar su misión, con qué recursos cuentan, a quiénes van a atender y cómo, y realizar un censo que identifique las necesidades particulares, como asistencia para personas con movilidad reducida.
“Para nosotros, la comunidad es esencial. Los promotores [de salud comunitaria] están en la primera línea de respuesta”, manifestó la directora de Enlace Comunitario del Fideicomiso.
La autora es periodista colaboradora de Suplementos.
Este contenido comercial fue redactado y/o producido por el equipo de GFR Media.