“Se acuerdan de Santa Bárbara, cuando truena”, decía una abuela en el supermercado, empujando un carrito de compra repleto de comida y agua, al final de la fila. Este refrán popular tiene varios significados, de acuerdo con lingüistas o historiadores: dejarlo todo para última hora, o recordar a alguien cuando se necesita un favor.

“Pasa exactamente lo mismo con muchos clientes, se acuerdan de nosotros cuando viene la temporada alta”, comentó Javier Rivera Ríos, experto en seguros y evaluación de riesgos. “Muchos olvidan revisar sus beneficios y también sus responsabilidades como asegurado”, dijo.

Rivera Ríos planteó un inventario de recomendaciones como una referencia previa para cuando el impacto directo de un huracán sea inevitable.

Para proteger la propiedad (privada o comercial)

  • Recoge y asegura todo objeto que pueda volar por la fuerza del viento.
  • Limpia los salideros y desagües de tu casa o negocio, para mitigar la posibilidad de inundaciones por falta de mantenimiento.
  • Poda las ramas que estén cerca de la propiedad.

Rivera Ruiz recomendó que no se espere al aviso para revisar las pólizas de propiedad. “Es bien importante que las pólizas se hayan pagado en su totalidad o, si fueron financiadas, estar al día”.

Compartió, además, otras sugerencias importantes, sobre todo para no tener falsas expectativas en caso de una reclamación:

  • Entiende bien la diferencia entre lo que cubre y no cubre la póliza de seguros. Así puedes mitigar los riesgos de pérdida y proteger lo que no está cubierto.
  • Recuerda que el seguro por inundación no está incluido en ninguna póliza. Esta póliza específica se compra aparte.

Para proteger la vida

El experto en seguros confirmó la importancia del autocuidado, sobre todo, en tiempos huracanados (y, además, pandémicos). “Es importante que tengas tus medicamentos al día, que salgas de zonas inundables —sobre todo cerca de ríos, quebradas o costas y que escuches y obedezcas a las autoridades expertas en emergencias”, enfatizó.

Para el negocio

En el caso de los comerciantes, dijo Rivera Ruiz, “es importante que, ante un aviso de huracán, se comuniquen con el equipo de manejo de riesgos”. Esto incluye, entre otros, el corredor de seguros, el asesor financiero o director de finanzas, la empresa de ajustadores públicos (que apoyarían en caso de cualquier reclamación) y el personal encargado del plan de continuidad de negocios.

En estos casos, considerar las siguientes recomendaciones:

  • Confirma la disponibilidad del ajustador público, en caso de necesitar sus servicios.
  • Repasa lo que cubre o no cubre la póliza de propiedad.
  • Coteja el flujo de efectivo y las condiciones financieras ante una alta probabilidad de interrupción de negocios.
  • Conoce la preparación de los proveedores de inventario para evitar la reducción de flujo de materiales o equipo.
  • Contacta al personal de la compañía que ofrece servicio al generador eléctrico, verificar su estado y el de las reservas de combustible.
  • Toma fotografías de la estructura como evidencia de su estado previo al impacto del huracán (techos, puertas, vitrinas o ventanales exteriores, sistema de aire acondicionado, etc.)