Últimamente, las conversaciones en casa, en las redes sociales, en los noticiarios y en cualquier establecimiento al que vayas a hacer una diligencia se concentran en un asunto: el calor.

En abril de 2021, la Organización Meteorológica Mundial (WMO, por sus siglas en inglés) divulgó, mediante comunicado de prensa, que el año 2020 había sido uno de los tres años más calurosos registrados, que la temperatura media mundial estaba aproximadamente 1.2 grados Celsius por encima del nivel preindustrial (1850-1900) y que la década de 2011 a 2020 había sido la más calurosa registrada.

“En septiembre se batieron récords nacionales o territoriales de calor extremo en Dominica, Granada y Puerto Rico”, incluyó la publicación de la WMO.

Recientemente, esta agencia especializada de las Naciones Unidas publicó que el pasado agosto ha sido el agosto más caluroso, por un amplio margen, jamás registrado y el segundo mes más caluroso de la historia después del pasado mes de julio. Asimismo, la WMO señaló que el 2023 (entre enero a agosto) ha sido el año más caluroso jamás registrado, solo precedido por el 2016.

De igual forma, apuntó que: “En agosto se registraron las temperaturas medias mensuales de la superficie del mar más altas de todos los meses, con 20.98 grados Celsius. Las temperaturas superaron el récord anterior (marzo de 2016) todos los días de agosto”.

En cuanto a Puerto Rico, la meteoróloga Ada Monzón especificó que, desde el 30 de abril del corriente año, hemos experimentado altos índices de calor que han roto récord y no han cedido.

“Junio, julio y agosto han sido los meses más calurosos a nivel global y esto coincide con Puerto Rico”, mencionó la experta. “Es el verano más caluroso en récord”, agregó.

Según datos difundidos por la Organización Mundial de la Salud, el número de personas expuestas a olas de calor (período prolongado de calor excesivo y a menudo combinado con humedad excesiva) aumentó en unos 125 millones, entre 2000 y 2016. La mortalidad por calor extremo sobrepasó las 166 mil personas entre 1998 y 2017.

“Este año ha sido récord en la emisión de avisos de calor”, dijo Monzón. A su vez, expuso que no solo la temperatura ha tenido valores sin precedentes; la duración y la frecuencia de los períodos de calor han sido significativas.

Desde Aguadilla hasta Carolina, Trujillo Alto, Vieques y Culebra han recibido la mayor cantidad de boletines sobre aviso o advertencia de calor.

De acuerdo con el Servicio Nacional de Meteorología, generalmente, el aviso de calor se emite cuando se espera que el índice de calor alcance de 105 a 109 grados (al este de Blue Ridge [barómetro]) o de 100 a 104 grados (al oeste de Blue Ridge) en las próximas 12 a 24 horas y se emite una advertencia de calor excesivo cuando se espera que el índice de calor alcance o supere los 110 grados (al este de Blue Ridge) o los 105 grados (al oeste de Blue Ridge) en las próximas 12 a 24 horas.

Ciertamente, el cambio climático está asociado con los fenómenos meteorológicos extremos. “El aumento de las olas de calor, las sequías y las inundaciones ya están superando los umbrales de tolerancia de las plantas y los animales, provocando mortalidades masivas en especies como árboles y corales”, difundió la WMO en febrero de 2022 sobre el Informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés). “Estos fenómenos meteorológicos extremos se producen simultáneamente, provocando impactos en cascada cada vez más difíciles de gestionar”, advierte la organización, que declara cómo esto ha repercutido negativamente en la seguridad alimentaria e hídrica, particularmente en África, Asia, América Central y del Sur, en las islas pequeñas y en el Ártico.

Por su parte, la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) presenta otro grave efecto del cambio climático. El Boletín de calificaciones del Ártico de 2022 enuncia cómo el calentamiento global ha modificado la región “que se está calentando más rápido que cualquier otra parte del mundo”. Algunas de las consecuencias ya evidentes son la reducción del hielo marino, períodos más cortos de capa de nieve, aumento de los incendios forestales y de los niveles de precipitación, y los cambios en los patrones de migración de los animales. A su vez, el documento apunta a cómo todo esto perjudica la seguridad alimentaria, la salud, el bienestar económico y las tradiciones culturales de los pueblos indígenas.

Sobre Puerto Rico, la Cuarta evaluación nacional del clima (Fourth National Climate Assessment), del Programa de Investigación sobre el Cambio Global de Estados Unidos, se menciona que: “El número anual de días con temperaturas superiores a 90 grados Fahrenheit ha aumentado en las últimas cuatro décadas y media”. Además, el documento informa que más de 50 fenómenos extremos han sido declarados emergencias y catástrofes desde mediados de la década de 1990.

Es urgente tomar acción inmediata. El IPCC insta a acelerar la reducción de los gases de efecto invernadero para limitar el aumento de la temperatura global a 1.5 grados Celsius o por debajo de esta. Sobrepasar ese umbral provocaría situaciones perjudiciales irreversibles y sería muy peligroso para los seres humanos y el planeta.

De acuerdo con la WMO, la temperatura media global promedio en 2022 fue aproximadamente 1.15 grados Celsius por encima de los niveles preindustriales.

Puntos claves sobre el calor

  • El cambio climático ha ocasionado el incremento en la intensidad, la frecuencia y la duración de las olas de calor a nivel mundial. Se anticipa que esta tendencia continuará.
  • El efecto del calor en cada persona dependerá de los factores de vulnerabilidad, entre los que se encuentran la edad, la situación económica, el estado de salud y las protecciones de seguridad y salud en el trabajo. Los factores de exposición, como el entorno urbano y la climatología de los edificios, también son elementos a considerar cuando se analiza el riesgo por calor.
  • El impacto del calor puede ser directo e indirecto. Además de las repercusiones para la salud como dolores de cabeza, mareos o calambres, tiene efectos en la productividad laboral, la transmisión de enfermedades y la infraestructura social.

Fuente: Red global de información sobre calor y salud (Global Heat Health Information Network): https://ghhin.org/

La autora es periodista colaboradora de Suplementos.