Más que llegar a las urnas y depositar su voto, muchos ciudadanos cifran sus esperanzas en un derecho constitucional con el que pueden marcar el destino de su país.

Así lo expresaron varios ciudadanos que, a pesar de la diferencia en edades, manifestaron la importancia de ejercer el sufragio de manera informada, consciente, y con la satisfacción de participar en un evento que visualizan como la mayor expresión de un pueblo.

Para Alianis Madero, las elecciones generales del martes, 5 de noviembre, representan su primer ejercicio electoral.

La joven de 20 años, estudiante de la Universidad de Puerto Rico, se inscribió para votar a finales de 2023 y asegura que se encuentra entusiasmada con el proceso que se avecina.

“Este primer voto es muy importante en mi vida y creo que, también, en la vida de muchos jóvenes, porque es el momento que tenemos para darle un nuevo curso al país. Siento que vamos a tener un poquito de esperanza para que algo mejore”, confesó.

Su interés en la discusión política surgió cuando tenía ocho años, recordó, “porque es algo que está ligado a nuestra vida como ciudadanos en este país”.

“El derecho al voto es muy importante. Después, no nos estemos quejando de cómo está el país, si nosotros no ponemos un granito de arena. Pero, creo que es importante informarse antes de ir a votar porque, muchas veces, el partido no hace al candidato y el candidato no hace el partido”, acotó.

Igualmente, exhortó al electorado a salir a votar, “no solamente la juventud, sino también las personas mayores”.

“Exhorto a las personas mayores, a que se den la tarea de hacerlo, porque de esto también depende su futuro, su retiro; el futuro de sus hijos, de sus nietos, de sus bisnietos”, expresó.

Por su parte, Isa Ivette Ramos Colón también votará por primera vez en estas elecciones generales. A sus 41 años, la creadora de contenido explicó por qué no ejerció su derecho al sufragio en eventos anteriores.

“Yo estuve viviendo en Estados Unidos varios años; me fui de aquí cuando tenía 19 años. Por eso, no había votado en elecciones anteriores. Pero, tuve que regresar hace dos años por una situación de salud familiar y decidí quedarme. Entonces, me registré para votar”, reveló la fémina residente en Bayamón.

“Para mí, este voto es muy importante porque, como una persona que veía la vida en la isla desde allá (diáspora), no pasaba en las situaciones que viven las personas en Puerto Rico. Eso, hasta que regresé y, todas las ideas que yo tenía no son lo mismo después que estoy aquí”, admitió.

Asimismo, enfatizó que, “no puedo sentarme aquí y quejarme sin hacer algo al respecto”.

“Para mí, la única voz que tengo es el derecho a votar. Como creadora de contenido, he usado mis plataformas para decirle a la gente que saquen la tarjeta, que voten y hagan lo que tengan que hacer para levantar su voz. Una cosa es decirlo y otra cosa es hacerlo”, sostuvo.

Mientras que Luis José Cottes Candelario, profesor de diseño gráfico, subrayó que “cada voto cuenta”.

“Hay personas que dicen que un solo voto no hace el cambio y piensan que van a perder su voto. Entonces, ese sentir lo comparten con amigos y familiares, y cuando vienes a ver, aumenta la cantidad de gente que piensa así. Pero, si todos votan, pudiesen hacer una diferencia, pero, para eso, tienen que ejercer el voto”, expuso.

Entretanto, recomendó a otros electores, “a que, realmente, sean sinceros y escojan a las personas que entiendan que van a administrar de forma correcta”.

“Pienso que, como votantes, es un derecho que todos debemos ejercer, cada cuatro años: [escoger] a quienes pensamos que pueden hacer un buen trabajo para el pueblo”, señaló el hombre de 35 años.

“Lo importante es que la persona vote por aquel que entienda que puede tener un mejor desempeño, y si no resulta elegido aquel que escogió, tiene la satisfacción de que no se dejó influenciar por nadie y ejerció su derecho al voto con conciencia”, destacó Cottes, natural de Sabana Grande.

De otra parte, la ponceña Virginia Torres Ortiz, describió el voto como un “ejercicio de esperanza”.

A sus 76 años, la supervisora de educación especial retirada recordó cómo era el proceso electoral hace décadas, y lo describió como un método de contar “palito a palito”.

“Yo siempre he votado, desde que tenía 21 años. Ha valido la pena. Pero, prefiero el método tradicional del voto, para mí, ese método era más confiable”, opinó.

“Siempre he participado [en las elecciones] porque este es un derecho que todo ciudadano tiene para escoger lo que desea para su país, según las propuestas que presentan [los partidos o candidatos], y su inclinación hacia un partido político en particular. Pero, si no votamos, no tenemos derecho a protestar”, manifestó.

La autora es periodista colaboradora de Suplementos.