Muchos profesionales que culminan sus grados académicos optan por seguir estudios, ya sea para especializarse en su profesión, actualizar su currículo, profundizar en un área o añadir otros conocimientos, de modo que puedan reforzar su profesión.

Los estudios de posgrado se ofrecen después de que el estudiante obtiene un grado universitario o licenciatura y son una herramienta que permite profundizar e ir más allá de un grado alcanzado.

“Los jóvenes de hoy están buscando flexibilidad, no solo encajonarse al grado asociado, después un bachillerato de cuatro años, una maestría de dos años y un doctorado de tres años. Muchos toman ese modelo, pero hay unas opciones más flexibles que le permiten llegar a ese resultado de una manera más ágil. Son opciones”, explicó Carlos González, decano de la Escuela de Ingeniería Universidad Politécnica (UPPR).

Hoy día, hay diversas alternativas de estudios posgrado, ya que las instituciones universitarias se han ido adaptando a las necesidades de nuestros tiempos.

“Está el que se graduó de universidad y desea estudiar posgrado, pero se puede dar la posibilidad de que un egresado de bachillerato no quiera tardarse dos años para una maestría, que quisiera hacerlo más corto o en escalones. Así que hay escuelas graduadas donde se dan certificados graduados, donde el joven busca de tres a cuatro clases de un tema y obtiene el certificado graduado en algo adicional”, indicó González.

Luego, ese certificado puede servirle al estudiante a la hora de hacer una maestría, si es que, después, decide seguir sus estudios.

“En la escuela graduada, ese grado, si lo escoge bien, es escalable hacia una maestría versus el que va por educación continua, que quiere una certificación terminal y no quiere seguir estudiando maestría; lo que quiere es obtener ese certificado para mejorar su resumé”, aclaró el experto.

También está el otro lado de la moneda, lo que llaman educación profesional o educación posgrado, enfocada en personas que ya terminaron un grado formal.

“Por ejemplo, un ingeniero de computadoras o un ingeniero eléctrico, que terminaron [de estudiar] hace 20 años, y, en ese tiempo, se han dado unos descubrimientos y se ha desarrollado la tecnología, entonces, si no estudian, eso los coloca en una posición desventajosa”, explicó el decano.

Así, estos profesionales, que ya tienen sus trabajos y no pueden volver a la universidad, pueden optar por cursos que les permitan aumentar su conocimiento, a través de certificados y microcredenciales no conducentes a un grado.

“Estos profesionales pueden ir a las áreas de la universidad que tienen estos certificados, que son para profesionales, y hacer microcredenciales porque no quieren que les den una nota, no necesitan que ese certificado se lo acrediten para un grado superior”.

Según González, poder actualizar su conocimiento, conforme a las tendencias de estos tiempos, es una de las principales motivaciones de estos profesionales que buscan este tipo de modalidad.

“Hay casos de profesionales que, por ejemplo, estudiaron ingeniería eléctrica y ahora quieren estudiar energía renovable; otros que estudiaron computadora y ahora quieren estudiar seguridad informática. Ellos, en vez de venir a la universidad a estudiar, pueden ir a las áreas de educación continua o educación profesional y recibir un certificado o una microcredencial para actualizar su resumé”, especificó González.

El propósito de estos ofrecimientos es permitirles a estos estudiantes continuar actualizándose en conocimientos y adaptarse a los tiempos, sin ocupar demasiado de su carrera profesional.

“Así, la persona puede reinventarse, porque, tal vez, estudió algo que ya no está en demanda y quiere cambiarse a algo más de moda y estudia estas carreras fuera de la universidad porque no tiene que venir a un salón de clases, hacer examen o proyecto, lo que tiene que hacer es tomar el conocimiento y, al final, hacer un trabajo que certifica que sabe sobre ese tema. Eso se ve mucho hoy en día”, aseguró el decano de la UPPR.

La autora es periodista colaboradora de Suplementos.