Es de conocimiento general que la población de Puerto Rico envejece a un ritmo acelerado, por diversas causas demográficas. Es también cierto que los puertorriqueños ponemos siempre a la familia primero, particularmente a nuestros seniors.

Lo vemos en cada fiesta y actividad familiar. Los atesoramos. Los cuidamos. No permitimos que le falte nada. Los tratamos con humanidad. Con dignidad. Porque así somos. Nos encanta conversar con ellos. Aprender de su sabiduría. Conocer sus historias.

Pero, también vivimos una tendencia igual de importante. La tercera edad se ha convertido en un etapa de vida cada vez más activa. Nuestros viejos, principalmente los “boomers”, caminan más. Bailan más. Viajan más. Buscan disfrutar más.

Inspirados en estas y otras tendencias sociales, en Humana hemos reposicionado no solo nuestros planes médicos de Medicare, que siempre han respondido a las necesidades de cada cliente. Más bien, hemos afinado la esencia misma de nuestra presencia en el mercado, porque a todos nos encanta vivir — especialmente a ellos, a nuestros seniors.

Lo vemos todos los días, particularmente en el rol cada vez más importante de sus familiares y cuidadores. Nos inspira su esmero. ¡Qué entrega! Cuando los escuchamos decirles “papi” o “mami”; cuando los vemos entrar por nuestras puertas agarraditos de la mano, o del brazo, acariciándole el cabello, buscándole una taza de café. Esto nos hace a nosotros, los que trabajamos en Humana, sentir un orgullo profundo en ser también puertorriqueños y estar en el mismo equipo, como aliados de los familiares y cuidadores, remando en la misma dirección, brindándoles a sus viejos la vida más plena, el retiro más activo.

Nos brinda, además, una realización adicional. Hemos conectado todavía más con nuestro nombre. Somos Humana. Somos Humanos; seres Humanos. Brindamos un toque humano en todo lo que hacemos, a todos los niveles del negocio y de los planes que ofrecemos. Cada visita. Cada llamada. Toda consulta.

Coincidiendo con la campaña que recién lanzó en los medios del país y reflejándose en ella, nuestra esencia es también nuestra cultura y, por ello, estaremos reforzando, a la vez, nuestra presencia en las comunidades y hogares donde viven, bailan y disfrutan nuestros seniors.

Es la música que nos une y nos da alegría, como en el comercial — porque Yo quiero un pueblo que baile en las calles. Ahí nos verán, con el voluntariado de siempre, de parte de todos nuestros empleados, colaborando con múltiples organizaciones benéficas y servidores públicos que también se desviven por ellos.

Nosotros lo tenemos claro: el futuro se viste de blanco. De su pelo blanco. Serán más numerosos, toda vez que las familias se tornan más pequeñas. Por lo tanto, cómo vivan ellos será la definición misma de la calidad humana que reine en Puerto Rico.

En Humana, ansiamos ser parte de esa transformación social. Si eres o cuidas a un senior, cuenta con nosotros y seamos todos parte del plan que todo Puerto Rico quiere.