Las condiciones de la tiroides afecta la piel
Con un diagnóstico preciso y una rutina de cuidado, podrás minimizar los efectos
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La tiroides, esa pequeña glándula en forma de mariposa que está situada en la base del cuello, es la responsable de la producción de hormonas que regulan el metabolismo y es fundamental en el funcionamiento de nuestro cuerpo.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés), se estima que aproximadamente 20 millones de personas tienen algún tipo de trastorno de la tiroides, mientras que la Asociación Americana de Tiroides describe que más del 12 % de la población estadounidense experimentará alguna condición de la tiroides en algún momento de sus vidas.
El panorama de la prevalencia de las enfermedades de tiroides en la isla es similar, reportándose, de acuerdo con la Sociedad Puertorriqueña de Endocrinología y Diabetología (SPED), entre el 20 y el 25 % de la población.
Cuando la tiroides no funciona bien, muchos de los signos y síntomas que delatan enfermedad se presentan en la piel, el cabello y las uñas, describe la Asociación Americana de Dermatología (AAD, en inglés).
En el caso del hipotiroidismo, que se caracteriza por una insuficiencia en la producción de hormonas tiroideas, la piel tiende a volverse seca, áspera y escamosa, explica la AAD. Asimismo, la entidad médica destaca que la condición puede provocar hinchazón facial y en las extremidades, y cabello reseco, quebradizo y de lento crecimiento, cejas ralas, o uñas quebradizas o de crecimiento lento, entre otras señales.
Cuando afecta el hipertiroidismo, las manifestaciones son una piel sudorosa, caliente al tacto y sensible; así como cambios en la pigmentación y la aparición de nódulos rojizos o marrones en las espinillas, pantorrillas o pies, y también de parches rojizos que vienen y van, sobre todo en las áreas de pliegues en la piel.
La Fundación Americana de Tiroides recomienda limpiar la piel con productos no irritantes y aplicar humectantes para combatir la resequedad. También es preciso proteger la piel del sol, utilizando protector solar diariamente y evitando la exposición prolongada a temperaturas extremas. Del mismo modo, una dieta equilibrada y una buena hidratación ayudarán a que tu piel se mantenga más saludable.
Ante cualquier sospecha de un trastorno tiroideo, consulta con tu médico. Con un diagnóstico preciso y una buena rutina de cuidado de la piel, podrás minimizar los efectos de las condiciones de la tiroides en tu piel.
Este contenido comercial fue redactado y/o producido por el equipo de GFR Media.