Mi experiencia estudiando en la Universidad de Puerto Rico

Por Camila Morales-Navas, estudiante de Doctorado en Química de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras

Comencé el bachillerato en Química en la Universidad de Puerto Rico (UPR) en Arecibo y luego me trasladé al Recinto de Río Piedras de esta institución universitaria, donde lo culminé. La experiencia que obtuve al haber trabajado como estudiante subgraduada en un laboratorio de investigación científica, una experiencia que me conquistó, influyó grandemente en decidirme por continuar estudios a nivel graduado. El proceso de obtener un doctorado en la UPR me ha brindado la capacidad de crecer, no solo como profesional, sino también como madre y como persona. Ha sido muy arduo, sin embargo, he encontrado el balance para ser exitosa. Para ello, he tenido y contado con el apoyo de mis mentores, de lo cual estoy muy agradecida, ellos han sido pieza clave en esta hazaña que he decidido realizar en mi vida.

La oportunidad de estudiar un grado doctoral en Puerto Rico me ha ofrecido la oportunidad de viajar a México, Perú y a Estados Unidos, representando a mi universidad en la comunidad científica. También he visitado escuelas y comunidades para educar sobre ciencia y regar la noticia de que nuestra universidad está accesible a todos y todas. He podido lidiar con adversidades como huracanes, terremotos y pandemia gracias a mi grupo de apoyo que son mi hija, mi familia, mis amigos y mis mentores, que luego de tantos años se convierten en parte de la familia también.

Al terminar el doctorado en Filosofía en Química, espero continuar un posdoctorado en la NASA. A los que aspiran a hacer estudios universitarios les digo que deben ser determinados, solo se necesita tiempo, sean gentiles consigo mismos, pero, sobre todo, persistentes en sus metas. ¡Si fuera fácil, no sería divertido! Siempre ha sido un orgullo decir que soy producto de la educación pública de mi país, porque el acceso a la educación nos define como pueblo.

Hoy ejerzo con orgullo una hermosa profesión

Por Javier Méndez, estudiante doctoral en Consejería Psicológica de UAGM Recinto de Gurabo

Desde el momento en que escogí mi carrera universitaria tenía claro que serían muchos años de estudios universitarios. Aunque al concluir mi maestría me vi tentado a hacer una pausa, reconocí que el mundo laboral es competitivo. Más aún, me motivaba llegar a ser un psicólogo preparado y altamente capacitado.

Mi recorrido estudiando el posgrado en la Universidad Ana G. Méndez ha estado lleno de grandes desafíos que lejos de desanimarme, me han motivado a aferrarme con mayor fuerza a mis sueños.

En este transcurso, logré obtener mi primer hogar, formar una familia y vivir el duelo de cerca; todo al mismo tiempo que me preparaba para un examen, una práctica o una presentación de casos. Continué estudiando, superando todos los retos que se cruzaban en el camino, desde conseguir gasolina hasta servir a los clientes de mi trabajo, mientras el caos se apoderaba de todos/as a consecuencia del huracán María. A esto sumamos las protestas del verano de 2019, los sismos y, por supuesto, la pandemia.

Sin duda alguna, me atrevo a decir que pertenezco a una generación de estudiantes de posgrado a prueba de todo. Durante este proceso de desarrollo académico y profesional, mis profesores y supervisores de práctica e internado estuvieron presentes y comprometidos conmigo.

Además, me ayudaron a conectar con otras plataformas que han servido de antesala a la solidificación de mi carrera profesional. Algunas de estas oportunidades incluyeron: participar en programas de radio y televisión como estudiante de UAGM, ser maestro de ceremonias en simposios, ser miembro de la Junta de la Asociación de Psicología de Puerto Rico y coordinador del “5K Promoviendo la Salud Mental”.

He cosechado grandes mentores, colegas y amigos. Aprendí a valorar lo que se consigue con esfuerzo y hoy ejerzo con orgullo una hermosa profesión. La clave es la convicción, estructura, disciplina, empeño y, sobre todo, una genuina pasión por la carrera que se ha escogido. Como decía Mahatma Gandhi: “Vive como si fueses a morir mañana. Aprende como si fueses a vivir para siempre”.

De jovencito creador de bonsáis a investigador en biotecnología

A los 13 años, su tía lo introdujo al arte de crear bonsáis, una actividad muy arraigada en su familia. Inmediatamente, Christopher A. Sambolín Pérez, natural de Sabana Grande, se destacó como creador de estos arbolitos en miniatura, un arte milenario que requiere destreza, paciencia y conocimientos botánicos. No fue extraño que con el paso del tiempo surgiera en él, un verdadero amor por las ciencias.

Este joven no dudó en estudiar Microbiología en el recinto de San Germán de la Universidad Interamericana de Puerto Rico. En ese recinto, aprovechó al máximo todos los recursos que tuvo a su alcance al participar en actividades educativas, simposios y conferencias.

En uno de esos simposios, pudo conocer sobre el Instituto de Biotecnología Sustentable del Recinto de Barranquitas y todos sus proyectos sobre biotecnología. Una vez graduado de bachillerato, sus mentores en San Germán lo apoyaron en su decisión de hacer una maestría en Biotecnología en Barranquitas y trabajar mano a mano en varios proyectos de investigación como el de micropropagación de semillas de plátano y guineo que ha sido reseñado en varios medios de comunicación.

“Tan pronto me gradué de bachillerato, solicité al programa de maestría en Barranquitas y rápidamente comencé a trabajar con este gran grupo de profesores, investigadores y mentores. La experiencia ha sido más que satisfactoria. Aquí en la maestría, las herramientas tecnológicas, los equipos, el equipo humano hace que te motives para seguir estudiando y aprendiendo. Estudiar una maestría requiere mucha dedicación y disciplina, uno tiene que ser más independiente, pero aquí no te sientes solo. Los profesores y mentores están pendientes de ti, siempre están accesibles”, explicó.

Para este joven investigador, estudiar una maestría permite que el conocimiento se amplíe y se abran nuevos horizontes del conocimiento. “Otra faceta que me encanta es que soy mentor de estudiantes de bachillerato y eso te ofrece experiencias de interacción, de apoyo, sientes que aportas”.

Como buen mentor, aprovechó la oportunidad para hablar del nuevo doctorado del Recinto de Barranquitas en Biotecnología Internacional. “Es un programa dinámico donde el estudiante tendrá experiencias como científico, es un programa competitivo, donde el estudiante doctoral tendrá la oportunidad de viajar a otras universidades. Tiene un enfoque globalizado, uno de los requisitos es viajar y trabajar con otras universidades internacionales con proyectos de esas universidades”.

Colaboración de la Universidad Interamericana.

Me siento muy bien preparado para enfrentar los retos

Por José A. Rosario Negroni, representante de Seguros de Sixto Rosario & Asociados Inc.

Completar el programa de maestría en Gerencia de Riesgos y Seguros me ha provisto de diversas herramientas, conocimientos y ventajas. Como empresario me ha permitido trabajar un plan de manejo de riesgo para nuestra empresa el cual se mantiene en continuo y constante crecimiento. Como representante autorizado de seguros me ha provisto del conocimiento y la confianza en mis habilidades para proveer un servicio más amplio y completo para nuestros clientes.

He aplicado los conocimientos en el área de manejo de riesgos, no solo administrar riesgos, sino evitándolos, transfiriéndolos o mitigando los mismos, también identificando oportunidades dentro de las distintos eventos, cambios y retos que hemos estado enfrentando. Cuando tenemos las herramientas para poner nuestro pensamiento crítico en mejor posición de cernimiento, sacamos mejor provecho a nuestras habilidades y ventajas competitivas. En fin, me siento muy bien preparado para enfrentar los retos y proveer a nuestros clientes el mejor servicio posible.

Enriquecedoras relaciones marcan el trabajo en alianza por el bien colectivo

Por Jorge A. Burgos Arce, consultor de Seguros en Strategic Capital Group

Mi experiencia al cursar el grado de maestría en la Universidad Universal fue muy enriquecedora tanto en el aspecto personal como en el profesional. Fue agente catalítico para la evolución y el crecimiento de mi práctica al ayudar a establecer nuevas líneas de autoridad como lo es la agencia general, así también en la función como representante autorizado.

Las relaciones creadas durante el grado sentaron las bases para trabajar en alianza con otros profesionales de la industria aportando al crecimiento y beneficio colectivo.