Mejora el aprendizaje cuando profesores y estudiantes mantienen un intercambio educativo saludable
Este permite que los jóvenes tomen riesgos positivos en el salón de clases
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La educación es la clave para lograr conocimiento no solo para el desarrollo profesional, sino también para el personal. Cuando pensamos en los métodos educativos, se considera el sistema de educación casi unilateral, en donde un profesor imparte una lección, sin esperar gran controversia de parte de sus estudiantes. Aunque existen algunas instituciones que se están adaptando a los tiempos y desarrollan el pensamiento crítico de sus alumnos a temprana edad, al sistema de educación tradicional todavía le falta mucho por evolucionar.
Las instituciones universitarias han sido esa transición entre el estudiante de escuela superior a convertirse en ese universitario autónomo. Claudia Luz Rivera Mercado, profesora de mercadeo y propietaria de la firma Customer Relationship Marketing, considera que el pensamiento crítico se debe fomentar desde temprana edad.
“Esto ayuda al desarrollo del ser humano. Sin embargo, no es la norma en nuestra educación, aunque, con el acceso a la información que tenemos hoy día, a través de la internet, los estudiantes pueden prepararse para crear un ambiente de conversación en el salón de clases y no un monólogo con el profesor”.
De acuerdo con la educadora, en la actualidad, se ha creado un movimiento de autoeducación, mediante el cual los estudiantes buscan conseguir más información sobre los temas que se discuten en clase. Este tipo de herramienta logra que el estudiante aproveche mucho más el tiempo en el salón de clases, al profundizar en temas y lograr un intercambio productivo con el profesor.
Igualmente, Marilú Díaz, quien recientemente recibió su grado de maestría en Gerencia, entiende que, como estudiantes, es sumamente importante tomar la iniciativa ante los diversos postulados que exponen los profesores.
“Debemos tener la capacidad de analizar y evaluar las lecciones que estos nos imparten en clase. Nosotros tenemos la capacidad de evaluar si lo que se presenta es correcto y poder argumentar, si entendemos que la lección puede ser interpretada de otra manera”, añadió.
Explicó cómo, durante sus años de bachillerato, se encontró con pedagogos que no permitían una interacción argumentativa acerca de la información que brindaban. Mientras que, cuando cursó sus estudios de maestría, los profesores alentaban este tipo de conducta, provocando que se buscara información, más allá de la que cubría el curso, logrando estimular la curiosidad para mantener un pensamiento crítico durante sus clases.
La joven, quien trabaja en el Programa de Educación Continua de la Universidad Ana G. Méndez, detalló cómo exponer el pensamiento crítico u opinión sobre algún tema ante un profesor no solo les abre las puertas a los demás compañeros para que evalúen la información que se está brindando, sino que también permite evaluar a los profesores que no admiten este tipo de dinámica durante sus lecciones.
Por otra parte, la profesora Rivera también expuso la otra cara de la moneda. Explicó que así como hay estudiantes que llegan al salón listos para debatir un tema, aportar y aprender, existen otros que creen todo lo que se presenta en la internet, sin tener ninguna base o fundamento para apoyar su argumento.
“Es de gran importancia que el profesor cultive este tipo de ambiente en el salón de clases. En las clases de mercadeo, que son las lecciones que imparto, contar con un estudiantado que tome riesgos y que tenga un alto nivel de criterio propio logra facilitar la enseñanza, ya que, al explicar alguna estrategia, los alumnos pueden sentirse identificados, relatando anécdotas, experiencias o casos a los cuales se han visto expuestos”, resaltó la académica.
Uno de los aspectos más importantes que describe este tipo de libertad o autonomía dentro del salón de clases es que impere el respeto; “el reto del estudiante es efectivo cuando trae información valiosa que aporte al conocimiento. Incluso puede traer un punto contradictorio y generar una dinámica de debate en el aula que dé paso a profundizar en el tema que se esté discutiendo. Es mejor tener estudiantes que traigan ideas nuevas, a tener una clase en la que el profesor solo hable”, expresó.
Consecuentemente, Díaz coincidió con estas expresiones, resaltando cuán importante es que los estudiantes establezcan sus posiciones ante la información que reciben. Este intercambio fomenta un ambiente saludable en donde los alumnos pueden obtener información valiosa que pueden utilizar en su vida cotidiana y profesional.
En entrevistas por separado, ambas coincidieron en que buscar información aparte de la que se presenta a la hora de las clases y tomar cursos que reten son las claves para lograr el éxito profesional y personal. Exhortaron a los estudiantes a que no tengan miedo a preguntar o exponer sus puntos de vista. La comunicación asertiva es la herramienta para lograr un balance en la educación. Poder discernir entre argumentos informados y aquellos que carecen de razón es el tipo de información que nos permite establecer conclusiones fundamentadas y desarrollar alternativas tanto de manera profesional como individual.
Este contenido comercial fue redactado y/o producido por el equipo de GFR Media.