Hacer un posgrado precisa una reflexión pausada. Si has decidido comenzar o aún tienes dudas, esto podría ayudarte.

Ya sea porque aspiras a mejores oportunidades de trabajo y remuneración, quieres cambiar de carrera, deseas ampliar tus conocimientos o fortalecer tus competencias laborales, la realización de un posgrado va a exigir de ti mucha entrega y compromiso. Ahora considera si tienes la disposición de invertir tiempo y energía para estudiar una especialización y si es el momento oportuno.

“Primero, piensa en el objetivo profesional que quieres conseguir”, recomendó la vicepresidenta auxiliar de Calidad Académica de la Universidad del Sagrado Corazón (USC), Nadjah Negrón Cartagena.

Por ejemplo, de las personas que egresaron de la USC en 2021, el 64 % dijo que la razón para completar estudios de posgrado fue desarrollarse en el área en la que ya trabajaban. El 24 % respondió que lo hicieron para tener más oportunidades en el mercado laboral, buscar un nuevo empleo o cambiar de carrera, y el 12 % quería continuar sus estudios tan pronto recibió el título de subgrado.

Con relación al proceso de deliberación, la entrevistada compartió qué tener en cuenta. Es importante que evalúes las ofertas de las diferentes universidades y analices si los programas académicos se ajustan a tu propósito laboral o intención académica.

Mientras que el certificado posbachillerato es muy específico, con un enfoque prioritariamente práctico y de menor duración, la maestría profundiza en la especialización y es un grado mayor que el primero. Finalmente, el doctorado es el grado máximo, en el que las tareas de investigación cobran una gran relevancia.

Asimismo, Negrón Cartagena enfatizó en la importancia de evaluar si tendrás el tiempo y la disponibilidad para participar de la vida universitaria. De igual forma, debes evaluar las ventajas y las desventajas de las diversas modalidades de estudio: presencial, en línea o híbrida.

En general, la enseñanza-aprendizaje cara a cara preserva y promueve el trato próximo entre la facultad y el estudiantado, y entre pares, la participación en tiempo real y la socialización indispensable en cualquier actividad educativa. En cambio, la virtual permite una mayor flexibilización del proceso educativo, mientras que las clases híbridas cumplen con las diferentes necesidades y estilos de aprendizaje del alumnado.

Aunque variará según el programa y el calendario académico, Negrón Cartagena aconsejó que las personas que estudien un posgrado completen seis créditos por trimestre.

Sin duda, otro aspecto a considerar antes de matricularte es determinar cuáles serán las fuentes de financiación para cubrir los costos que conlleva estudiar un posgrado.

Además, identifica los servicios y las oportunidades que la universidad te provee a nivel graduado. Sería conveniente que solicites una orientación para aclarar dudas y conocer todos los ofrecimientos.

Ciertamente, las instituciones diseñan una gama de prestaciones. Estas pueden incluir desde talleres para reforzar destrezas y habilidades, asesoría para la elaboración y la actualización del resumé, y acceso a herramientas digitales, hasta ferias de empleo y actividades para impulsar conexiones profesionales o networking. También, proporcionan recursos para la investigación, posibilitan prácticas externas y colaboraciones comunitarias.

A su vez, la oficina encargada de la asistencia económica en la universidad seleccionada te proveerá información sobre las opciones y qué se ajusta mejor a tu necesidad.

“Si decides pedir un préstamo, asegúrate de que entiendes quién lo concede y las condiciones del mismo. Los préstamos estudiantiles pueden proceder del gobierno federal, de fuentes privadas como un banco o una institución financiera, o de otras organizaciones. Los préstamos concedidos por el gobierno federal, llamados préstamos federales para estudiantes, suelen tener más ventajas que los préstamos de bancos u otras fuentes privadas”, expone en su página web la Oficina de Ayuda Federal para Estudiantes (FAFSA, por sus siglas en inglés), del Departamento de Educación de los Estados Unidos.

Incluso, la FAFSA cuenta con una variedad de herramientas como el simulador de préstamos, que te permite calcular los pagos de los préstamos estudiantiles y te ayuda a elegir la opción de reembolso que más te conviene.

Por otra parte, recuerda que la Ley ADA (American with Disabilities Act) “prohíbe la discriminación por motivos de discapacidad” y tú tienes derecho a solicitar acomodo razonable. Este facilita cualquier modificación o ajuste en el ambiente educativo, que permita a la persona con discapacidad participar de la vida universitaria y acceder en igualdad de condiciones a servicios y oportunidades.

Haz un recorrido por las páginas web de las instituciones de tu interés, identifica los servicios que ofrecen y consulta sobre otras actividades y programas de apoyo para la inmersión universitaria.

En conclusión, medita acerca de tus intereses académicos y profesionales, y cuáles son las alternativas más favorables para cumplir tus objetivos y la ejecución del posgrado.

Sobre este asunto, la entrevistada destacó tres elementos clave para completar el grado con éxito: organización, buen manejo del tiempo y disciplina.

“Mantén una comunicación activa con profesores y estudiantes, y participa en las actividades que desarrolle la universidad”, sugirió Negrón Cartagena.

Asimismo, invitó a que, antes de tomar tu decisión, entrevistes a profesionales en los campos de tu interés para conocer sus experiencias en el mundo laboral y, finalmente, determines cómo harás un balance entre todas tus responsabilidades.