La colaboración es la base para fomentar el autoempleo
A través de diversas estrategias, las universidades promueven esta visión
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Hace exactamente un año, cuatro profesores de la Universidad Católica de Guayaquil (Ecuador) realizaron un estudio académico sobre el interés de los estudiantes universitarios sobre el emprendimiento. Citando a Audretsch –investigador de la Universidad de Oxford– este tema juega “un papel importante en el desarrollo económico en tanto (que) estimula la incubación de innovaciones tecnológicas, el aumento de la eficiencia económica y la creación de nuevos empleos” (p. 65).
En nuestra isla, la necesidad de emprender es crucial para el desarrollo estratégico que impulsará nuestra economía y, por supuesto, también se discute en las aulas universitarias. Sobre este tema, el ingeniero Carlos González, decano de Administración de la Universidad Politécnica de Puerto Rico, concurrió con los intereses que, tanto la institución académica como los estudiantes, manifiestan sobre este tema.
“El interés del estudiantado de la Universidad Politécnica en el tema de emprendimiento es cada vez mayor”, admitió González. Nuestras carreras subgraduadas en los temas de STEAM –acrónimo que agrupa a las ciencias, la tecnología, la ingeniería, las artes y las matemáticas– son idóneas para desarrollar sus ideas o inventos, y luego convertirlos en productos o servicios comerciales a través de nuestros proyectos de fin de carrera (cursos de cierre o capstone) para el bien de la sociedad”, señaló el decano.
Emprendimiento solidario y fundamentado en la educación
Sobre este asunto, González enfatizó que no es necesario promover ideas sobre el desarrollo de estrategias para el autoempleo entre los estudiantes de la UPPR.
“Esta generación de estudiantes es más atrevida y confiada en sus talentos individuales, que luego convierten en talentos para iniciarse en el empresarismo”, afirmó.
Su observación concurre con los hallazgos de los académicos ecuatorianos: la personalidad emprendedora de estas nuevas generaciones es un tema que los investigadores ecuatorianos resaltaron en su escrito por el incremento en la atención sobre el tema que se ha generado tanto en los espacios académicos como en las estructuras gubernamentales (p. 65).
De igual manera, la integración a proyectos anclados en el servicio a la comunidad –particularmente en tiempos de estancamiento económico– han servido como puente para vincular la necesidad de desarrollo económico con la educación, por lo que también ha sido necesario adiestrar al personal docente de escuelas públicas y privadas para concienciar aún más sobre este tema.
“En el caso de la Politécnica, fuimos contactados para participar del programa Echar Pa’lante hace unos años”, recordó González. “A través de ese programa, hemos adoptado y adiestrado tanto a maestros como a estudiantes de varias escuelas públicas en este tema para promoverlo desde edades más tempranas”, subrayó.
Para González, “los resultados han sido extraordinarios”, mientras mencionó que, a través del programa, estudiantes de escuelas a nivel intermedio y superior han vivido una experiencia muy satisfactoria. “Estos jóvenes han desarrollado sus ideas en productos y servicios que redundan en beneficio económico para sus respectivas escuelas”.
En estos casos, el rol de los maestros es esencial. “Se han capacitado (a través de distintos esfuerzos para adquirir destrezas) que los ayudan a entender el proceso de convertir una idea en una oportunidad de negocio”, puntualizó. González recalcó, a su vez, que los temas de capacitación incluyen la innovación, el mercadeo, la publicidad, la obtención de patentes y la comercialización de un invento, entre otros asuntos.
Las pymes y la educación: dos anclajes importantes
Por otra parte, el decano González sostuvo que las pequeñas y medianas empresas (pymes) juegan un papel esencial para la economía del futuro.
“Son imprescindibles en el desarrollo económico de un país y Puerto Rico no es la excepción. Estas empresas nativas mantienen su conocimiento y capital desarrollado en donde se originan, generando empleos para crear una cadena de suministros que beneficia a todos”, resaltó.
González favoreció la educación hacia el emprendimiento desde etapas tempranas, tal como se enseñan otras materias. “Se debe desarrollar en las escuelas (superiores vocacionales) que enseñan cursos técnicos, como cualquier otro oficio. Así despertamos el interés de los jóvenes para convertirse en empresarios”, dijo.
Por esa razón, el decano también favoreció la colaboración entre las escuelas y las universidades para reforzar este tema. “A través de proyectos colaborativos y adiestramientos, se puede expandir ese conocimiento que va desde los profesores y estudiantes de la universidad hacia estudiantes y maestros. Así, más temprano en sus vidas, podemos lograr que se interesen en desarrollar ideas o tener experiencias previas que ampliarían mientras estudian su carrera de interés”, sostuvo.
Los investigadores ecuatorianos apuntaron en su estudio que el emprendimiento requiere de mucho refuerzo positivo, particularmente para derrotar la noción de que el éxito depende de ser empleado en una empresa, en lugar de crear una mentalidad de autogestión para el empleo.
“En el caso de la Universidad Politécnica, nuestros ofrecimientos basados en las competencias del modelo STEAM permiten que, de manera natural, se desarrolle un semillero de ideas que surgen de la colaboración entre profesores y estudiantes. En múltiples ocasiones, (esas ideas) se han convertido en negocios que los estudiantes continúan después de graduarse y comenzar su práctica profesional”, concluyó González.
Este contenido comercial fue redactado y/o producido por el equipo de GFR Media.