Según una encuesta sobre conciencia del emprendimiento, realizada por la firma IPSOS en 2018, un 35% de la generación milenial tenía conciencia sobre el tema. Los nuevos números sobre este interés de la generación que inició este siglo podrían presentar cambios muy interesantes a partir del próximo año.

Esa misma encuesta fue analizada con mayor profundidad por la revista Forbes, que destacó los siguientes datos de interés:

  • 13% de los emprendedores en los Estados Unidos pertenecen al sector millenial
  • 62% de los mileniales ha considerado, entre sus opciones futuras, desarrollar un negocio propio
  • 28% de los emprendedores de la generación milenial son mujeres
  • 21% de los emprendedores mileniales son de origen hispano

No obstante, con la sobreestimulación de estas generaciones, es posible que algunos no hayan considerado cómo desarrollar un proyecto para gestar sus propios ingresos en el futuro. De acuerdo con Jorge Pagán Pagán, director del Programa de Desarrollo de la Juventud (PDJ) del Departamento de Desarrollo Económico y Comercio (DDEC), el tema del emprendimiento debe abordarse desde el significado de emprender.

“Es empezar algo, cualquier cosa”, dice Pagán Pagán. “(Hay que) permitirles a nuestros jóvenes (emprender) es empoderarles para que sepan que su futuro y el de nuestra isla está en sus manos”, enfatizó.

¿Cómo se provoca esa conversación?

Pagán Pagán es claro al señalar que “no hay edad (específica) para emprender”, refiriéndose a la intención y el proceso de iniciar su propia empresa. “Como padre, estoy consciente de que somos una pieza esencial para el desarrollo de nuestros hijos. [En el tema del emprendimiento], no hay mejor forma de provocar la conversación [que] simplemente abordarlo”. Según admitió, la pregunta de “¿qué quieres ser cuando seas grande?” no ha perdido vigencia. “A partir de ahí, [uno puede] aconsejarles sobre las miles de posibilidades que tiene de ser, por ejemplo, dueño de su propio negocio”, subrayó.

Una táctica que pudiera funcionar es la observación del comportamiento, es decir, cuáles pueden ser fortalezas o áreas de desarrollo en la criatura para encaminarse hacia la búsqueda de sus intereses, habilidades y talentos. “Las características principales (de las personas emprendedoras) son conocidas: liderazgo, creatividad y dedicación. También se requiere voluntad, compromiso y ganas de seguir adelante, para su bienestar y el del país”, dijo Pagán Pagán.

Educación y oportunidades

Un aspecto importante de esa conversación debe incluir la exploración de servicios y programas disponibles para que, una vez se despierte el interés, los jóvenes puedan continuar por esa trayectoria. “En el DDEC tenemos varias alternativas que van desde orientaciones y charlas sobre el tema hasta programas que ayudan a tener experiencias de trabajo o desarrollar un plan de negocios”, comentó Pagán Pagán.

De igual forma, hay estímulos para fomentar el emprendimiento y la educación. “Tenemos una iniciativa específica, Diálogo Juvenil, en la que hablamos del tema a través de experiencias de otros que han tenido éxito en sus proyectos”, explica el funcionario. Por otra parte, los jóvenes adultos pueden beneficiarse de programas específicamente diseñados para un emprendedor. “Orientamos sobre la creación de planes de negocio, y ofrecemos préstamos y exenciones”, detalló Pagán Pagán.

Por otra parte, para alentar en el futuro emprendedor la importancia de la formación académica, el funcionario destacó que la beca Teodoro Moscoso ofrece incentivos entre $10 mil y $40 mil, que pueden aplicarse a sus estudios universitarios (bachillerato, maestría o doctorado –con ciertos requisitos que están disponibles en la página web de la agencia).

“En la misma página web pueden obtener información, pero, igual, pueden llamar y recibirán orientación sobre aquellos programas que les llamen más la atención y ciertos detalles importantes”, señaó Pagán Pagán. Por ejemplo, la solicitud de la beca requiere un proceso más exigente para calificar a los aspirantes a base de sus méritos académicos, experiencias de vida y planes futuros.

Las historias de éxito impactan

Pagán Pagán destacó la importancia de participar en estos u otros programas disponibles para explorar los intereses y descubrir habilidades que pudieran transformarse, más adelante, en oportunidades para desarrollar una carrera profesional.

“Así nos pasó con una joven que, a través del programa Juvempleo, tuvo su primera experiencia de trabajo en el Instituto de Ciencias Forenses. De ahí desarrolló interés por ese tema y, actualmente, trabaja a tiempo completo en el ICF, como técnica de laboratorio”, recordó.

Por eso, al reflexionar sobre este caso particular que, de seguro, se ha repetido con muchos otros jóvenes en múltiples instancias, Pagán Pagán reiteró su insistencia en defender la calidad de los jóvenes puertorriqueños y su compromiso con el país.

“Que tengan (desde temprano) la herramienta clave del emprendimiento en sus manos reafirma mi confianza de que nuestro desarrollo económico para el futuro no solamente será bueno, sino fructífero”, culminó Pagán Pagán.