Cuidados para mujeres embarazadas que viven con VIH
Además de recetar el medicamento adecuado para el tratamiento de VIH, la obstetra Carmen Zorrilla explicó que también es muy importante que el virus esté indetectable
PUBLICIDAD
Cuando las mujeres están embarazadas, el cuerpo está transitando un proceso metabólico diferente. Hay fármacos que se absorben y otros que no. Por consiguiente, en mujeres embarazadas que vivan con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), hay que saber escoger correctamente los medicamentos para el tratamiento del virus.
“Porque queremos una eficacia (del medicamento) y que no causen toxicidad o defectos congénitos en el proceso de gestación. También, que les caigan bien, porque seguirá tomando los mismos medicamentos en el embarazo”, expresó Carmen Zorrilla, científica y ginecóloga obstetra, especialista en mujeres embarazadas con VIH.
Además de recetar el medicamento adecuado para el tratamiento de VIH, Zorrilla explicó que también es muy importante que el virus esté indetectable a la hora de realizar pruebas de sangre a las mujeres embarazadas. La indetectabilidad del VIH asegura, en cierta medida, que no haya una transmisión perinatal. La transmisión perinatal se refiere a cuando el bebé adquiere el VIH durante el embarazo, el parto o en el proceso de lactancia.
“Queremos que ella esté indetectable. Cuando midamos el virus en su sangre, no podamos medirlo. Eso nos dice que tiene un control virológico”, explicó Zorrilla, quien con otros científicos puertorriqueños descubrieron cómo evitar que las mujeres en gestación traspasen el VIH al cigoto.
De igual forma, la médica señaló que en las mujeres embarazadas que viven con VIH hay que evaluar su estado de salud completo.
“Debe tener sus vacunas al día. Tener evaluaciones de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS). También, pruebas de hepatitis e influenza. Hasta sus otras posibles condiciones que podrían afectar el embarazo. Además, tiene que estar tomando ácido fólico”, indicó Zorrilla, quien trabaja hace más de dos décadas en el Centro de Estudios Materno Infantil (CEMI), del Recinto de Ciencias Médicas, en la Universidad de Puerto Rico.
Asimismo, la especialista expresó que, dentro de esos primeros cuidados prenatales, hay que conocer si la pareja de la mujer es positivo o negativo al VIH. “Si él es positivo, queremos asegurarnos de que él esté tomando medicamentos y que esté no detectable. Que no tenga hepatitis C o cualquier otra enfermedad que se pueda transmitir sexualmente”, apuntó.
Primeras visitas al obstetra
En las primeras visitas médicas, el obstetra confirmará con un ultrasonido cuál es el tiempo de concepción, la frecuencia cardíaca y evaluará si el cigoto está dentro del útero.
“Lo más importante para una mujer con VIH embarazada es saber exactamente las fechas. Porque todo el manejo del parto o la cesárea depende de cuánto tiempo tenga en el embarazo”, expresó Zorrilla.
Después de tener todas las pruebas de salud requeridas y tener una carga viral indetectable, se comienza con el cuidado prenatal como cualquier persona embarazada que no viva con VIH. No hay diferencia en el cuidado prenatal o en las frecuencias de las visitas al obstetra, precisó la médica.
Del mismo modo, añadió que a las mujeres se les brinda una consejería de síntomas. “Porque hay personas que desarrollan náuseas. Si tienes náuseas y vómitos, y estamos tomando medicamentos para el tratamiento del VIH, ¿cómo vas a manejar eso? Jugamos con el problema de las náuseas y vómitos con recomendaciones de nutrición o recetamos medicamentos para náuseas y vómitos”, indicó.
El proceso del parto
Hoy, la cesárea no es un requisito ni una recomendación para reducir el riesgo de transmisión del VIH en el parto. Si la mujer está indetectable, puede tener un parto vaginal.
“Nos gusta que el parto sea después de las 39 semanas. Por eso, es tan importante saber el tiempo exacto del embarazo porque, si tienes dudas, una semana puede hacer la diferencia. Si hay que hacerle la cesárea por alguna razón, se hace a las 39 semanas o después”, declaró Zorrilla.
Si la mujer tiene un proceso de parto natural, al nacer el bebé se baña completamente porque en el líquido amniótico pueden haber segregaciones maternas que tengan el virus, aunque la madre esté indetectable. Zorrilla explicó que la sangre y el tracto genital no siempre miden igual.
Por consiguiente, al bebé se le proveen retrovirales por un mes para prevenir cualquier tipo de riesgo de transmisión y se recomienda que no haya lactancia materna.
“A ese bebé se le da leche de fórmula, porque la lactancia aumenta la transmisión de mamá a bebé en un 16 %. Y si tú tienes toda esta estrategia de embarazo, medicamentos, todos estos cuidados que hemos hecho, no queremos tirarlo por la borda con la lactancia. Yo soy obstetra y favorezco la lactancia siempre, pero hay que tener claro que la lactancia es una opción no una obligación”, explicó la médica.
El cuidado de la mujer embarazada que vive con VIH se realiza de una forma integral, y se prioriza tanto el bienestar de la salud de la madre, como padre y el bebé. Estas técnicas de cuidados han hecho que Puerto Rico sea pionero en reducir la exposición perinatal en mujeres embarazadas con VIH. Desde 1994 hasta el 2020, los científicos del país redujeron la transmisión a un 0 %.
Este contenido comercial fue redactado y/o producido por el equipo de GFR Media.