Consejos para atender la salud de tus riñones
Te ayudarán a identificar los factores de riesgo, hacerte las pruebas de detección temprana y mantener un estilo de vida saludable
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La diabetes, la hipertensión, la obesidad, un historial familiar con antecedentes de enfermedad renal y las enfermedades cardiovasculares, entre otras causas y factores, te colocan en mayor riesgo de padecer enfermedad renal.
A su vez, el nefrólogo Luis Díaz Cruz apuntó que fumar y el abuso de medicamentos sin receta, como los antiinflamatorios no esteroides (AINE) para reducir la inflamación y aliviar el dolor, así como el alcohol y las drogas, pueden dañar los riñones.
Según el Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales, los AINE pueden ser nocivos para los riñones, si se toman por un largo período o pueden provocar una lesión renal aguda si se ingieren cuando se tiene deshidratación o la tensión arterial baja.
Acerca del impacto de la nutrición en la salud renal, la revista de la Fundación Nacional del Riñón publicó, en junio de 2022, los resultados de un estudio que asocia el consumo de alimentos ultraprocesados con un riesgo mayor de enfermedad renal crónica. En este se halló que cada ración de alimento ultraprocesado representa un riesgo 5 % mayor de enfermedad. Las bebidas azucaradas y las carnes fueron las que se relacionaron significativamente con un mayor riesgo.
Por su parte, en el comunicado de prensa “El aumento de peso en la edad adulta temprana y media puede aumentar el riesgo de enfermedades crónicas graves y la mortalidad”, publicado por la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard en 2017, se compartieron los siguientes resultados. “En un metaanálisis de los participantes en el estudio de las dos cohortes, cada aumento de peso de 5 kilos (11 libras) se asoció con un 30 % de riesgo mayor de diabetes tipo 2, un 14 % de riesgo mayor de hipertensión, un 8 % de riesgo mayor de enfermedades cardiovasculares, un 6 % de riesgo mayor del cáncer relacionado con la obesidad, un 5 % de riesgo mayor de muerte prematura (entre los que nunca habían fumado) y una disminución del 17 % de las probabilidades de lograr un envejecimiento saludable”.
Aunque la enfermedad renal en etapas tempranas, generalmente, no presenta síntomas, existen pruebas de detección para conocer la salud de los riñones. La prueba de albúmina refleja si los riñones han dejado pasar esta proteína a la orina, que es un indicador de daño renal. Mientras que un análisis de sangre puede ser utilizado para comprobar la tasa de filtración glomerular o el nivel de función de los riñones.
“A partir de los 21 años, una vez al año”, sostuvo el doctor Díaz Cruz sobre las recomendaciones para la realización de las pruebas de cernimiento. “Si tienes hipertensión o diabetes, el seguimiento debe ser más seguido”, puntualizó.
Acerca de ese particular, el médico indicó que hay iniciativas para concienciar sobre la relevancia de que las personas con diabetes o presión arterial alta sean referidas tempranamente a un especialista en nefrología.
De acuerdo con el estudio “Prevalencia y factores asociados a la enfermedad renal crónica no diagnosticada en la diabetes mellitus”, presentado durante las reuniones clínicas de primavera de la Fundación Nacional del Riñón en 2019, se encontró que el 49 % de los pacientes con diabetes tenían enfermedad renal no diagnosticada. De estos, el 57 % estaba en etapa 3a, el 30 % en 3b, el 11 % en etapa 4 y el 4 % en la 5.
“Los pacientes necesitan una formación más temprana en el curso de su enfermedad renal que les permita tomar medidas para ralentizar la progresión y, posiblemente, prevenir el desarrollo de una enfermedad renal terminal. Esto solo puede ocurrir si el paciente es consciente del diagnóstico de enfermedad renal crónica”, declaró el comunicado de prensa de la Fundación Nacional del Riñón.
En esa misma línea, los Institutos Nacionales de la Salud publicaron un aviso a los medios en 2022 sobre el primer modelo de cribado renal personalizado para personas con diabetes tipo 1 (T1D). “En concreto, las personas con T1D con bajo riesgo de desarrollar enfermedad renal crónica podrían someterse a pruebas de detección de tasa de excreción de albúmina en orina con menor frecuencia para reducir la carga y el coste, y las personas con alto riesgo podrían someterse a pruebas con mayor frecuencia para facilitar la detección precoz”.
Si hay sospecha de enfermedad renal, la persona tiene dolor o hay un hallazgo inusual como sangre en la orina, el doctor Díaz Cruz indicó que podría hacerse un sonograma de riñones.
¡Protege tus riñones!
Tu estilo de vida repercute directamente en la salud renal, así como la forma en que manejes condiciones como la diabetes y la hipertensión.
Antes de enumerar las prácticas que te ayudarán a mantener la buena salud de tus riñones, el nefrólogo destacó algunas preguntas que debes hacer a tu médico de cabecera. Conoce tu estado de salud general y edúcate sobre tus condiciones y las estrategias de prevención y hábitos saludables.
Consulta lo siguiente y mantén un listado de los medicamentos que tomas:
- ¿De qué condiciones padezco?
- ¿Para cuáles estoy recibiendo tratamiento?
- ¿Qué riesgo tengo de perder función renal?
- ¿Cómo están funcionando mis riñones?
Si ya has recibido un diagnóstico de enfermedad renal, pregunta sobre la etapa en la que se encuentra, qué implica y los pasos a seguir para el manejo de la condición, pautas de nutrición y otras recomendaciones de ajustes que debes hacer a tu estilo de vida.
Igualmente, atiende tu salud mental y emocional. Crea una red de apoyo con la que puedas compartir lo que te sucede e identifica actividades y prácticas que te permitan canalizar tus emociones.
Hábitos para la salud renal
Además de las pruebas de detección temprana, la alimentación y la actividad física son relevantes para mantener los riñones en óptima condición. El especialista entrevistado expresó que, en Puerto Rico, la dieta suele ser rica en sal y esto debe modificarse. Igualmente, enfatizó que todas las personas con enfermedad renal deben ser referidas a profesionales en dietética y nutrición.
De esta forma, las recomendaciones del Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK, por sus siglas en inglés) incluyen alimentos con menos sal y sodio para prevenir la hipertensión. “Coma la cantidad adecuada y los tipos adecuados de proteínas. Comer más proteínas de las necesarias puede hacer que los riñones trabajen más”, explica el NIDDK. También, sugiere evitar los alimentos fritos, seleccionar alimentos y bebidas con menos fósforo, como las frutas frescas y los vegetales, para evitar que el exceso de este dañe el cuerpo. Además, escoge aquellos alimentos que tengan la cantidad adecuada de potasio, mineral encargado de que los nervios y los músculos funcionen correctamente.
Del mismo modo, el doctor Díaz Cruz dijo que no fumar y hacer ejercicio son parte de las estrategias de cuidado y prevención. “Para mantener o mejorar tu salud, intenta realizar 150 minutos semanales -o al menos 30 minutos todos o casi todos los días de la semana- de actividad física moderada”, aconseja el NIDDK. Si en un principio no puedes completar los 150 minutos, haz períodos más cortos hasta que puedas lograrlo. Si tienes una enfermedad crónica, consulta con tu especialista sobre el tipo y la cantidad de actividad física que te conviene.
Asimismo, el nefrólogo añadió que es imprescindible que controles tu presión arterial y los niveles de azúcar en la sangre.
Encuentra más información sobre salud renal en el Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales, la Fundación Nacional del Riñón y los CDC: www.kidney.org, www.cdc.gov y www.niddk.nih.gov.
Este contenido comercial fue redactado y/o producido por el equipo de GFR Media.