11 consejos para cuidar la salud de tus riñones
Son las prácticas recomendadas por expertos para mantener tu salud renal
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El rol principal de los riñones reside en mantener el equilibrio correcto del agua y otras sustancias en el cuerpo humano, según indican los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, en inglés).
El Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK, en inglés) añade que un sistema renal óptimo contribuye al funcionamiento de otros sistemas (muscular, nervioso, óseo), controla la presión arterial y produce los glóbulos rojos que suministran oxígeno a través del cuerpo.
Hoy, Día Mundial del Riñón, es el momento perfecto para que conozcas las medidas preventivas, sugeridas por expertos en nefrología y organizaciones de salud, para mantener tus riñones sanos.
1. Visita periódicamente a tu médico
La enfermedad de los riñones no presenta síntomas en su estado inicial y, comúnmente, el paciente se percata de una disfunción cuando necesita diálisis, planteó el nefrólogo intervencional del Centro Médico Episcopal San Lucas, Félix W. Pérez Ramos.
“Una evaluación temprana será la clave para ofrecerle la educación adecuada al paciente y suministrarle los medicamentos. Ver al nefrólogo frecuentemente y hacerse los laboratorios es la única herramienta que tenemos para que, de haber un deterioro grave de los riñones, tengamos que hacer algo distinto para detener ese daño”, comentó el doctor Pérez Ramos.
2. Consume alimentos saludables
El médico enfatizó que una nutrición sana sirve como una herramienta significativa para la prevención de trastornos renales. También, mencionó que los nutricionistas y los nefrólogos deben trabajar en conjunto para desarrollar un plan de manejo que promueva la alimentación saludable para sus pacientes.
El NIDDK sugiere el consumo de alimentos con poca o sin azúcar añadida, y bajos en grasas saturadas, grasas trans, colesterol y sodio. Particularmente, para los pacientes con diabetes, presión alta y enfermedades cardíacas, exhorta a acudir a un dietista para desarrollar planes de alimentación personalizados y nefrosaludables.
3. Mantén un peso adecuado
El Departamento de Salud y Servicios Humanos plantea que la obesidad y el exceso de peso constituyen el quinto factor de riesgo más alto de la mortalidad adulta a nivel global.
Debido a que la obesidad funge como un posible causante de enfermedades como la diabetes, la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares que, a su vez, afectan el sistema renal, resulta imperante alcanzar un peso apropiado para evitar cambios metabólicos perjudiciales para su salud.
Consulta a tu médico para crear un plan de pérdida de peso ajustado a ti.
4. Limita la ingesta de alcohol
Un estudio publicado en la revista Alcohol Health and Research World indica que el consumo prolongado de alcohol afecta la capacidad del riñón para regular el volumen y la composición de líquidos y electrolitos en el cuerpo y los mecanismos de control hormonal.
Ante estos riesgos, el NIDDK sugiere evitar la ingesta crónica de alcohol para también manejar la presión arterial y evitar ganar peso.
5. Haz ejercicios
La Fundación Nacional del Riñón (NKF, en inglés) aconseja realizar ejercicios y actividad física constante como caminar, realizar tareas domésticas, practicar algún deporte o aeróbicos para desarrollar fortaleza, obtener resistencia y reducir factores de riesgo.
MedlinePlus recomienda que los adultos realicen, al menos, 150 minutos de actividad aeróbica de moderada intensidad o 75 minutos de alta intensidad semanales.
6. Maneja los niveles de azúcar en sangre
Factores como las hormonas, las enfermedades o el estrés influyen en los niveles de glucemia. Un descontrol en los niveles de azúcar en la sangre podría obstruir y estirar los vasos sanguíneos, en el interior del riñón, y provocar daños al sistema renal, informa la NKF.
Por esta razón, el monitoreo constante de los niveles de azúcar en la sangre o glucemia es una manera importante de controlar la diabetes y prevenir una enfermedad renal.
7. Controla tu presión arterial
Según el American Kidney Fund, los daños que provoca la hipertensión en los riñones pueden revertirse a través de la detección temprana. Controla tu presión arterial, realizando cambios a tu estilo de vida y prestando especial atención a tus hábitos alimentarios.
8. Controla los niveles de colesterol
Las recomendaciones para mantener un sistema renal sano guardan una relación directa entre sí. Para controlar los niveles de colesterol, la NFK recomienda realizar actividad física, una dieta baja en grasas saturadas y colesterol, y complementarlo con el consumo de medicamentos para este tipo de grasa.
9. Evita el uso excesivo de analgésicos
La NKF señala que el uso excesivo de los analgésicos en dosis altas para aliviar el dolor reduce el flujo de sangre al riñón y causa daños en el tejido renal.
Por su parte, el NIDDK sugiere que las personas administren responsablemente su medicación y propone que lleven un registro de consumo y revisen cómo estos fármacos interactúan con otras prescripciones.
10. No fumes
Una investigación de la Revista de Nefrología, Diálisis y Trasplante señala que el tabaquismo promueve el desarrollo y progresión de enfermedades.
Denominada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como “la principal causa prevenible de muerte a nivel mundial”, detener los hábitos relacionados al tabaco reduciría el riesgo de contraer un trastorno renal crónico.
11. Asegura una ingesta de líquidos adecuada
Las personas deben ingerir dos litros de agua diarios para mantenerse saludables. No obstante, para un paciente renal resulta aún más importante controlar el consumo de líquidos debido a su riesgo de retención y padecimiento de insuficiencia renal. Por este motivo, debe consultar a su médico para conocer su ingesta adecuada, conforme a la etapa de la enfermedad y sus necesidades particulares.
Este contenido comercial fue redactado y/o producido por el equipo de GFR Media.