Con motivo del Día Mundial del Corazón, especialistas en cardiología del Centro Médico Episcopal San Lucas compartieron el primer caso documentado en Puerto Rico de orejuela atrial izquierda gigante, una rara condición que puede presentar arritmias, disfunción cardíaca o dolor de pecho.

De acuerdo con el doctor Ernesto Soltero, cirujano cardiotorácico, la paciente fue operada el pasado 24 de agosto, luego de experimentar una recurrencia de arritmia. Indicó que se le realizó una cirugía de corazón donde se le removió la orejuela izquierda gigante y, además, se le realizó un Maze procedure, que consiste en una ablación quirúrgica para curar la fibrilación atrial. Según Soltero, desde su experiencia, ha sido la paciente más joven que le han realizado este procedimiento.

“La paciente lleva tres semanas de operada y se está recuperando muy bien. Luego de dos meses de operada, si la paciente está bien, le damos de alta de cirugía cardíaca. La paciente requiere seguimiento de por vida con su cardiólogo y electrofisiólogo, debido a que es un caso tan complicado y debemos asegurarnos de que no hay recurrencia de la fibrilación atrial”, destacó Soltero sobre la paciente de 33 años.

Por su parte, el doctor Omar Torres, fellow en cardiología en la institución hospitalaria, comentó que la condición es congénita y el paciente presenta síntomas, ya que los órganos adyacentes se están afectando debido a la condición.

“De las investigaciones que se han hecho, es una condición que, mayormente, se encuentra congénita y surge cuando el apéndice va agrandando con el tiempo hasta que llega a tener síntomas como se ve en nuestra paciente en su tercera década”, abundó el galeno.

De igual manera, Torres indicó que, al darse un agrandamiento significativo, el paciente comienza a presentar fallo cardíaco del lado izquierdo.

En este primer caso documentado en la isla, el cardiólogo José Román explicó que la paciente de 33 años se presentó a sala de emergencias el pasado 10 de junio de 2022, ya que se fatigaba a diario y tenía el pulso rápido.

“La paciente tenía una arritmia que se asocia a esta condición y aquí enviamos a la paciente al electrofisiólogo Helder Hernández. Ahí se identifica que tenía un flutter atrial y fibrilación atrial, que son dos arritmias distintas, pero se comportan similar en cuanto a las complicaciones”, abundó Román. Los profesionales de la salud también comentaron que la paciente se sometió a tres ablaciones por catéter, pero su arritmia recurrió.

El electrofisiólogo Hernández resaltó que este es un caso completamente atípico y no existe literatura que especifique unas guías médicas para atender a este tipo de pacientes. Sin embargo, aseguró que, entre todos, hicieron lo que médicamente se tenía que hacer.

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