Con un corazón renovado, Daisylee Matos De Jesús cuenta su historia
Nació con una condición congénita del corazón que obligó a una cirugía de emergencia; de adulta, un procedimiento mínimamente invasivo le da un nuevo respiro
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A los seis días de nacida, Daisylee Matos De Jesús tuvo que ser intervenida de emergencia para atender su sorpresivo padecimiento de estenosis en la válvula pulmonar, una condición congénita que estaba amenazando su vida.
Aquella bebé, hoy día tiene 36 años y lleva en su pecho la cicatriz de ese suceso que marcó su vida, como una señal de su primera batalla.
“En ese momento, me hicieron una valvulotomía quirúrgica, que es como abrir la válvula pulmonar. Tengo esa cicatriz en el pecho que me hace saber que tuve esa operación, pero es mi madre, Daisy De Jesús Gómez, quien recuerda todo lo que pasé”, dijo.
“Ella nació el 6 noviembre 1986 y todo estaba bien, pero el día que iba a buscarla al hospital me dijeron: ‘tu nena nació con una condición del corazón’. Ella tenía la piel azulada, le hicieron varios estudios porque no sabían que tenía”, recordó la madre.
“Una tarde, me llamaron que tenía que bajar de emergencia porque ella se estaba poniendo malita. Ese día fue operada de esa condición, porque no le pasaba sangre a los pulmones. Fue una operación larga y estuvo en intensivo dos días. Su recuperación fue un milagro de vida porque sé que la mano de Dios estuvo ahí”, confirmó la progenitora, quien añadió que, al nacer, su hija también tenía un soplo y “eso la ayudó, irónicamente, en su condición de la válvula”.
Luego de esa intervención, y mientras iba creciendo, Daisylee recuerda haber tenido “un desarrollo normal” y nunca se sintió limitada por su padecimiento cardiovascular, con excepción de algunas actividades extremas que no podía realizar.
“Jugaba y todo era normal, solo que, en la escuela, no me dejaban participar en la carrera del pavo porque mi condición tiene que ver con la respiración”, sostuvo Matos De Jesús, mientras su madre también señaló que, aunque “creció de lo más bien”, la doctora siempre le decía que, cuando fuera adulta, iba a tener que ser operada nuevamente.
Fue así como en la adultez, Daisylee, quien es madre de dos niñas y labora como técnica de calibración en Medtronic, en Juncos, empezó a notar que algo no andaba bien en su salud y decidió acudir a la sala de emergencias del Centro Cardiovascular de Puerto Rico y el Caribe.
“Iba todos los años al Cardiovascular, pero me desaparecí como por dos años, por estar uno afanado. Entonces, en mi trabajo camino mucho y notaba que me sentía bien fatigada, cansada y había días en que mi corazón latía muy rápido y no tenía apetito. Todo eso empezó para octubre del 2022″, recordó.
“Con el tiempo, desarrollé insuficiencia; básicamente, la válvula, cuando hacen la primera operación, la rompieron y, con el tiempo, esa válvula dejó de cerrar bien, en vez de la sangre salir para los pulmones viraba para la cámara [cardíaca]”, agregó.
Tras varios estudios, Matos recibió la noticia de que era necesario atender su condición en el quirófano. Fue entonces cuando conoció a la doctora Carla Patricia Rodríguez, cardióloga con especialidad en condiciones congénitas en adultos, quien logró descifrar su problema.
“Ella pudo explicarme todo lo que estaba pasando. El trabajo que está haciendo es un logro para Puerto Rico porque, cuando esos niños con condiciones congénitas crecen, no tienen un doctor a dónde ir”, reconoció la paciente.
Así, Daisylee fue referida para realizarle un procedimiento novedoso llamado sistema de válvula pulmonar transcatéter Harmony —la primera válvula cardíaca no quirúrgica en el mundo, una opción menos invasiva para tratar a pacientes pediátricos y adultos que sufren de regurgitación de la válvula pulmonar.
“Gracias a Dios que salió la válvula Harmony. Estuve meses evaluándome para ver si se podía hacer la intervención porque esa válvula se conecta por la pierna y llega al corazón. Ellos hacen varios estudios para ver si ese sistema de venas estaba limpio, si no estaba clean habría que abrir el pecho y eso me preocupaba porque ya tenía la operación desde bebé. Pero, me dijeron que se podía conectar desde la pierna, así que el doctor Francisco Díaz me pudo hacer esa operación para cerrar la válvula el 26 de junio de este 2023″, dijo Matos.
La operación duró unas cinco horas, pero la mujer afirmó que tuvo una recuperación muy rápida y siente que, a tres meses de esa intervención, ya su vida ha cambiado por completo.
“La ciencia está muy avanzada. Ahora me siento súper bien, mi familia me dice que parece que me pusieron dos corazones, porque estoy llena de energía; hago mis comidas bien, me puedo ir con mi familia a correr bicicleta y subo las escaleras de mi trabajo y no estoy fatigada. Hago mi día a día súper normal”, aseguró.
“Estoy muy agradecida de Dios primero y de todos esos doctores que me ayudaron, y de la tecnología, de cómo ha avanzado, pues los pacientes no se tienen que someter a esas operaciones que son complicadas con recuperaciones largas”, concluyó Matos a quien su madre ahora la apoda “la correcaminos”.
La autora es periodista colaboradora de Puerto Rico Saludable.
Este contenido comercial fue redactado y/o producido por el equipo de GFR Media.